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jueves, noviembre 30, 2006

Primero de diciembre, día mundial de lucha contra el SIDA



El Día Mundial contra el SIDA, el 1 de diciembre, es un día para recordar y demostrar solidaridad con las personas infectadas y afectadas por el VIH y el SIDA. También es una oportunidad para reclamar mejoras en sus vidas y terminar con la pandemia mundial. Cajamarca no es una ciudad que escape a esta pandemia, estamos infestados de clubes nocturnos y de personas que encontraron en el servicio sexual una manera de ganarse la vida. Vivimos en una urbe circundada de lupanares. Y de desdichados que las regentan amparados en leyes débiles e indiferentes.


¿Alguna vez has pensado que para cuando acabe el día mil personas habrán muerto a causa del SIDA en Sudáfrica? ¿O que cada mañana en India, 5,7 millones de personas se despiertan sabiendo que son seropositivos? ¿O que en los países en vías de desarrollo solamente el 12% de las personas que necesitan un tratamiento antirretroviral lo reciben? ¿Y que cuando acabe este día cuatro mil personas habrán sido contagiadas con la enfermedad?


El Día Mundial contra el SIDA, fundado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1988, ha sido designado especialmente como un día para recaudar fondos para combatir el VIH y el SIDA, sensibilizar a la gente sobre la enfermedad y luchar contra la estigmatización y el prejuicio. A menudo se piensa que el seropositivo o que el contagiado es un marginal que debe ser condenado al destierro y discriminado en todos los ámbitos. Una errónea información hizo creer que el SIDA era una enfermedad que solo se daba entre homosexuales o bisexuales, hoy se ha demostrado que el SIDA ataca silenciosamente a homosexuales, heterosexuales, niños, recién nacidos y ancianos, es decir a todo el género humano. Actualmente por cada tres hombres infectados existe una mujer infectada, cuando anteriormente la cifra era de diez hombres por cada mujer. El motivo, la infidelidad que al igual que la enfermedad es silenciosa. Muchas mujeres probas fueron contagiadas en deslices amorosos de sus parejas, en furtivos encuentros sin medios preventivos que los protejan y sin saberlo y sin quererlo han condenado a una muerte lenta a su pareja.


La prevención del VIH da resultado, pero necesita orientarse y sostenerse. Los nuevos datos ponen de manifiesto que la ampliación de los programas de prevención del VIH que están orientados y adaptados a las personas más expuestas al riesgo de infección por el VIH están haciendo avances: mayor uso del preservativo, aplazamiento del inicio sexual y menos parejas sexuales. No importa ya como empezó la enfermedad, tampoco si es una plaga del Apocalipsis, Importa qué podemos hacer nosotros por ello, por aquellos que tuvieron el infortunio de contagiarse consciente o inconscientemente, por aquellos inocentes contagiados y mutilados de esperanza para siempre, por aquellos que en nuestra patria no pueden pagar un tratamiento tan costoso.


Más que el propio SIDA puede matar nuestra indiferencia, la crueldad vulgar del que ignora y de aquel que piensa “Nunca a mí”. La indiferencia es la enfermedad más letal de la humanidad, la que puede acelerar las muertes de tantos infortunados que pueden recibir un poco de esperanza mientras aguardan ese instante que un día nos llegará para todos.

Cuando los reinos se abren



El fin de semana se presentó en Cajamarca el libro de Érika Almenara, coincidía con el día de la no violencia a la mujer. Érika se lució con brillantez como suele hacerlo en su ciberespacio, su verbo es sencillo y sabe calar en lo más profundo de los sentimientos. A diferencia de otras presentaciones el recinto estuvo lleno, aún los grupos de poetas que se han disgregado por afanes mezquinos de protagonismo, esa noche se dieron cita para conocer a la autora de “Reino Cerrado”.

