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viernes, setiembre 29, 2006

Las arrugas de Eliane Karp


Era el 25 de julio, cuando se descubrió que en palacio de gobierno había sucedido un robo que por su trascendencia y magnitud debió ser denunciado ante el INC y no se hizo así, se manifestaba que según el reporte policial, de la sala de espera del Consejo de Ministros se robaron un escudo de bronce, una mesa de centro y tres piezas también de bronce, tipo montura; del hall del Consejo de Ministros faltaba un sillón de tres cuerpos, un adorno en forma de pantera, en bronce; de la Capilla de Palacio de Gobierno se habían robado dos candelabros de forma triangular; de la rotonda, una placa recordatoria de 35 por 45 centímetros; y de las salas Túpac Amaru y Jorge Basadre, tres pestillos y tres varillas de bronce.

Curiosamente cuando el hecho fue puesto al descubierto la primera dama de aquel entonces ya había fugado no sin antes insultar al notable arqueólogo Federico Kauffman, y no sin renegar de la nacionalidad peruana que antes había solicitado. Antes se había gastado 118 mil 972 soles en amoblar su despacho.

Días después de esa partida presurosa que ya se veía venir apareció en el portal de la universidad de Standford las asignaturas que la señora Karp dictaría a sus incautos alumnos “Pueblos indígenas e inclusión social en América Latina” (Código 262b, 5 créditos) y “Diversidad cultural, identidad étnica y gobernabilidad en América Latina” (Código 262c. 5 créditos).

Karp, aquella mujer que fue acusada de poner su nombre a estudios ajenos y cuestionada por su dirección de la Conapa e Indepa, es la persona que dictará cursos sobre los indígenas de América y sobre su gobernabilidad.

Pero la señora luego de estar desaparecida por mucho tiempo y en una aparente persecución por la INTERPOL, apareció cierto día rejuvenecida, sus antiguas arrugas generadas por sus no pocos años y sus arrebatos iracundos e endemoniados con cuanto peruano la contradecía o pretendía aclarar lo que estaba haciendo mal, habían desaparecido como por arte de magia. Los cinco millones de dólares que desaparecieron como sus arrugas de la CONAMA, durante su gestión, parece que habían podido aliviar ese paso de los años que le había dejado huellas profundas.

La “dama” apareció con su amplia sonrisa ya sin arrugas, libre de esas huellas que el tiempo le dejó en el rostro. Olvidada de los misteriosos robos sucedidos en Palacio y olvidada de las momias de la cultura Chachapoyas que también desaparecieron como sus célebres arrugas.
Ella puede pasear por el mundo luciendo su nuevo y juvenil rostro, puede engatusar a sus alumnos con historias inventadas que ella misma desconoce, puede haberse quitado esas arrugas de su europeo y frío rostro, pero hay arrugas que no puede borrar con el pueblo peruano ni con las comunidades indígenas a las que estafó y robó con impunidad, hay arrugas que Eliane no podrá borrar ni con todo el oro mundo. Aquellas arrugas que el pueblo peruano no olvidará y que recordamos con esa vejez prematura que ella impuso en esos cinco años que fungió de primera dama.









jueves, setiembre 28, 2006

FEDERICO GARCÍA LORCA: El poeta asesinado sin condena, absuelto por la historia.

Nacido en Fuente Vaqueros (Granada), Lorca estudió letras en la universidad de Granada y música con Manuel de Falla, fue unas de las puntas del triángulo surrealista formado por él, Salvador Dalí y Luis Buñuel, atraídos por el tremendo significado del manifiesto surrealista de André Bretón .

En 1929-30 visitó los Estados Unidos (Poeta en Nueva York) y cuba, y en 1933 a Buenos Aires y Montevideo. Durante la república fundó y dirigió "La Barraca", un grupo de teatro universitario que recorrió muchos pueblos.

Rápidamente se embebió del mundo gitano, "vivían en un mundo de ensueños de extraño y contenido pesar. Pero también en un mundo tremendamente vital, de pasiones fuertes". Esta fascinación quedó claramente marcada en su "Romancero Gitano", mezcla de realidad fulgurante y sensibilidad extrema.

Esta ternura plasmada en un torbellino de imágenes ("¡Que perfume de flor de cuchillo!"), se desarrolla en toda su obra, Poeta en Nueva York, Bodas de sangre, Poemas del cante jondo, Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, Mariana Pineda, Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba, Yerma...

En 1934 declaró en una entrevista concedida al diario EL SOL:

"Yo siempre soy y seré partidario de los pobres. En el mundo ya no luchan fuerzas humanas sino telúricas. A mí me ponen en una balanza el resultado de esta lucha: aquí tu dolor y tu sacrificio, aquí la justicia para todos, aún con la angustia del tránsito hacia el futuro que ya se presiente pero que se desconoce, y descargo el puño con fuerza en este platillo".

El 13 de julio 1936, José Calvo Sotelo, líder del partido monárquico "Renovación Española" es sacado de su casa y matado en un camposanto de Madrid. Comienza la insurrección de una gran parte del ejército. Federico García Lorca es de ningún partido político, pero un artista moderno es, por definición (se piensa al concepto del 'arte degenerado'), un enemigo para un régimen autoritario, para ellos que interrumpirán el discurso del rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, por gritos "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!". García Lorca huye de Madrid por Granada más tranquila. Después de una denuncia anónima es arrestado por milicias nacionalistas. Se lo acusó de traición y homosexualismo. “Había hecho más daño con la pluma que con el fusil” se manifestó. El 19 de agosto es asesinado y su cuerpo echado en algún barranco de la Sierra Nevada.

SI MIS MANOS PUDIERAN DESHOJAR/ Yo pronuncio tu nombreen las noches oscuras,/cuando vienen los astrosa beber en la luna/y duermen los ramajesde las frondas ocultas./Y yo me siento hueco de pasión y de música./Loco reloj que cantamuertas horas antiguas./ Yo pronuncio tu nombre,en esta noche oscura,/y tu nombre me suenamás lejano que nunca./Más lejano que todas las estrellas /y más doliente que la mansa lluvia. /¿Te querré como entoncesalguna vez? /¿Qué culpatiene mi corazón?Si la niebla se esfuma,/¿qué otra pasión me espera?/¿Será tranquila y pura?¡/¡Si mis dedos pudierandeshojar a la luna!!

LORCA Y DALI, EL AMOR QUE NO PUDO SER
Fotografía de la carátula del libro “Lorca y Dalí, El amor que no pudo ser”. Este libro nos brinda una inédita y sorprendente visión de la entrañable amistad que unió a dos colosos de la España del siglo XX.
"Adiós te quiero mucho, algún día volveremos a vernos, que bien lo pasaremos” Lan Gibson ha recibido el premio II ASI FUE en 1999 por esta obra.

martes, setiembre 26, 2006

De peluqueros, barberos y largos silencios



Éramos niños cuando mi hermano y yo, íbamos juntos al peluquero. El llamado paterno en una tarde de domingo era el indicio de que esa visita fastidiosa era impostergable. Entonces llegábamos hasta el local del hombre regordete que en una blanca guayabera y anchos pantalones esperaba ansioso que nos acomodáramos en ese sillón giratorio de marroquín rojo frente al amplio espejo de enfrente.

La voz paterna era siempre la misma, siempre la misma orden – Alta por favor- y desde el inicio estábamos condenados a un corte de pelo militar, sin patillas y con el cerebro desprotegido de esa cubierta cálida que es el pelambre. El turno era para uno de los dos indistintamente. El peluquero cogía su blanca capa y la anudaba con fuerza en mi cuello, después esa maquinita que era un híbrido entre una tijera y una podadora de césped en miniatura y empezaba su trabajo. Mi padre mientras tanto hojeaba un ejemplar del Expreso, ese periódico de pesada diagramación y de adusto formato.

Un cosquilleo se sentía cuando esa maquina se desplazaba por mis sienes cortando todo el pelo que hallaba a su paso, mientras el peluquero despreocupado silbaba una tonada de la sonora matancera que hacía juego con su mostacho y sus gruesos anteojos.

El escenario siempre era el mismo. El amplio espejo sobre una mesita blanca. Varios pomitos con diferentes contenidos, peines, tijeras y una escobilla suave que era la que se encargaba de rematar la faena, no sin antes ahogarse en talco corriente que olía más bien a mujer de la vida alegre que a fécula de almidón. La decoración de las paredes consistía en afiches de mujeres desnudas de antiguos almanaques. Los diez últimos años se encontraban adheridos en la pared. Y obviamente un almanaque con una rubia oxigenada correspondiente al año actual. A veces el peluquero se animaba y siempre hacía las mismas preguntas. ¿En dónde estudias? ¿Juegas al fútbol? ¿Qué curso te gusta más? Preguntas por demás banales que obtenían respuestas banales y autómatas.

