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miércoles, noviembre 18, 2009

Coprolalia




La coprolalia no es otra cosa que la tendencia a decir obscenidades. (Del griego kopros, excremento, y lalein, hablar). Sinónimo: MANÍA BLASFEMATORIA. Impulsión mórbida a emplear interjecciones obscenas (uno de los estigmas psíquicos de los alienados). Solo en los últimos años el mundo de la política en el Perú ha sido testigo de los más célebres exabruptos que han quedado como registro de lo que los políticos no deberían decir nunca.

El más reciente fue el lanzado por Ollanta Humala donde disparó su arsenal de insultos contra el mismo presidente de la República y contra un ex presidente, que aunque en el banquillo de los acusados y sometido a juicio llegó a ostentar la banda presidencial. La excusa que tuvo Ollanta fue creativa “Hay otros que agarrando una bandera del Perú le han metido una patada al señor Jesús Lora”, dijo por toda explicación. Martha Hildebrandt alguna vez se refirió a este tipo de elementos como “cachacos mediocres”
En el 2006 Daniel Abugattas insultó a Eliane Karp, nada menos que esposa del presidente Toledo a quien la tildó de “hija de puta” en una entrevista, ello le costó el cargo de vocero que Humala le había conferido. (1) Sin embargo la mala memoria hizo que Humala olvide el episodio y esta vez dijo solamente que se trataba de un término coloquial. Toledo de inmediato refutó “No permito a ningún miserable insultar a mi esposa”.
Otro Clásico: “Si me hacen preguntas así, pueden estar seguros de que sí [postularé] para darle la contra a todas las cojudeces que dicen”. El ex primer ministro Pedro Pablo Kuczynski luego de que algunos periodistas incidieran en que el gobierno de Toledo había comprometido reservas para la exportación del gas de Camisea sin asegurar el abastecimiento local y de que un reportero le mencionara sus presuntas pretensiones electorales.
Algo más. “Te voy a dar un sopapo” le advirtió Rafael Rey durante un debate televisado a Natale Amprimo. Cuando terminó, Rey lo agredió, según él, con dos puñetazos. Amprimo dijo que fueron arañazos. Ambos se llamaron cobardes y mariquitas. Rey se disculpó públicamente pero admitió que lo volvería a hacer. Antes Amprimo había dicho que Rey se había “acostado con la dictadura”. Y como olvidar aquella frase que le costó tanto a Lourdes Flores cuando su padre tildó a Toledo de “Auquénido de Harvard” O cuando en el 2003, el congresista Luis Solari, llamó miserable al periodista Jaime de Althaus y se retiró abruptamente de la entrevista. Lo mismo le sucedió al periodista Carlos Spá en el 2004 cuando este acusó a Toledo de falsificar firmas y Toledo le respondió con un enérgico cobarde
O cuando Valentín Paniagua fue acusado de haber recibido treinta mil dólares de Vladimiro Montesinos. Paniagua lo llamó y lo responsabilizó por lo que calificó de “maniobra torpe, sucia, subalterna”. “No puedo mantener la serenidad frente a esta imputación inmunda. No tengo nada más que dialogar con usted”, expresó y colgó e teléfono. Con razón o sin ella la política se desvirtúa cada día más.

(1)La ofensa que entonces motivó la ira del humalista se dio porque supuestamente Karp impidió que un grupo de ciudadanos palestinos obtuviera una visa de turismo de la Embajada de Israel. Abugattas es de origen palestino y Karp de origen judío.

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