Pocas presentaciones de libros en nuestra ciudad tienen tanta acogida como la tuvo la presentación de Érika, pocas veces se congrega una mixtura tan plural en un evento de esta naturaleza. Fue la oportunidad esperada para conocernos personalmente, pese a que veníamos trabajando juntos en el proyecto hacía varias semanas. Fue la oportunidad para revisar el inventario de los días en un año que ha sido prolífico en cuanto a obras literarias. También pude conocer personalmente a Cesi del Angla, un transexual que tuvo la gentileza de asistir esa noche, un ser humano que fue aplaudido por su lucha a favor de su comunidad y por su valentía para vivir honestamente en un mundo deshonesto donde la mentira es el pan nuestro de cada día. Y hubo muchas fotos para retratar ese momento, poetas, público asistente, declamadores, cantantes, todos en un momento feliz. Momento de poesía telúrica y dulce. Érika Almenara fue la reina de aquella noche azul, remató la faena con un discurso que la conllevaba a un nacimiento nuevo, a ser una hija de Cajamarca, una voz en la garganta del Cumbe, aquí donde Atahualpa y miles de indígenas derramaron su sangre en esa plaza hoy reconstruida sobre tardes negras del pasado. O como ella misma lo narra en su blog: www.littlegirlinblue.blogspot.com

“…Las 7PM. Hora de partir hacia el INC de Cajamarca. Sentir nervios, comenzar a beber vino, fumar tres cigarros, conocer a Jaime Abanto, su sabiduría, su sencillez, su buena disposición, su cariño. Compartir con otros poetas, sentirme en casa. Recibir el saludo cordial de extraños que me felicitan y en sus rostros pintan sonrisas inolvidables.


Las amigas del colegio, las chicas de cada día, de cada fin de semana, las del gimnasio, las de aquellas mañanas de desolación y desencanto siempre detrás de una para darle el pie de salida hacia la nueva vida. El buen cariño, el buen cariño tantas veces nombrado y compartido: Janet, Maggy, Juanita y Leyla.Rostros conocidos y desconocidos frente a mí con el mejor de los dones que la humanidad puede ofrecer, compartiendo conmigo, temblando conmigo, inflamándose con cada palabra de Socorro Barrantes, William Guillén y Jaime Abanto.


Mi Reino comienza a abrirse y me siento una ALMENARA que se consume al pararse frente a su público para dirigir las palabras de agradecimiento. Y digo, y siento que Cajamarca me hizo “despertar” de una forma especial a la vida. Que yo me he modificado en esta ciudad, que me he re-creado, he re-creado mi cuerpo; y que por tanto, puedo decir que Cajamarca, también me ha parido pues ha encendido mis luces.Podría sonar tonto pero yo esta noche sentí a la humanidad. Estaba fuera de mi Lima, acompañada por gente no sólo de Cajamarca, sino también de otros lugares de este Perú que se dibuja distinto frente a mis ojos. Estaba rodeada de personas de distintos mundos, de distintos sexos y distintos sueños: un pequeño trozo de humanidad junto conmigo. Y me digo "es eso, Eri, de eso se trató siempre, de compartir con la gente, de mezclarse con ella y de hacer algo a través de lo que sabes hacer: escribir". Es en la misma gente donde me reencuentro conmigo, es en la palabra de un transexual que me dice que si hubiese nacido mujer, le hubiese gustado lucir como yo, donde me afirmo; es en la palabra compartida con el otro donde existo…””Gracias Cajamarca”.

Y gracias ti Érika por abrirnos tu reino. Reina azul de la poesía.

martes, noviembre 28, 2006

El Genio y arrebatos del poeta césar Vallejo. Descubren artículo inédito de Vallejo.




En los últimos meses de 1917 vallejo deja su Trujillo poético y se dirige a Lima, los motivos. El tormentoso amor con Zoila Rosa Cuadra (Mirtho), que llegó a su fin ese año, así como las inclementes críticas que sufrían sus poemas por parte de ciertos críticos trujillanos. Dejó su tercer año de Derecho en la Universidad de la Libertad y se fue a realizar la labor periodística en Lima. Es ahí donde conoce a Mariátegui (El Tiempo), Luis Góngora (La Crónica), Gastón Roger (La Prensa) e incluso Clemente Palma y a Valdelomar. Además de encontrarse con sus entrañables amigos Alcides Spelucín y Víctor Raúl Haya de la Torre. La primera semana de 1918 ve publicado su famoso poema “Los Heraldos negros” en la revista “Mundo Limeño”

En un artículo que Vallejo Titula la intelectualidad de Trujillo, omite a dos poetas (Víctor A. Hernández y Santiago R. Vallejo) que no merecían, según Vallejo, mencionarlos porque estaban en otra línea poética y que además no pertenecían a la llamada “Bohemia de Trujillo”. Es entonces que la escritora trujillana, afincada en Lima, Carmen Rosa Rivadeneyra, le sale al frente a través de un artículo a lo que Vallejo responde con un inédito artículo descubierto hace pocos días:


La intelectualidad de Trujillo.