En ese momento el peluquero más que un amigo era mi enemigo, porque me estaba condenando a ser un hombre aún más feo de lo que era durante unos diez días en que el pelo nuevamente volvía a ponerse en forma. Luego de haberme convertido en un ser hirsuto y triste por mi aspecto, desdoblaba una gran navaja y se dirigía a una cola de caballo con una larga suela donde la afilaba mientras contemplaba su obra maestra. Miraba satisfecho como si hubiese hecho una gran cosa, orgulloso y complacido. Luego se acercaba con la filosa navaja y empezaba a cortar de ras los pelos que quedaban en la zona del cuello y las patillas. Mientras realizaba esa difícil operación era mejor quedarse muy quietos y hasta dejar de respirar, porque un movimiento podía ser fatal y peligroso. De cualquier modo siempre le fallaba el pulso y se sentía el ardor de la piel por el filo excesivo de la navaja o por la impericia de aquel peluquero vil. Todo se arreglaba con un poco de alcohol que era lanzado con un pulverizador por toda la parte afectada. Un ardor atroz entonces se extendía por el cuello y la nuca. Finalmente una escobilla suave de largo pelaje y con mucho talco concluía la tortura.

Después aparecieron los salones unisex y esa especie de peluqueros y barberos fueron condenados a una lenta extinción, con sus largas navajas y sus colas de caballo. Igualmente esas tardes con mi padre se fueron extinguiendo con los días. Cada vez nos vemos menos, cada vez hablamos menos y apenas a veces recordamos como un sueño lejano aquellas tardes ochenteras que perdimos para siempre.

lunes, setiembre 25, 2006

“Escritores de la Región La Libertad”, Nuevo libro de Saniel Lozano



Hace unos días se presentó en Trujillo “Escritores de la Región La Libertad”, de Saniel Lozano. Libro de impecable formato en el que se reúne aproximadamente a sesenta y cinco poetas liberteños. Auspiciado por la Municipalidad Provincial de Trujillo.
A decir de Jorge Puccinelli en el prólogo de la obra: “…Saniel Lozano agrupa su materia en cinco grandes cap ítulos. En el primero nos muestra la producción poética y narrativa, la más rica y fecunda de la literatura liberteña que reúne a cuarenta y un autores de los siglos XIX y XX en orden alfabético. El segundo titulado “Memoria de la literatura”, nos ofrece las huellas y tradiciones lo cales de Trujillo desde Carlos Camilo Calderón y Santiago Vallejo, hasta Eduardo Gonzáles Viaña y Gonzalo Espino. El tercer capítulo, “Ensayos y otras exploraciones”, lo dedica, entre otros autores a Antenor Orrego, Julio Galarreta y Teodoro Rivero Ayllón. En el cuarto “Semblanzas”, trae textos estudios críticos sobre Abraham Arias Larreta, José Eulogio Garrido, Nixa, Luis Valle Goicochea, Manuel Ibáñez Rosazza Y Danilo Sánchez Lihón. EL quinto capítulo, “Otros rostros, otras plumas”, es una suerte paralipómenos de las cosas y autores omitidos pero no olvidados, que abre un vasto panorama prometedor de una nueva edición ampliada…”
El trabajo es acucioso por el tipo de estructura que tiene, está condensado de estudios minuciosos de los perfiles de la obra del poeta y de su lado humano.


El libro estructurado en orden alfabético aparece con la presentación brillante del notable poeta de Huamachuco Santiago Aguilar, citado como uno de los más importantes dentro de los antologados. La poesía varía reuniendo una gama de autores de diferente línea, dentro de los más representativos además de Aguilar tenemos a: Los hermanos Corcuera, Alejandro Romualdo, Bethoven Medina, Jorge Díaz Herrera y Manuel Ibáñez Rosazza. El libro está compuesto de cinco capítulos, 380 páginas, fácil formato, la carátula es de cartón plastificado con solaperas y papel de 80 gramos. Se encuentra en circulación en las principales librerías de la Libertad y del país. Es un trabajo notable en el que se estudia minuciosamente a cada uno de los poetas antologados, se trata de una serie de ensayos que han significado un rigurosos estudio poético. Cuenta adicionalmente con algunas fotografías que complementan la obra.

Este tipo de obras son las que facilitan la comprensión de la complejidad de la poesía peruana y básicamente de la norteña, Lozano Alvarado, como se sabe es un reconocido lingüista que en algún momento también ejerció la cátedra universitaria en nuestra ciudad. “Escritores de la Región La Libertad” es un libro que dará muchas luces a la poesía peruana.

sábado, setiembre 23, 2006

ELEODORO BENEL ZULOETA: El caudillo andino


Fue un hombre de gran carácter, nació en Chota y murió en Cutervo, su vida está cargada de emotivos momentos de lucha social y de polémicas actitudes y actividades. No hay un consenso en cuando a sus acciones. Para Lewis Taylor, profesor inglés es un Robin Hood criollo, para sus biógrafos un caudillo que enfrentó con tenacidad al gobierno de aquella época. Nuevos estudios y descubrimientos han demostrado que entre 1900 y 1905 cuando era joven, vivió en Hualgayoc, desempeñando labores mineras.

Salomón Vilchez, en su obra Fusiles y Machetes (1960) describe a Eleodoro Benel “Hombre de unos cuarenta años; talla mediana; ágil y desenvuelto en sus ademanes; trigueño, firmes facciones, nariz aguileña, amplia frente: altivos bigotes; ojos negros de mirada penetrante tipo arábigo”. Se comenta que tenía una voz aflautada que no contrastaba con su ruda figura.

Hacia 1916 Benel obtiene en arrendamiento la hacienda de Llaucán (Propiedad del Colegio San Juan de Chota) ubicada en Hualgayoc, (lugar que años antes fue donado por el presidente Ramón Castilla a los pobladores de Hualgayoc para formar un nuevo pueblo luego de que un incendio destruyera el asiento minero). Los naturales del lugar crearon serias dificultades, por lo cual solicitó la intervención del Prefecto de Cajamarca, el coronel Ravines. A llegar a Llaucán, los campesinos le salieron al encuentro. Los ánimos se exaltaron y de las ofensas verbales pasaron a los hechos. Y el fuego de la fusilería dejó el campo cubierto de cadáveres” De esta masacre bárbara se habla mucho en la historia del Perú, no se han puesto de acuerdo los historiadores en si fueron cuatrocientos o más los indígenas, entre mujeres, ancianos y niños los asesinados por las fuerzas del orden. A esta matanza se han referido autores notables como Manuel Scorza, Ciro Alegría y López Albujar en varios de sus textos.

Como consecuencia de esta masacre, Benel fue enjuiciado y apresado en Cajamarca“Poco tiempo después, Benel ayudado por su hijo Casinaldo, con una orden fraguada, franqueó la puerta de la cárcel para huir velozmente, por la ruta de Llapa, protegido por 40 jinetes armados hasta los dientes. Desde entonces, hasta su muerte, viviría Benel en abierta pugna contra la ley, en franca rebeldía contra el gobierno local y nacional”.

Se dice que Benel murió el 28 de Noviembre de 1927, en el cerro El Arenal, un caserío de Cutervo, cuando al verse rodeado por las fuerzas del gobierno, se disparó un balazo en la cabeza. Su rifle permanece en el museo de la Policía Nacional del Perú.

Sus restos fueron llevados a la ciudad de Cutervo, pero el pueblo de Chota los trasladó al cementerio de esa ciudad. Varios libros se han escritos sobre este mítico personaje. Nazario Chávez Aliaga en su célebre Monografía del departamento de Cajamarca ha tratado el tema a profundidad. En las zonas donde vivió y actuó es una leyenda que aún se refleja en los rostros de los hombres que conocieron a Eleodoro Benel. Su solo nombre pronunciado es un enigma que agita el viento y los recuerdos confusos de la historia.

viernes, setiembre 22, 2006

FRIDA KAHLO: Vida, pasión y obra.



Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón fue una célebre pintora mejicana. Según ella, nació el 07/07/1910, aunque se rumorea que su verdadera fecha de nacimiento es el 06/07/1907. Nació en la ciudad de Coyoacán, en México. La niñez de Frida fue muy triste. A los seis anos tuvo la polio, lo cual la dejó con una pierna mucho más corta y delgada que la otra, para el resto de su vida. Esto siempre la acomplejó.

Rebelde por naturaleza, y ávida de sorprender, Frida ya de jovencita se vestía con ropas de hombre en ocasiones, para molestar a sus familiares en las reuniones que mantenían. Mas tarde se cortó el pelo para hacer rabiar a su marido Diego Rivera, acto seguido pinto .Conocida por sus autorretratos, ella mismo explicó su tendencia a retratarse así: "Me pinto a mi misma porque estoy a menudo sola, y porque soy la persona a la que mejor conozco."

