Una vez más para
mortificación de los padres de familia de Cajamarca se vuelve a aplicar la
zonificación educativa en esta ciudad.
Zonificación que resulta una verdadera aberración porque es discriminadora,
excluyente, selectiva, segregacionista, separatista, prejuiciosa, tirana, absolutista…
etc.
Pese a que la “Zonificación
Educativa” no fue avalada por el Ministerio de Educación, el director de la
Ugel, José Manfredo Martínez Oblitas, se ha empecinado en aplicarla y en causar
un profundo malestar en la comunidad de padres de familia de la comunidad
educativa.
¿Qué pasa con los
padres de familia que tienen cuatro o cinco viviendas en la ciudad?
Sencillamente tienen mayores posibilidades de matricular a sus hijos en
distintos colegios, en conclusión la norma es discriminadora.
¿Qué pasa con la
gente de la zona rural que quiere venir a estudiar en la ciudad? Simplemente no
puede aspirar a ello porque no es su zona, así que debe conformarse con
estudiar en el campo y no pretender más.
La zonificación
educativa es absoluta y totalmente descabellada y ha sido repudiada por los padres
de familia quienes han criticado con severidad la tozudez del director de la
Ugel. La norma no se aplica en otras provincias de la región, menos del país;
es una norma que quiebra la igualdad, rompe los derechos y uno fundamental como
es el derecho a la educación.
Si ya los exámenes
de admisión a los distintos centros educativos estaban prohibidos por el
Ministerio de Educación, resulta una afrenta mayor que se pretenda que solo los
alumnos que viven en la periferia de un colegio puedan estudiar en él y excluir
a los demás.
Hecha la ley, hecha
la trampa, los sufridos padres de familia ante la imperiosa necesidad de
matricular a sus hijos en determinado colegio recurren a una serie de
artificios para conseguir su objetivo, el primero es conseguir recibos de agua
y luz de vecinos del colegio elegido, luego se recurre a la leguleyada de “olear y sacramentar” el
domicilio en un notario generoso, solícito y servicial, por último se obtiene
un nuevo DNI con nuevo domicilio y todo marcha sobre ruedas, la trampa está
hecha – a eso obligan a los padres de familia, quienes porque sus hijos no
pierdan el año hasta infringen la ley-
Un gobierno que
hablaba de integración y de unión, de fortalecimiento de bases donde los pobres
serían los primeros no puede ser discriminatorio y la zonificación educativa lo
es.
Los padres de
familia no pueden ser maltratados de esa manera, ni por las instituciones
educativas, ni por los funcionarios y sobretodo el director de la Ugel. Los
alumnos no merecen esta vejación que no tiene sentido alguno y que solo
restringe la libertad de estudiar donde uno quiere o donde uno se siente mejor.
Es hora de que intervengan las autoridades como Ministerio Público, la misma
Región de Educación – rompan la
autonomía de los tercos- y que se respete el derecho universal de los
educandos, el derecho a la educación.