Al comentario a mi artículo de este mismo título de El Comercio del 4 del presente, publicado en la edición matinal de este mismo diario del 5, y cuyo tono de cortesía para mí agradezco, voy a contestar solamente ahora, retardado por ajenos motivos.

Indudablemente, Víctor A. Hernández y Santiago R. Vallejo hicieron una labor literaria muy estimable. Pero yo no me he ocupado sino de los escritores modernos que han renovado completamente el ambiente intelectual de Trujillo en los últimos años y que están en plena producción actual. He tratado sólo de este nuevo brote espiritual que está aún temblando de frescura, de fervor juvenil y de orientaciones artísticas del día. El espíritu de mi artículo tiene, pues, su marco preciso. En él están sólo los nuevos, los que traen horizontes flamantes desconocidos en Trujillo, donde cierto círculo docente que aún cree que la poesía consiste en escribir "tristura" para conchabar este "ura" con el "ura" de "montura", pongamos por caso; donde este tinterillaje del arte, en confabulación con sapos y mercachifles, pretendió siempre tergiversar los valores y hacer de la suya, pero que por fin ha cedido ante aquellas energías mozas y fecundas.

No es, pues, inexplicable la omisión. Y si de alguien olvidé es de Felipe Alva, poeta de verdad, conocido en Lima y que también ha luchado heroicamente contra los morosos a toda renovación.

Esto es todo.

Debo también hacer presente que mi artículo en cuestión apareció con algunas incorrecciones de sentido, debido a inadvertencias tipográficas, y que, después de todo, no lo comprometen.
César A. Vallejo
Lo que muestra que el genio creador de Vallejo también tenía un genio ardoroso cuando de batallar en la prensa escrita se trataba.

El hombre que alimentaba a las palomas




Él es un hombre de ácidos comentarios de prensa. Lo conocí hace muchos años cuando gané un campeonato de ajedrez y él fue el encargado de entregarme el premio. Sus ojos verdes contrastan con su amor a la naturaleza. Es un viejo periodista de la ciudad, a menudo hace críticas certeras y agudos comentarios radiales desde su espacio.

Por los comentarios que hace podría pensarse equivocadamente que es un hombre amargado y que difícilmente sería un hombre feliz, eso puede pensarse cuando se lo juzga con premura. Hace unos días yo caminaba por el jirón Amalia Puga, distraído y pensativo. Fue en ese preciso instante cuando uno de los paisajes más increíbles de mi vida surgió de la nada.

Un hombre, solitario en medio del atrio de la iglesia se regocijaba lanzando maíz a las palomas, un gran grupo de ellas se acercaban hasta él y les lanzaba maíz con cariño y amor. Un halo invisible de felicidad lo rodeaba. Me detuve en el acto y me acerqué hasta la metálica reja a contemplar ese paisaje singular y bello, cuando el hombre se volvió instintivamente, en uno de esos arrebatos que solemos tener los seres humanos cuando sentimos que alguien no está mirando. Al verlo mi estupor fue inmenso. Era él, el periodista que tantas veces había oído renegar por la radio, siempre defendiendo causas justas.

Me puse a pensar en todo lo que había tenido que suceder para contemplar esa imagen. Tuvo que ir a una tienda, comprar maíz molido, acercarse hasta la iglesia, repartir el maíz entre esos animalitos, sentir esa gratificación interior que se recibe cuando uno hace un bien. El hombre duro, a quien yo prejuzgaba estaba convertido en un ser casi angelical lanzando maíz y felicidad. La gente a pausas se detenía para contemplarlo mientras él parecía sentirse reconfortado con esas miradas que le venían de todas partes.

Cuando la bolsa de maíz se le terminó, se alejó un poco a contemplar desde lejos su obra. En ese momento tres chiquillos juguetones se acercaron a espantar a las palomas y quitarles su alimento. Entonces aquel hombre se acercó furioso, no alcancé a oír que les dijo exactamente, pero algo muy severo debió de ser, pues inmediatamente los niños se retiraron y las palomas nuevamente retornaron felices a su banquete.

Fue en ese instante cuando descubrí que el mundo está hecho de apariencias, que a veces prejuzgamos a las personas sin conocerlas en su real magnitud, que solo un hombre bueno y desprendido puede tomarse la molestia de gastar su dinero comprando maíz para alimentar palomas en orfandad, en una ciudad donde no se defiende a la vida, una ciudad que quiere asesinar a las garzas de un viejo árbol por el solo hecho de habitarlo, por intentar vivir en un refugio, en un habitad nuevo porque los seres humanos destruimos su medio, su mundo.