En 1925, regresando de la escuela en autobús, Frida se vio involucrada en un trágico accidente, que casi le cuesta la vida, y que le dejó secuelas que influyeron en ella el resto de su vida. Se partió la columna vertebral, la clavícula, varias costillas, la pelvis, y se fracturó una pierna en once lugares distintos. Estando de reposo absoluto en la cama tras el accidente, y aburrida, empezó a pintar. Este pasatiempo momentáneo terminaría por ser la pasión de su vida. "Yo pinto mi propia realidad, Lo único que sé, es que pinto porque lo necesito, y pinto lo que se me ocurre, sin más consideraciones."

A lo largo de su vida, y debido a las secuelas del accidente, se sometió a unas treinta operaciones; recurriendo al tequila para calmar el dolor. En muchos de sus cuadros quedan reflejados estos años de sufrimiento. A menudo se retrataba a si misma con un collar de espinas, clavos, o con cortes en el cuerpo, a modo de expresar su dolor. Ella decía: "Mi pintura lleva un mensaje de dolor. Ha completado toda mi vida."

En 1929, Frida contrajo matrimonio con el muralista Diego Rivera. Fue un matrimonio apasionado, y alocado, entre dos personas de caracteres extremadamente fuertes. Durante su matrimonio, se sucedieron los amantes por parte de ambos conyugues. Frida y Diego se divorciaron, pero antes de que transcurriera un año, se volvieron a casar. Frida era tan infiel como su marido, y tuvo como amantes tanto a mujeres como a hombres. Algunos de sus amantes fueron: Georgia O'Keefe, Maria Felix, Leon Trotsky, y Nickolas Muray.

Fue idea de Diego el que ella se vistiera con las ropas tradicionales, que junto con sus cejas pobladas, y bigote, llegaron a ser su símbolo. Aunque ella no estaba de acuerdo, a Frida a menudo se le identifica con la pintura surrealista. Con la ayuda de: Andre Bretón, y Marcel Duchamps, Frida pudo exponer algunos de sus cuadros en Los Estados Unidos y Europa. En 1943 fue nombrada profesora de pintura en La Esmeralda, La Escuela de Bellas Artes del Ministerio de Educación.

En la última, y única exposición que la artista pudo realizar en su país, una vez más Frida escandalizó a la gente. Estando enferma, hizo que la trajeran a la exposición, a la Galería de Arte Contemporáneo,en camilla . La dejaron en medio de la sala,y ella se dedicó a distraer al publico, contando chistes, y bebiendo. A continuación se dirigió a la prensa, y dijo: "Yo no estoy enferma. Estoy rota." La exposición fue todo un éxito.

Frida Kahlo murió el 13/07/1954. Pero el culto a su arte sigue tan vivo, que se ha creado el "Kahloismo". Una especie de religión que considera a Frida una Diosa.

jueves, setiembre 21, 2006

La comisión de la verdad: De Cipriani a Abimael, ni perdón ni olvido.


El comando senderista, cansado de su necia lucha y al ver que la gran mayoría de su cúpula se encuentra condenada a largos años de prisión ha quedado en el mayor desamparo, por eso su última carta por jugar fue pedir la amnistía por sus crímenes cometidos, el perdón definitivo como último recurso, como si los años de terror vividos en nuestra patria se pudieran olvidar tan fácilmente, como si los más de treinta mil muertos pudieran olvidar que están muertos y volver a su vida cotidiana, como si los huérfanos, hoy envejecidos prematuramente, pudieran volver a su infancia y retomar la felicidad arrebatada a bombas y balazos.


No creo en el perdón ni en el olvido para una pandilla de asesinos. La comisión de la verdad y reconciliación nacional fue clara y contundente en sus miles de casos investigados. Los derechos humanos se violaron como en pocos países civilizados del mundo y las violaciones se cometieron desde ambos flancos, los terroristas y el Estado, aunque más bien deberíamos decir los subversivos y el Estado porque en resumidas cuentas ambos fueron grupos terroristas que sembraron en el país el miedo, odio y violencia.


Los criminales de ambos bandos no merecen perdón, deben ser juzgados por igual. Un asesinato es un asesinato aunque se lo cometa con autorización u orden del Estado. Quizás eso no entiende la iglesia católica quien representada por un señor de mirada dura también ha pedido perdón para los que asesinaron vilmente en nombre de la paz del Estado Peruano. Quizás por eso ese hombre aprovecha las homilías para fungir de mediador entre el Estado y la absolución de los miles de crímenes y asesinatos que también cometieron los soldados del ejército con licencia para matar sin juzgar a civiles inocentes sin un previo juicio real y verdadero.


Tampoco se puede esperar menos de un tipo que introdujo micrófonos en biblias con el pretexto de predicar cuando la residencia de la embajada japonesa había sido tomada por un grupo de sediciosos. Cuando los emerretistas secuestradores fueron asesinados y rematados en los túneles por los que él ejército hizo la toma, las lágrimas de cocodrilo de Cipriani solo fueron parte del show, el obispo ayacuchano se perfilaba como un candidato del dictador Fujimori para ser el jefe máximo de la iglesia católica en el Perú… Esas lágrimas falsas no eran de dolor sino de felicidad. Fujimori tenía todo el poder y le sería fácil tratar con el vaticano.


No creo en el perdón ni el olvido, subversivos y soldados deben ser juzgados por igual. Los otros, esos lobos infelices vestidos con piel de oveja que por estar en quehaceres políticos descuidan el manejo de su iglesia, los otros soldados de sotana y de discursos políticos serán juzgados por su conciencia si es que aún les queda un poco, porque la iglesia desconoce mucho de la verdad oculta en esas túnicas blancas, esas negras verdades que se ocultan bajo el nombre de Dios.

miércoles, setiembre 20, 2006

CIRO ALEGRÍA: El indigenismo en la mira del mundo.



Ciro Alegría nació en la hacienda Sartimbamba, Quiruvilca, Provincia de Sánchez Carrión, Departamento de La Libertad, Perú el 4 de noviembre de 1909 y realizó sus primeros estudios en Cajamarca y en la Universidad nacional de la ciudad de Trujillo, cerca de la costa. Fue alumno de César Vallejo. Hizo incursiones en el periodismo, en los diarios "El Norte" y "La Industria" de Trujillo. Desde muy joven intervino en actividades políticas y en defensa de los indígenas y de las clases sociales más explotadas.

Fue uno de los más importantes representantes de la literatura indigenista americana.
En 1931 estuvo un año en la cárcel y posteriormente deportado a Chile, en 1934. En esta etapa se dedicó de lleno a la literatura y escribió páginas significativas de su literatura, obtuvo varios premios por sus novelas, otorgados por editoriales chilenas, por la editorial Farrar & Rinehart Company de EEUU y otros. Vivió durante varios años en Estados Unidos, Puerto Rico y Cuba; y regresó en 1957 al Perú. Después de su novela premiada, "El mundo es ancho y ajeno" (1941), no tuvo una gran producción, salvo algunos cuentos y relatos.
Fue miembro de la Academia peruana de la lengua en 1960, y posteriormente Presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas. Falleció en Lima en 1967. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas.

SUS OBRAS
La serpiente del oro (1925)
Los perros hambrientos (1938)
El mundo es ancho y ajeno (1941)
Duelo de caballeros (1962)

CIRO ALEGRIA Y SU RELACION CON CHILE Y GABRIELA MISTRAL
"Yo les quiero mucho aunque calle", dijo la poeta en carta dirigida al escritor.
En la revista Caretas 1421 se menciona que la relación amistosa de Ciro Alegría con Chile es grande. Allí fue desterrado en 1934 por ser militante del Partido Aprista. En Santiago escribió su primera novela “La Serpiente de Oro'”y luego “Los Perros Hambrientos”. En un hospital de ese país estuvo internado dos años aquejado por tuberculosis y fueron los filántropos chilenos los que acordaron pasarle una "beca de generosidad" durante 4 meses para que pudiera escribir “El Mundo es Ancho y Ajeno'” Este último libro vende anualmente 15,000 ejemplares -en una adaptación para escolares trabajada por Dora Varona- porque es un libro de texto aprobado por el Ministerio de Educación de Chile.
Todos estos datos los recuerda su viuda Dora Varona en la solapa del libro. "Gabriela Mistral Intima", hermoso libro publicado por Editorial Antártica de Chile, es un ejemplo más de los estrechos lazos de amistad que unieron al escritor con la poetisa.
Vale un paréntesis para mencionar la valiosa e incansable labor de Ediciones Varona a quien el mundo debe la difusión de la gran obra de Ciro Alegría. Cuando el escritor murió el 17 de febrero de 1967, solamente se habían publicado las tres novelas mencionadas líneas arriba. De manera póstuma se editaron 13 libros juveniles, 4 novelas, 3 libros de cuentos y un libro de memorias. En preparación hay tres libros más: "Boceto de un retrato del Perú" (escritos periodísticos publicados en Puerto Rico, Cuba y Lima), "Mi máquina de escribir" (artículos publicados en el año 1933 en “La Tribuna'”aprista) y "Breve viaje a través de la literatura". Falta investigar, recopilar y seleccionar muchos otros artículos publicados en Estados Unidos y que seguramente serán materia de varios otros libros.
"Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de mi esposo Genaro Llaqui, gran conocedor de la obra de Ciro y mi ayuda invalorable en todos esos años", dice la editora.
Cubana de nacimiento, Dora fue una precoz poetisa que a los 13 años conoció el aplauso del público. Creció entre halagos y fue mimada desde entonces, pero cuando se casó con Ciro optó por convertirse en su secretaria privada. Al enviudar, se quedó con tres pequeños hijos y uno más en el vientre, afrontando un verdadero vía crucis para poder mantener a su familia. Trabajaba en doble turno como maestra de escuela cuando ordenando la biblioteca de Ciro se detuvo en un libro sobre la vida de Ana Grigorievna, segunda esposa de Dostoievski. La lectura fue más bien una revelación y a partir de allí decidió dedicarse a recopilar la dispersa y prolífica obra de su esposo.Los años han pasado, el impulso inicial sigue incólume aunque otros bríos se han sumado a la tarea. Ella y Genaro han redescubierto el Evangelio y se han incorporado como pastores al servicio de su Iglesia. "Nada de fotos, nada de lucimiento personal, nada de reconocimientos individuales", dice con la serenidad y fortaleza de quien ha encontrado la paz por caminos menos terrenales.
La piedra y la cruz (fragmento)
Para no turbarlo, el muchacho se alejó un tanto, y después de trepar a una pequeña loma situada en mitad de la cresta, pudo contemplar, a un lado y al otro, el más amplio panorama de cerros que hasta ese momento vieron sus ojos. En el horizonte, las nubes formaban un marco albo sobre el cual las cumbres se recortaban, azules y negras, limando un tanto sus aristas. Más acá, los cerros tomaban diferentes colores: morados, rojizos, prietos, amarillentos, según su conformación, su altura y lejanía, surgiendo a veces desde el lado de ríos que ondulaban como sierpes grises. Coloreados de árboles y bohíos en sus bases, los cerros íbanse limpiando de tierra y por último, de no llegar a coronarlos de nieve espejeante la roca estallaba en una dramática afloración. La piedra cantaba su épico fragor de abismos, de picacho, de farallones, de cresterías, de toda suerte de cimas agudas y cumbres encrespadas, de roquedales enhiestos y peñones bravíos, en sucesión inconmensurable cuya grandeza era aumentada por una impresión de eternidad. Surgía de ese universo de piedra un poderoso aliento místico, quizás menos grandioso que el de las noches estrelladas, pero más ligado a la vida del hombre. Simbólicamente acaso, ese mundo de piedra estaba allí, al pie de la cruz, en las ofrendas de miles y miles de cantos, de piedras votivas, llevadas a lo largo del tiempo, en años que nadie podía contar, por los hombres del mundo de piedra. "

martes, setiembre 19, 2006

Consejos para un buen morir

A raíz de la publicación del libro del Dr. Raymond A. Moody, “Vida después de la Vida”, donde se recogen multitud de testimonios de personas que relatan sus experiencias en situaciones de “muerte aparente”, o como otros autores han querido llamar “experiencias cercanas a la muerte”. El tema de una vida posterior a la muerte se ha convertido en un abismo lleno de investigaciones y de pocas demostraciones finales.

Gran cantidad de pensadores, filósofos y científicos a lo largo de la historia: Platón, Sócrates, Santo Tomás de Aquino, Newton, Emanuel Swedenborg, Einstein, han planteado la presencia de un espíritu que perdura más allá del cuerpo físico. Los antiguos peruanos y los antiguos egipcios tenían la misma cosmovisión de la vida. Por eso los elegantes y ricos atavíos que se han encontrado en las tumbas de ambas culturas son la prueba fehaciente de que había una creencia de ella.

Pero ¿qué hay en realidad después de la muerte física? ¿Cuándo morimos empezamos a desintegrarnos y es el final de todo? Aparentemente hay una energía acumulada en torno a la vida de cada ser, una energía que ha sido acumulada en el transcurso de nuestra vida física, sea esta breve o larga dentro de los parámetros de nuestro ciclo vital.

Siempre el ser humano trató de sentirse menos solo en el universo, por eso la idea de un Dios superior y de una vida póstuma más allá de la muerte ha surgido en casi todas las culturas del mundo de norte a sur y de oriente a occidente. La vida más allá de la muerte es un condicionamiento esperanzador sin el cual sería difícil reglamentar una sociedad medianamente civilizada como la nuestra.

Las personas que tuvieron una muerte clínicamente demostrada, es decir, aquellas que estuvieron declaradas como muertas luego de los exámenes que se encargan de verificar la misma, dicen haber visto como su “alma” salía de su cuerpo y entraba en un túnel oscuro y largo, iluminado al final con una luz de un color desconocido, un brillo jamás visto en la tierra. Hay quienes afirman haber oído una música celestial y hasta escuchar una voz dirigiéndose a ellos. Lo que nos espera más allá de la muerte siempre será un enigma, por lo menos, por ahora, nos quedará la duda de qué sucederá cuando el minuto final se haya terminado y nuestras células empiecen a morir lentamente. Sabemos que ahí, muertos, después de nuestro último momento, no podremos llevarnos nada material, ni las joyas valiosas ni los dolores físicos, ni los que anidan en el alma. No existirán penas ni tristezas, excepto para aquellos que nos amaron y vean nuestra muerte como algo inesperado que duele. De hecho nada de lo que hagamos podrá ir con nosotros a esa dimensión desconocida. Pero sí podemos dejar mucho en este mundo que habitamos, podemos dejar sembrados árboles que nos perduren más allá de la muerte, palabras de cariño por las que nos recuerden, el abrazo fraterno, el te quiero silente, el perdón no postrero. Así la muerte nos encontrará ligeros y será fácil volar a lo desconocido.

“PARA CHATEAR CON APOLO” Texto de lectura obligatoria de Lúcido Boy Palacios



“Para chatear con Apolo” es el texto que ha editado el Dr. Lúcido Enrique Boy Palacios, (33 pp.). Y que se lanzará en octubre del 2006, de amplio formato e impecable presentación. La obra en la que se hace referencia a la interacción literaria tomando como pilar a "Apolo o de la Literatura" de Alfonso Reyes en su obra sobre teoría literaria.

Un cuento mágico realista – indigenista apertura el libro, la pluma notablemente manejada consigue un efecto fabuloso si tenemos en cuenta que desde el inicio se fusionan temas y elementos modernos con otros más clásicos. El cuento de apertura se titula CPU y narra con crudo realismo el “homo hominus lupus” de nuestra sociedad peruana donde el criollismo citadino vive y se lucra de la ignorancia rural y campesina. La historia narra la modalidad de trabajo de un estudiante irresuelto de derecho, quien maneja unas cabinas de Internet, en su pueblo, en donde además de ofrecer servicios informáticos ofrece servicios múltiples, dentro de ellos sus servicios de tinterillo. Su víctima una anciana analfabeta de la campiña es estafada con un supuesto juicio que nunca empieza y por lo tanto nunca termina, simplemente inexiste. Por la rápida solución al problema el “boga”, como era llamado el personaje, cobra cien soles a la anciana mujer. Plasma con frialdad el abuso del conocimiento sobre la ignorancia, apantallado por la tecnología como el Internet, las computadoras y las impresoras. Hechos que suelen suceder en los pueblos pequeños donde los juzgados de paz no letrados son los que se encargan de resolver las conciliaciones de toda índole. La trama y el desenlace se lucen con condiciones de un narrador de primera línea.

Pero al cuento le sigue el capítulo titulado: ”Instrucciones para leer” en el que se plantea un esquema meticuloso y apropiado para la lectura e interpretación de textos. Considero que el libro es de vital importancia en un momento como el actual, en que se ha planteado un plan estratégico como es el plan lector.

El texto es de fácil lectura, con una propuesta didáctica que es el resultado de una larga investigación bibliográfica como lo hace saber el autor en las páginas finales. Arthur Nisin, Lázaro Carreter, Johannes Pleifer, Alfonso Reyes, Humberto Eco, García Márquez, Silvia Kohan son algunos de los autores internacionales que se citan en el texto y entre los peruanos desde: Ribeyro, Pantigoso, Saniel Lozano, Toro Montalvo, entre otros.