Ese día me sentí honrado de haberle estrechado la mano alguna vez, de saber que los hombres buenos no han sido exterminados por nuestra sociedad, que aún hay gente buena en este mundo, que el mundo aún puede cambiar, que mientras haya un hombre alimentando a las palomas el mundo podrá sonreír.

miércoles, noviembre 22, 2006

EL REINO CERRADO SE ABRE A CAJAMARCA.

Érika Almenara presenta poemario

“Reino cerrado” Es el poemario de la poetisa Erika Almenara. Poemario que se presentará el día 25 de noviembre en el Café El Capulí del INC a las 7:30 de la noche.

Erika Almenara (Lima. 1978) Estudió Traducción e interpretación en la UNIFE. Ha publicado un cuento en primeras historias, libro del taller de escritura creativa del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica. Ha sido finalista en el concurso de poesía de la Editorial Nuevo Ser 2005 (Argentina). estudia Literatura en la Pontificia Universidad católica y escribe semanalmente en su blog Little girl in blue. Actualmente trabaja como traductora en el Davy Collage.


I.

Palabra de animal viejo,de animal resucitado,palabra que dejo enfriar entre mis manos.Entre mis dedos la veo desangrarsey la exprimopara robarle sus últimos jugosque alguna vez fueron suavescomo lo son hoy todavíalos míos.

XIII.

El gallo ha cantado
Y no me has negado.

El gallo ha cantado y
No he sido pan ni tú, vino.

Morimos juntos en la cruz
Y así
Y quizás por ello,
No me aceptas en tu reino.





“… ¿Quién interpreta para mí? ¿Quién me explica en un lenguaje comprensible todo lo que ha venido sucediendo este último mes? Tendría que volver a revisar las antiguas teorías de traducción para aceptar que mi Babel se vino abajo y que por acá, todo es confusión…”




El libro fue presentado en Lima anteriormente por La escritora Rocío Silva Santisteban y el escritor Iván Thays quién leyó un texto de César Silva Santisteban. Reino Cerrado es un poemario versolibrista de transparencias y matices que profundizan en la ternura del dolor poético sin alejar lo cotidiano. No hay muerte sin vida ni alegría que no conlleve tristeza. La vida es un paraje de transeúntes que se pierde en los versos de la poeta, un paraje que atraviesa con temeridad pero también con desasosiego.

La verdad surge limpia y transparente como agua fresca en un mundo sediento de ella, las figuras intermitentes la adornan sin censuras y lo tornan en un poemario que deja de ser individualista para volar en el infinito del mundo y caer como gotas de lluvia que mojan a todos y esa persona non grata se transforma en verdad y nace la paradoja como un grito en medio de la oscuridad.

Dos Preguntas

¿Cómo surge Reino Cerrado?
Mi Reino Cerrado es el reino que deja de habitarse. Es un antiguo Reino que decido abandonar, así como ciertos personajes que habitaron en él junto conmigo. Reino Cerrado es el reino donde se quedaron todas las promesas sin cumplir, entre ellas "la promesa de la poesía". Reino Cerrado, sin embargo, es también la palabra. Porque, a pesar de los intentos que se hagan, la poesía, siempre será un Reino Cerrado, otro "vano oficio".

¿La poesía es una afición o una urgencia del alma?
Es jodidamente una urgencia del alma, sin dudarlo.

Una invitación a Cajamarca a la presentación de tu libro
A todos los amigos Cajamarquinos, a todas sus mujeres y sus hombres de ojos sinceros y miradas limpias, los espero este sábado para la presentación de mi Reino Cerrado. Un abrazote y gracias,

sábado, noviembre 18, 2006

Los libros no devueltos






Debo tener mil libros en mi biblioteca, durante años una de mis grandes pasiones fue la lectura, fui acumulando libros nuevos y usados en estantes rancios y cultivando las ideas de sus autores en la medida de lo posible. Pero de los mil libros una parte son herencia familiar, otra parte que es la más amplia es el resultado de adquisiciones en librerías y bazares y en baratas de toda índole, un sector más modesto corresponde a libros que me fueron obsequiados y un sector más pequeño involucra al lado oscuro de mi biblioteca. Son los libros que me fueron prestados y nunca devueltos, esos libros que habitan el lugar sombrío de la estantería y que llevan el estigma de ser ajenos aún estando varios años conmigo.