La propuesta de Boy Palacios es por demás interesantes como material de estudio en colegios y universidades y en todos los ámbitos en general, pues la lectura y la interpretación de los textos es lo único que puede llevarnos a la comprensión literaria y a la mejora de nuestro nivel cultural. Un pueblo que lee y comprende lo que lee es un pueblo culto. Una nación será poderosa en la medida que sus habitantes se encuentren preparados culturalmente para afrontar y resolver sus problemas. Recomendamos el texto como de lectura obligatoria para maestros y alumnos que quieran profundizar sus conocimientos en la comprensión lectora. Felicitamos a Lúcido Boy por esta entrega que le hace honor a su nombre.

lunes, setiembre 18, 2006

Los Duendes en el Folklore local



Los duendes son seres de una dimensión paralela, son los ángeles traviesos que solían bajar a la tierra pese a las prohibiciones que Dios les había impuesto. Bajaban a la tierra para burlarse de los seres humanos, jugarles bromas y hacerles mil travesuras. Cuando fueron descubiertos por Dios, aquellos seres que tenían encargaturas divinas y celestiales fueron condenados a vivir en la tierra entre los seres humanos, en aquel planeta que él había creado. Así como los ángeles perversos y malos fueron lanzados y condenados a vivir en las profundidades. Los ángeles traviesos fueron echados del cielo y condenados a vivir en la tierra, entre hombres perversos que los perseguían y temían en otros casos. Solo fueron proscritos del cielo a la tierra en donde asumieron una forma casi humana de no ser por su pequeña estatura y sus grandes orejas.

Estos seres angelicales, entonces se hicieron mundanos y empezaron a habitar los lugares a los que los hombres no podían acceder fácilmente. Las raíces de los viejos árboles fueron en un comienzo lugares ideales para edificar sus moradas, pero con el paso del tiempo fueron cambiando de hábitat y así empezaron a habitar en los pozos de agua, en los árboles de higo y en los oscuros y sombríos hornos. Sus bromas eran frecuentes en esos lugares, en las casas aledañas se escuchaban sus risitas y sus pesadas bromas siempre tomaban por sorpresa a los vecinos.

No se sabe mucho de ellos, pues siempre vivieron ocultándose y huyendo cuando eran vistos. Apenas se conoce que son hombres y mujeres de doradas cabelleras, los hombres tienen rubicundas barbas y puntiagudas botas, todos usan grandes sombreros y les fascina la música, más aún si pueden tocarla con algún instrumento de cuerda como la guitarra y el violín. No se sabe a ciencia cierta cuál es el motivo, pero los primeros y la gran mayoría de los existentes son irlandeses, gustan de bailar y beber, son seres simpáticos que pueden alcanzar varios siglos de vida.

Dice la tradición que no hay un higo sin duende, que no existe un pozo ni horno donde no se hayan escuchado las risitas burlonas de esos hombrecillos misteriosos. Pero por esa intermitencia que es el vivir entre dos dimensiones paralelas, a veces suelen quedar atrapados en el tiempo y espacio y quedan dentro de un árbol o una pared.

Hanna y Barbera, aquellos dibujantes excepcionales que alegraron a varias generaciones con sus dibujos animados, aseguraban haber atrapado en un bosque de Europa a un ser pequeño y de color azul que dio origen a los “Pitufos”. Los cantantes argentinos “Los Enanitos Verdes” manifiestan que se tomaron una fotografía en el campo. Al revelarla aparecieron junto a ellos un grupo de seres de color verde, muy pequeños y riendo. Definitivamente hay muchos enigmas que los hombres no acabamos de descifrar y que quizás en un mañana no muy lejano podamos comprender.






sábado, setiembre 16, 2006

RIMBAUD: La estancia en el infierno


(Charleville, Francia, 1854-Marsella, id., 1891) Poeta francés. Sus padres se separaron en 1860, y fue educado por su madre, una mujer autoritaria. Destacó pronto en el colegio de Charleville por su precocidad. En septiembre de 1870 se fugó de casa por vez primera y fue detenido por los soldados prusianos en una estación de París. Su profesor, Georges Izambard, lo salvó de la cárcel, pero al mes siguiente intentó de nuevo la fuga, esta vez dirigiéndose hacia la región del Norte. Después de trasladarse a Bélgica, quiso emprender carrera como periodista en la ciudad de Charleroi. Entre las dos fugas, había empezado a escribir un libro destinado a Paul Demeny, pariente de su profesor y poeta reconocido en París. Cuando regresó a Charleville, en el invierno de 1870-1871, su colegio había sido convertido en hospital militar. Huyó a París en febrero y fue testigo de los disturbios provocados por la amnistía decretada por el gobierno de Versalles.
Volvió con su familia en marzo, en plena Comuna, y publicó la famosa Carta del vidente. Auténtico credo estético, la Carta definía al poeta del futuro como un «ladrón de fuego» que busca la alquimia verbal y lo desconocido a través de un «largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos». Verlaine, a quien había enviado algunos poemas, le invitó a París. Rimbaud llegó con un poema, El barco ebrio, quizás la mayor expresión de su genio visionario, que impresionó profundamente a su anfitrión. En París, se integró enseguida en el círculo literario del club zutista y escribió el Album zutique. Tras una breve estancia en Charleville, donde compuso algunos poemas sencillos, más o menos místicos, nació una tormentosa relación amorosa con Verlaine, que empezó en el Barrio Latino de París, en mayo de 1872. Tras abandonar a su esposa, Mathilde, Verlaine se instaló con él en Bruselas y más tarde en Londres, para experimentar lo que, según Rimbaud, debía ser la aventura de la poesía. En contacto con los partidarios exiliados de la Comuna, sus vidas se volvieron cada vez más caóticas, a medida que uno y otro cultivaban las excentricidades de todo tipo. En julio de 1873, Verlaine, el «desgraciado hermano» de Rimbaud, huyó a Bruselas; pretendía enrolarse con los carlistas, o suicidarse. Llamó a Rimbaud, éste acudió a su lado y volvieron las disputas. Verlaine, un carácter depresivo, sospechando que iba a ser abandonado pronto, disparó a Rimbaud y lo hirió, por lo que fue arrestado y encarcelado. Mientras se recuperaba en sus Ardenas natales, Rimbaud terminó el libro autobiográfico Una estancia en el infierno, donde relataba su historia y daba cuenta de su rebeldía adolescente. Luego, gracias a su madre, publicó Alquimia del verbo, pero la obra no fue distribuida (Rimbaud dejó una copia en la prisión, para Verlaine, y repartió otros pocos ejemplares entre sus amigos). Regresó a Londres, acompañado por Germain Nouveau, en 1874, y escribió su última obra, Las iluminaciones, cerca de cincuenta poemas en prosa que proyectan sucesivos universos y proponen una nueva definición del hombre y del amor. A los veinte años, abandonó la literatura. La segunda parte de su vida fue una especie de caos aventurero. Empezó como preceptor en Stuttgart, se alistó (y desertó luego) en el ejército colonial holandés y viajó en dos ocasiones a Chipre (1879 y 1880). Después de distintas escalas en el Mar Rojo, se instaló en Adén y más tarde en Harar (Etiopía). Se dedicó al comercio de marfil, café, oro o cualquier producto que consiguiera por el trueque de alguna mercancía europea; también envió informes a la Sociedad Francesa de Geografía. En 1885 volvió a Adén y vendió armas. Atravesó el desierto de Danakil y se tomó un tiempo de descanso en Egipto. Por último regresó a Harar, donde prosperaban sus negocios. En 1891, aquejado de fuertes dolores en la pierna derecha, volvió a Francia, donde le fue amputada y murió poco después en un hospital de Marsella.

jueves, setiembre 14, 2006

A la policía se la respeta, pero hay policías que no saben respetar.




El ser policía es un trabajo loable. Debería ser una actividad que se encargue de brindar tranquilidad, seguridad y paz a los ciudadanos. Así debería ser. Teóricamente estamos protegidos por los hombres vestidos de verde. Ellos deberían inspirar respeto y ejemplo y de hecho hay algunos que así lo hacen. Hay uno que otro honorable y respetuoso, como lo hace el Coronel Chavarri quien ha puesto la mayor parte de cosas en orden en esta ciudad. Como mi amigo el comandante Juárez y el buen Arbulú, empeñoso comandante y hombre respetuoso, como todo ese grupo de amigos que fueron compañeros míos en la universidad y otros lugares: Rojas, Ruiz, Guevara, Mera Chávez, Aliaga, Sánchez, Símpalo… gente entrañable que viste el uniforme con honor y lealtad.

Cuando uno es niño, jugar a los policías y ladrones es divertido, perseguir a los malhechores hasta atraparlos. Todos queremos ser, en ese juego infantil, los hombres buenos vestidos de verde que luchan por el bien, esos señores a quienes nos decían, en tiempos del colegio, debíamos llamar “el amigo policía”.

Sin embargo las ovejas negras en una institución tan grande y variada abundan y en cualquier parte encontramos uno de esos seres abyectos, despreciables y miserables mimetizados entre el orden y la moral. Aquellos que por error del destino y del sistema están vestidos de policías cuando en realidad deberían estar del otro lado, aquel lado que corresponde a los hampones y delincuentes aislados de esta nuestra sociedad, con doble cerradura y condenados a la sombra.

Tal es el caso del técnico Barrantes, gendarme de la segunda comisaría policial de Cajamarca, ubicada en el jirón Chepén. Este ser repugnante de escasos modales y de prepotencia sin límite. De sospechosa rapidez para defender a delincuentes y maltratar a los ciudadanos. Más aún si los ciudadanos son señoras de edad como la señora Padilla. ¿Te suena a alguien ese apellido? Ahora me dirijo a ti técnico Barrantes, la señora Padilla es a quien detuviste hace unos días cuando le dieron un billete falso. La detuviste a ella y no a la persona que le cambió el billete, es decir a esa delincuente de apellido Gutiérrez y de nombre Yolanda que sabes bien, trabaja en el mercadillo y sospechosamente acudiste a su llamada a detener a la señora Padilla, una señora mayor, de canas y de comprobada honorabilidad. Es una pena que la hayas detenido estando vestido de civil. Me quedan muchas dudas por tu actuación, porque eso sucede a diario en ese mercadito y siempre tú actúas de esa manera, y siempre los billetes quedan contigo, para las “investigaciones” . Es una pena que apellides Barrantes como mi buena amiga la señora Socorro Barrantes, presidenta de la Asociación de poetas y escritores de Cajamarca y también es una pena que apellides como mi amigo Ciro Mendoza Barrantes, con quien he compartido varios premios. La señora Padilla es una conocida mía, para ser más exactos, es la mujer que me trajo al mundo. Varias Ong`s la respaldan por tu abuso, por detenerla varias horas y amenazarla. Es una pena que por culpa de un pobre imbécil como tú, a la policía se la respete cada día menos.

RIMBAUD: La estancia en el infierno


(Charleville, Francia, 1854-Marsella, id., 1891) Poeta francés. Sus padres se separaron en 1860, y fue educado por su madre, una mujer autoritaria. Destacó pronto en el colegio de Charleville por su precocidad. En septiembre de 1870 se fugó de casa por vez primera y fue detenido por los soldados prusianos en una estación de París. Su profesor, Georges Izambard, lo salvó de la cárcel, pero al mes siguiente intentó de nuevo la fuga, esta vez dirigiéndose hacia la región del Norte. Después de trasladarse a Bélgica, quiso emprender carrera como periodista en la ciudad de Charleroi. Entre las dos fugas, había empezado a escribir un libro destinado a Paul Demeny, pariente de su profesor y poeta reconocido en París. Cuando regresó a Charleville, en el invierno de 1870-1871, su colegio había sido convertido en hospital militar. Huyó a París en febrero y fue testigo de los disturbios provocados por la amnistía decretada por el gobierno de Versalles.
Volvió con su familia en marzo, en plena Comuna, y publicó la famosa Carta del vidente. Auténtico credo estético, la Carta definía al poeta del futuro como un «ladrón de fuego» que busca la alquimia verbal y lo desconocido a través de un «largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos». Verlaine, a quien había enviado algunos poemas, le invitó a París. Rimbaud llegó con un poema, El barco ebrio, quizás la mayor expresión de su genio visionario, que impresionó profundamente a su anfitrión. En París, se integró enseguida en el círculo literario del club zutista y escribió el Album zutique. Tras una breve estancia en Charleville, donde compuso algunos poemas sencillos, más o menos místicos, nació una tormentosa relación amorosa con Verlaine, que empezó en el Barrio Latino de París, en mayo de 1872. Tras abandonar a su esposa, Mathilde, Verlaine se instaló con él en Bruselas y más tarde en Londres, para experimentar lo que, según Rimbaud, debía ser la aventura de la poesía. En contacto con los partidarios exiliados de la Comuna, sus vidas se volvieron cada vez más caóticas, a medida que uno y otro cultivaban las excentricidades de todo tipo. En julio de 1873, Verlaine, el «desgraciado hermano» de Rimbaud, huyó a Bruselas; pretendía enrolarse con los carlistas, o suicidarse. Llamó a Rimbaud, éste acudió a su lado y volvieron las disputas. Verlaine, un carácter depresivo, sospechando que iba a ser abandonado pronto, disparó a Rimbaud y lo hirió, por lo que fue arrestado y encarcelado. Mientras se recuperaba en sus Ardenas natales, Rimbaud terminó el libro autobiográfico Una estancia en el infierno, donde relataba su historia y daba cuenta de su rebeldía adolescente. Luego, gracias a su madre, publicó Alquimia del verbo, pero la obra no fue distribuida (Rimbaud dejó una copia en la prisión, para Verlaine, y repartió otros pocos ejemplares entre sus amigos). Regresó a Londres, acompañado por Germain Nouveau, en 1874, y escribió su última obra, Las iluminaciones, cerca de cincuenta poemas en prosa que proyectan sucesivos universos y proponen una nueva definición del hombre y del amor. A los veinte años, abandonó la literatura. La segunda parte de su vida fue una especie de caos aventurero. Empezó como preceptor en Stuttgart, se alistó (y desertó luego) en el ejército colonial holandés y viajó en dos ocasiones a Chipre (1879 y 1880). Después de distintas escalas en el Mar Rojo, se instaló en Adén y más tarde en Harar (Etiopía). Se dedicó al comercio de marfil, café, oro o cualquier producto que consiguiera por el trueque de alguna mercancía europea; también envió informes a la Sociedad Francesa de Geografía. En 1885 volvió a Adén y vendió armas. Atravesó el desierto de Danakil y se tomó un tiempo de descanso en Egipto. Por último regresó a Harar, donde prosperaban sus negocios. En 1891, aquejado de fuertes dolores en la pierna derecha, volvió a Francia, donde le fue amputada y murió poco después en un hospital de Marsella.

PINGLO: Una voz en la memoria


Quién no ha cantado alguna vez, en un arrebato de patriotero criollismo, aquella hermosa canción que empieza diciendo "la noche cubre ya con su negro crespón...". Es El Plebeyo, el tema más conocido de Felipe Pinglo y tal vez la condena de que su obra haya sido poco y mal investigada en el Perú. Al celebrar el centenario de su nacimiento y esta crónica alerta sobre la necesidad de saldar cuentas con su legado musical.
En un reciente homenaje por el centenario de Pinglo, Manuel Acosta Ojeda, uno de los más versados conocedores del bardo y sus andanzas, dejó para la platea una valoración que debería tomarse en cuenta: "Aquel verso de Señor, por qué los seres no son de igual valor es tan importante en nuestra música, como el poema Masa de Vallejo o los Siete Ensayos de Mariátegui lo son para nuestra cultura". En los últimos días se ha realizado varios homenajes al compositor barrioaltino, se ha lanzado algunos discos recopilatorios de su repertorio interpretado por voces famosas del Perú, pero la idea que permanece sobre la mesa es que el análisis de su obra es una asignatura pendiente en comparación con la de los mencionados exponentes de la cultura nacional.
De Pinglo se sabe que amaba la bohemia, si bien él mismo no era lo que se dice un bohemio; se sabe que varias de sus composiciones reflejan personajes y situaciones de su tiempo, con tanto valor como las acuarelas de Martín Fierro reflejan el suyo; se sabe que su trabajo incorpora ritmos foráneos como el fox trot, el boston y el one-step para darle nuevos matices al valse y la polka; se sabe que era zurdo, que rengueaba y era enfermizo, que componía sobre la marcha en cualquier pedazo de papel. Pero la pobre investigación sobre su legado permite que los supuestos conocedores se hayan sorprendido con la reciente revelación de que su hija posee no treinta sino cincuenta composiciones inéditas del bardo, de las que incluso ella desconoce la música. El hecho trascendental es que el peruano de la calle no tiene conciencia de Pinglo más allá de El Plebeyo, cuando varios especialistas no dudan en comparar su obra con la de extraodinarios íconos musicales contemporáneos suyos como el propio Gardel en Argentina, Rafael Hernández en Puerto Rico o la mexicana María Grever. La particularidad de Pinglo está en la opción de retratar a los marginados de la sociedad. Juan Luis Dammert afirma categóricamente que sus personajes "son lecciones de historia para el que los encuentra". "Como en un cuadro de Brueghel o en una procesión del Señor de los Milagros, la gente se aprieta en sus letras, circula, va en auto, da direcciones de nichos, vende picarones -explica Dammert-. Parece un retablo de la vida entre la ciudad y el campo, cuyos amplios ejes de significación se deslizan entre la pureza quieta de la aldea y el veloz frenesí del cabaret, lugares símbolo de la vida moderna. El bohemio contra el labriego, el saltimbanqui del amor. Las mujeres que habitan esos polos de traición y fidelidad, una corte de personajes que reflejan definitivamente la república que Pinglo ve y escucha en las calles de Lima durante las primeras décadas del siglo XX". La importancia de su producción, no obstante, ha quedado difuminada por una serie de factores institucionalizados con el tiempo. "Se le ha hecho mucho daño a su obra -insiste Acosta Ojeda-, especialmente con los popurrís. En este tipo de recursos comerciales se arma un tema en base a porciones de otros temas famosos. Por desgracia, todo el trabajo que hizo el compositor con tanto esfuerzo pierde toda su grandeza".