Pero como quién a hierro mata, a hierro muere, no estuve exento de ser una víctima también. Digo que mi biblioteca debe tener mil libros, pero debería tener mil cincuenta y dos. He sido víctima de cincuenta y dos préstamos irresueltos como castigo por aquellos hurtos que cometí, la vida nos devuelve con creces lo bueno o lo malo que le damos y a mí me reflejó con creces esa acción. Mi pillaje no asciende a diez tomos, no trato de minimizar mi falta, la confieso y al confesarla cierto cargo de culpa se aligera.

Se suele decir que no se sabe a ciencia cierta quien es más tonto, si el que presta un libro o el que lo devuelve, por lo que deduzco que en mi entorno está bien arraigado ese dicho. Pues hecho el préstamo viene el olvido, pasado un tiempo se borran con sutileza los nombres que pudieran delatar su antiguo propietario y finalmente un nuevo forro finiquita la oficiosa labor de apoderarse de un bien ajeno.

Tengo, o debo decir tenía como precaución una vieja libreta en la que anotaba los libros que he prestado, fecha, nombre del libro y nombre de la persona a quien presté el bien, sin embargo esas precauciones resultaron inútiles para eso cincuenta y dos libros, pues sé quien tiene cada uno de ellos y desde cuando pero no he creído prudente dar el primer paso. La libreta en mención estuvo extraviada en un vetusto maletín que no había revisado por años. La lista es larga y hay algunos libros que honestamente habían quedado sepultados en los resquicios de mi memoria. Gran parte de ellos están en poder de mis buenos amigos los poetas y escritores y otros en amigos que no he visto por mucho tiempo, una que otra novia que el tiempo se ha llevado y con ellas mis libros.

Pero hace un buen tiempo descubrí una fórmula infalible, se trata de algo muy simple. Cuando alguien me pide prestado un libro, lo justo es hacer un intercambio, así, cada vez que veo el libro ajeno recuerdo el que ha ido en compensación. Si ese alguien decide no devolverme el libro yo decido por lo mismo y estamos en un virtual empate. Hay consideraciones que se deben tomar en cuenta, como que el libro que va sopese con el libro que queda; no sería justo cambiar el Quijote con un libro de Beto Ortiz. De cualquier modo, desde que aplico este método mi Biblioteca ya no se ha visto mermada, han aparecido nuevos libros y perdido otros en ese trueque afable pero no he perdido ejemplares ni he sido víctima de pillaje alguno.

En las bibliotecas hay un gran porcentaje de hurtos de libros no devueltos que el paso del tiempo se ha encargado de saldar. Un libro ya leído puede ser un libro de consulta en el futuro porque la mente es frágil y olvida pronto y solo quedan los libros como testigos de un tiempo ido y de aquellos seres que los escribieron. Un libro es un amigo, cuando los recuerdo extraño a esos cincuenta y dos amigos que ya no están conmigo. Perdí el libro, perdí el amigo hoy solo queda esperar el olvido.

miércoles, noviembre 15, 2006

La deuda que saldó tu mirada.




Después de mucho tiempo he vuelto a encontrarte, después de años. La última vez que te vi fue en una calle descolorida en mi memoria. Apenas nos miramos y volvimos a extraviar las miradas como arrepentidos por volver a encontrarnos. Y hoy he vuelto a verte como antes, como hace doce años en que te llevaste algún poema para siempre, porque nuestro amor era casi clandestino, casi real, casi verdad y casi mentira, porque mi vida es un casi perpetuo como esos jaques que suceden en el ajedrez para no perder la partida.


He vuelto a verte como antes, cuando alguna vez caíste dormida en mis brazos, caíste, es un decir, era otra edad y otras mañanas nos aguardaban, esas tardes en que éramos cómplices de furtivas prácticas de biología que nunca se daban, esas tardes ya pasaron, ya pasaron los días en que tomabas tu bata blanca de laboratorio para llegar hasta donde nos encontrábamos. Para decir que nos amábamos, para inventarle nombres nuevos a las cosas.