De arquero del Real Madrid a el latin lover americano. Julio iglesias.


Nació en Madrid en el seno de una familia noble y desde niño, siempre quiso ser deportista: futbolista profesional. Estudió abogacía en su país. Cuando jugaba como portero en el equipo de fútbol del Real Madrid, sus aspiraciones se vieron truncadas. A sus 20 años, un accidente de coche lo dejó semiparalítico durante casi dos años. No había esperanza de que volviera a andar. Para calmar su angustia, el enfermero que le cuidaba le regaló una guitarra. Le apasionaba la poesía y para acompañar los versos tristes y románticos que iba componiendo, aprendió a tocar este instrumento.Lejos de los campos de fútbol y una vez recuperado, viajó a Londres para estudiar inglés, donde algunos fines de semana cantaba en un pub, el Air Port Pub, temas que eran populares por aquel entonces, de Tom Jones, Los Beatles... Fue en Cambridge, donde conoció a Gwendolyne quien sería su novia y, más tarde, uno de los éxitos musicales que le lanzaron al estrellato.Un buen día, llevó a una discográfica su primera canción con el fin de que algún cantante famoso quisiera interpretarla. “¿Por qué no la cantas tú?”, le preguntaron en la compañía. Y así es como sucedió. En 1968, se presentó al festival de música de Benidorm y lo ganó con la canción La vida sigue igual. Durante la siguiente década, las letras de sus canciones y sus románticas baladas, lo llevaron a innumerables presentaciones a través de Europa, Asia y América Latina. Se había convertido ya en un gran cantante.
Con el triunfo, los viajes, y las ganas de vivir, a Julio Iglesias sólo le faltaba poner un amor en su vida: Isabel Preysler. Con la que se casó en 1971 y tuvo tres hijos: Chabeli, Julio José y Enrique. Pero la relación –insostenible en los últimos años- se disolvió.
Julio Iglesias se dedicó, entonces, a viajar por el mundo para dar a conocer su música. Para hacerse con un lugar privilegiado en el ámbito musical. Y así fue. En 1978, firmó un contrato con la CBS International y comenzó a grabar en francés, italiano y portugués, además de español.
En 1983, recibió el primer y único Disco de Diamante. El premio le fue concedido por el libro Guinness de los Récords, después de que éste consiguiera vender sus discos en más idiomas que ningún otro artista en la historia de la música. En 1984, grabó su primer álbum en inglés, 1100 Bel Air Place, -logró ser Disco de Platino- y un año más tarde, se le otorgó una estrella en el Camino de la Fama de Hollywood. Conquistado el mercado anglosajón, Julio Iglesias vuelve en la década de los noventa a sus composiciones en español. El cantante no olvidará fácilmente el 8 de septiembre de 1997, la noche en la que el productor y compositor latino Emilio Estefan le entregó el premio ASCAP: el más prestigioso honor de la Asociación para las Artes. Era el primer artista latino que recibía un galardón que había sido ganado con anterioridad por Frank Sinatra, Ella Fitzgerald y Barbra Streisand, entre otros.Con su penúltimo álbum, La carretera, se convirtió en el primer artista español, que en un día de venta consigue un disco de platino. Después de tantos triunfos, Julio Iglesias fascinante, triunfador y con un excelente sentido del humor, está satisfecho por toda su carrera. Ahora, el cantante, tras deleitar con su voz a tantas y tantas generaciones, busca reconquistar no sólo a su antiguo público sino también a la juventud, que según Julio “tiene muy buen gusto”.Nada más y nada menos que el artista español más famoso del siglo XX, Julio Iglesias: una incomparable voz en el panorama internacional.
Pocos saben que el conocido éxito “Si me dejas no vale” en apogeo hoy en un ritmo latino. Fue cantado ya en la década del 70 por Julio en Castellano y en Italiano con el nombre “Se mi lasci non vale”.

El primer poema publicado por César Vallejo fue descubierto en Cerro de Pasco



Ricardo Gonzáles Vigil, el vallejólogo más importante del Perú ha publicado en su nueva edición crítica de Los Heraldos Negros, el primer poema que Vallejo publicara a sus diecinueve años en Cerro de Pasco. El descubrimiento es importante por que anteriormente lo que se conocía como la primera publicación en un medio escrito de Vallejo fue el cuarteto que Clemente Palma criticara con malévolas sugerencias.

SONETO
El día toca a su fin. De la cumbre
Un enorme risco baja el rebaño
Pastor garrido que con pesadumbre
Toca en su quena un yaraví de antaño.

El sol que lento cae, con su lumbre
Da un tinte de misterio y de tristeza
A un campo de solemne soledumbre.
La aurora pasa suave. La noche empieza.

La choza pastoral está a la orilla
De un río de corriente silenciosa;
Hila en la puerta una india candorosa.

Después los labradores en cuadrilla
Rendidos se recogen a la choza.

Da las seis el reloj de una capilla.

Noviembre de 1911

Este es el primer poema publicado por el poeta (Lo firma “César A. vallejo” así firmó sus versos y artículos mientras vivía en el Perú, en Europa firmará “César Vallejo”) conforme a un reciente hallazgo de Hugo Arias Hidalgo. Apareció en el semanario El Minero ilustrado, número 782, Cerro de Pasco, 6 de diciembre de 1911, pp. 601-602. refiere Esteban Pavletich que en mayo de 1911 Vallejo arribó a Cerro de Pasco, siendo contratado allí por el acaudalado minero, hacendado y político Domingo Sotil, “El sordo” para ser preceptor de sus dos hijos, para lo cual fue conducido a la hacienda Acobamba (En la provincia de Pasco).

El poema está cargado de un hondo lirismo andino, en el que la imagen de pastores y una hilandera india se funden en un atardecer serrano. La descripción de un atardecer andino es fiel a su tristeza y pesadumbre, con versos endecasílabo de métrica italiana y no francesa (verso alejandrino) lo delatan como un admirador de los clásicos españoles, aspecto que fuera atestiguado por Antenor Orrego y Oscar Imaña.

Refiere Gonzáles lo curioso de aquel año en que H. Bingham descubre Machupicchu, Eguren edita “Simbólicas”, Arguedas nace en Andahuaylas, mientras que Mariátegui entrega su primer escrito periodístico.

El “Zurzur”: Las batallas infantiles que nunca volverán.



Fue un día de escuela cuando descubrí ese juego inocente que en ocasiones terminaba en combates sangrientos. Una pequeña lata giraba a miles de revoluciones por minuto sostenida en un eje hecho de una cuerda liviana. El artefacto era de sencilla construcción, bastaba una chapa, esas tapas metálicas de las bebidas gaseosas. Para fabricarlo había que trabajar arduamente. El trabajo empezaba al martillar la chapa con golpes constantes hasta convertirla en una delgada lámina. Luego se quitaba esa plomiza esfera plástica que servía de empaquetadura, quedando la plateada circunferencia desnuda. No sé a ciencia cierta el misterio de la eficacia, pero las chapitas de Coca Cola y de la cerveza Cristal eran las más recomendables para tal fin. No sé si eran de un material distinto o la simple psicología de la niñez que así lo creía.
El trabajo de afilar era minucioso, se afilaba en una piedra frotando la metálica lámina con insistencia, poco a poco se iba convirtiendo en un filoso instrumento capaz de tajar un lápiz. Era fabuloso probar su filo en cualquier madera y ver su eficacia tajando briznas, desastillando maderas. Dos agujeros menudos y equidistantes en el centro terminaban con la construcción de ese juguete que entrañaba siempre algunos peligros. Pero para echarlo a andar se necesitaba de un accesorio final, un hilo que atravesaba por los pequeños hoyos previamente elaborados con un delgado clavo. Una vez ensartada la lámina se anudaba los cabos. La cuerda se sujetaba con los pulgares y la lámina esférica quedaba al centro. Los movimientos repetidos hacia delante de los pulgares, con el fin de torcer el hilo para conseguir un efecto de propulsión venían luego. Cuando los hilos estaban lo suficientemente torcidos se tiraba con los pulgares hacia afuera y la lata empezaba a girar y girar. Entonces su sonido se escuchaba como un canto nocturno zur…zur… zur…zur… una y otra vez. Estaba listo para la lucha, zumbando, girando. Era un arma peligrosa si no se tenían ciertos cuidados.
El oponente, provisto de un arma similar blandía su filosa hoja buscando cortar el hilo que sostenían los pulgares del contrincante. En el fragor de la infantil batalla se encontraban las chapitas en esquivas cabriolas y a veces unas chispas relucían en combativa muestra de la vehemente lucha.
Aquellos combates en ocasiones se alargaban por minutos como dos espadachines en encarnizada querella. Otras veces el ataque frontal y el afán continuo de cortar los hilos del oponente acababan cortándole los dedos o lastimándole la mano, Pero finalmente un certero corte rompía los hilos del rival liquidando el combate y la filuda lata se caía en rápida huída rodando casi avergonzada. Ese era el epílogo de la batalla. Entonces el perdedor quedaba con los hilos enredados en los pulgares y con la vergüenza clavada en el alma. El vencedor seguía haciendo zumbar el zurzur victorioso mientras esa onomatopeya de su grito repetía ese sonido tenue: sur… sur…

Hoy otros combates nos atañen, otras derrotas, otras heridas más grandes y menos visibles. Porque la infancia se marchó como aquella chapita que huía despavoridamente avergonzada cuando el juego terminaba.

MANUEL SCORZA: Autor de los versos de amor más significativos de la poesía peruana.



Manuel Scorza fue un narrador de primera línea Como editor, da comienzo a la empresa Populibros, que promocionará la venta de libros de pequeño formato, que se venden masivamente en todo el país. En 1970, Scorza se traslada a París donde escribe sus novelas. Sus obras han sido traducidas a 36 lenguas extranjeras convirtiéndole en uno de los autores más traducidos.
Premio Nacional de Poesía 1956. En 1954 ganó los tres premios de los Juegos Florales convocados por la Universidad Nacional de México, con motivo de su IV Centenario. Cuando se encontraba exiliado. Fue autor de varios libros de poesía y narrativa Ha publicado: Canto a los mineros de Bolivia (México, 1953), Las imprecaciones (1955), Los adioses (1959, 1960), Desengaños del mago (1961), Réquiem para un gentilhombre (1962), Poesía amorosa (Antología) (1963), El vals de los reptiles (1970), Poesía incompleta (1970), Redoble por Rancas (1970), Garambombo, el Invisible (1972), El jinete insomne (1976), Cantar de Agapito Robles (1976), La tumba del relámpago (1978), La danza inmóvil (Barcelona, 1983).
Íbamos a vivir toda la vida juntos/Íbamos a morir toda la muerte juntos/Adiós. /No sé si sabes lo que quiere decir adiós/Pero ¿Qué pasó con la poesía de Scorza? Su poesía fue el arduo y minucioso trabajo de la elaboración pulcra y la genialidad de las figuras literarias, el verso libre nunca se lució con tan aguda maestría en poemas amorosos y sociales, hizo una fusión del amor y la sociedad que lindaron con la perfección. Su poesía lamentablemente fue opacada por la relevancia de su prosa, quedó sumida en un plano secundario al que poco se ha accedido. Su poesía simplemente no fue muy difundida pese a los méritos indiscutibles de su verso.
En uno de los poemas más telúricos de su libro “Los Adioses”, en esa joya del arte llamada Serenata Scorza se luce en su palabra: Íbamos a vivir toda la vida juntos/Íbamos a morir toda la muerte juntos/Adiós. /No sé si sabes lo que quiere decir adiós/Adiós quiere decir ya no mirarse nunca,/vivir entre otras gentes/reírse de otras cosas,/morirse de otras penas./Adiós es separarse, /¿Entiendes?, separarse,/olvidando, como traje inútil, la juventud./ ¡Íbamos a hacer tantas cosas juntos!/Ahora tenemos otras citas/Estrellas diferentes nos/ alumbran en noches diferentes/La lluvia que te moja me deja seco a mí/Está bien: adiós/Contra el viento el poeta nada puede/A la hora en que parten los adioses,/el poeta sólo puede pedirle a /las golondrinas/que vuelen sin cesar sobre tu sueño.
Manuel Scorza dejó de existir a los 55 años de edad, cuando su obra estaba en plena vigencia y acababa de publicar, apenas en febrero de ese año, su última novela: "La Danza Inmóvil", que significaba una ruptura radical con el ciclo de La Guerra Silenciosa. El impacto social que tuvo su obra en prosa fue fundamental para eventos de marcada repercusión en el Perú. Fue el inspirador de la Reforma Agraria, por su novela “Redoble por Rancas” se le concedió la libertad a Héctor Chacón, el nictálope, quien se hallaba preso en la prisión del Cepa. Tuvo una época gloriosa cuando vivió en México, económicamente gracias a su trabajo le fue exitosamente para luego perderlo todo. Publicó y edito millones de libros de varios autores latinoamericanos. Murió en un accidente aéreo, sus restos no fueron encontrados.

De Oropeles y abandonos de ayer y de mañana



De Oropeles y Abandonos, es el título del libro que hace unos años publicó en Cajamarca la escritora Mónica Buse. En él narra los acontecimientos más importantes sucedidos en Cajamarca desde 1900 a 1950. Aquellas cosas que en nuestra vida se volvieron cotidianas y que hoy nos parecen tan comunes que nunca nos hemos detenido a pensar como fue que sucedieron o que llegaron hasta aquí.
En el libro se narra, por ejemplo, la llegada del primer automóvil a Cajamarca, el primer accidente de tránsito, el primer avión que llegó a Cajamarca, cuyos pilotos, por cierto, al intentar despegar de regreso a casa se vieron con un terrible obstáculo que les hizo imposible el retorno. Una vaca se atravesó en su despegue y el avión se estrelló con ella, matando a la vaca y destrozando la nave.
O el trabajo conjunto de hombres cajamarquinos que hacían la carretera de Cajamarca a la costa. Las primeras prostitutas brindando sus servicios a elegantes caballeros de terno, corbata y sombrero de paño. Las primeras bebidas gaseosas elaboradas por la familia Trigoso. La primera hidroeléctrica, brindada por don Eloy Santolalla, etc.

Todo lo que hoy desconocemos con fechas y en sus primeros momentos. Hoy entre miles y miles de carros que circulan por la ciudad no nos hemos puesto a pensar cuando fue ese primer día que uno de ellos llegó. Por que a cada momento hay algo nuevo que invade Cajamarca, es parte del progreso en algunos casos, parte de nuestra evolución o regresión social. Todo depende de
Otra noche apareció una mujer parada en una esquina masticando un chicle y con actitud de espera, luego fueron dos, tres, ahora son parte del paisaje nocturno de la ciudad.cómo se lo vea, de cómo se lo aprecie.

Los primeros adelantos tecnológicos llegaron paulatinamente. Llegó el teléfono celular cierto día, llegaron las computadoras y con ellas las cabinas de Internet. Los clubes nocturnos llegaron un día y se instalaron en las avenidas no muy céntricas. Otra noche apareció una mujer parada en una esquina masticando un chicle y con actitud de espera, luego fueron dos, tres, ahora son parte del paisaje nocturno de la ciudad. Se hablaba después de poner un burdel con higiene y garantía. La iglesia católica protestó, las iglesias protestantes y las sectas se rasgaron las vestiduras y dieron gritos de repudio. Nadie sabe cuando ni como, lo cierto es que una moderna construcción se edificó cerca de la ciudad. Muchas chicas de minifalda llegaron hasta el lugar y el burdel se instaló como un mal necesario o como algo simplemente necesario que nada tiene de malo.

Hace poco, apenas unos días, se puso en funcionamiento la primera escalera eléctrica y el primer ascensor de uso público en un moderno centro comercial que también es el primero de esa envergadura y la gente se quedó impresionada. Se empezaron a hacer las colas para usar la escalera, para subir al ascensor, la novedad se extendió por la ciudad y muchos curiosos llegaron a la escalera y al ascensor. Del mismo modo que hace más de medio siglo lo hicieron en el cine “Aurora”, el primero en instalarse en Cajamarca.

De todas estas cosas solo quedará la historia. La Mónica Buse de este siglo tendrá oficiosa labor de investigación. Otros nombres la escriben y la escribirán, otras novedades. Quizás de aquí a unos años, cuando todas las casas tengan escaleras eléctricas, les contemos a nuestros nietos, sí aún podemos llegar hasta esos días… Me acuerdo cuando llegó la primera escalera eléctrica a Cajamarca fue en el 2006, en un centro comercial que para ese entonces era muy moderno. Entonces ellos nos mirarán con ternura y escucharán nuestras historias de ahora en ese mañana distante.

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