El tigre de felpa que era un juguete de aquellos días murió un día despanzurrado en las manos de un niño juguetón, ese día los recuerdos que dormían en mi mente también empezaron a morir tupidos por la niebla de los días. Después que te fuiste las rosas empezaron a morir, las siemprevivas dejaron de serlo y su deceso empezó lentamente hasta caer en briznas moradas sobre el tapete de la vieja mesa.Por eso Liz, nunca fue ese tu nombre pero era la palabra que te daba alas y te hacía llegar a Némesis, la estrella, porque en el fondo eras eso, una estrella alejada de todos y que después desapareció uno años cuando fuiste a otra ciudad a estudiar otra carrera que no sea la de Filosofía ni la Biología y nuestras blancas batas de laboratorio quedaron colgadas eternamente en el olvido.No he vuelto a saber de ti hasta esta tarde en que el destino nos puso en frente. No sabía si debía mirarte o no.


Después de doce años las que creímos que alguna vez fueron heridas cerraron, o simplemente nunca existieron Némesis, por eso tu ojos se hundieron en los míos de nuevo y los míos se perdieron en tu universo. Ya no somos esos jóvenes silenciosos que bebieron agua de una piedra una mañana de sed. Tampoco diseccionamos ranas ni aves en aburridas clases de biología. Hoy otro tipo de diseccionistas nos abren el alma para ver nuestras reacciones, el tiempo se encargó de jugar a la disección con nuestras vidas. Por eso te he mirado como ayer, emocionado por el brillo de tus ojos como antes, por tu rostro de niña feliz y mirada tierna. Mañana puede ser tarde para decirte que te anduve buscando en soledades y abandonos, que no he olvidado las últimas promesas de una tarde que llovía.Los días que pasaron fueron lecciones aprendidas y aún hubo tiempo para encontrarnos de nuevo, para evocar tus manos mensajeras escribiendo versos en el infinito y tu risa inundando la casa que no era nuestra, esa casa donde habitaba el eco de diciembre, del mismo que nos fue negado después.Aún hubo tiempo Liz, de decirte que lamento las horas de ausencia que te di, las promesas incumplidas y de no haber tenido ganas de ser feliz. Tu mirada le ha devuelto a las tardes una alegría que había quedado detenida, como una deuda de vida que hoy con tus ojos ha sido pagada.

Si el águila se renueva ¿Por qué los seres humanos no podemos hacerlo?



El águila es uno de los animales más longevos que existe, puede alcanzar hasta setenta años de vida. Pero cuando estas aves depredadoras llegan a los cuarenta años sufren uno de los momentos más críticos de su vida. Su grande y fuerte pico se curva hacia su pecho y se convierte en una herramienta inútil, sus afiladas y gruesas uñas se tornan frágiles, débiles y se doblan con facilidad, y sus plumas se vuelven duras y gruesas dificultándole el vuelo. Entonces el águila debe tomar una de las decisiones más significativas de toda su larga vida: O se deja morir con un pico torcido, frágiles uñas y gruesas y pocas plumas o se refugia en lo alto de una montaña.

Si opta por lo primero será cuestión de esperar que uno de sus más cercanos depredadores se acerqué y en la desigualdad de condiciones en la que se encuentra perderá cualquier batalla. La segunda es, volar hacia lo más alto de esa montaña y ponerse a buen recaudo por cinco largos meses. Lo primero que debe hacer es golpear una y otra vez el pico inútil en contra de las piedras hasta que éste se quiebre totalmente y caiga destrozado en varios días, luego debe esperar un par de meses a que le crezca un nuevo y más fuerte pico, con una curvatura apropiada. Una vez que tiene el pico nuevo empieza a arrancarse las garras una a una hasta eliminarlas totalmente. Luego de este proceso las uñas volverán a crecer con fortaleza y la dureza necesaria para aprehender a sus pesadas presas. Una vez concluida la operación debe proceder a sacarse las plumas una a una con su nuevo pico. Entonces un plumaje dócil y nuevo le crecerá en donde hubo un torpe plumaje.

Cinco meses habrán pasado para ello, cinco meses en que el águila se las debió ingeniar para almacenar alimento y sobrevivir en desventaja. Cinco meses después de los cuales habrá renovado su naturaleza y podrá lanzarse al vacío en un vuelo largo y sin temores. Con las alas abiertas, dejando atrás ese pasado solitario y de abandono que demoró cinco meses. Solo entonces el águila está renovada para vivir treinta años más. Solo entonces será capaz de continuar con sus días de vigilancia y de captura.

Tal como el águila, si los seres humanos tuviésemos esa capacidad de rehacernos. Pero no físicamente. Si tuviésemos la capacidad de rehacer nuestra vida, dejando olvidado el pasado que nos ata, rompiendo los recuerdos hostiles y tristes como el águila a su pico, dejando las cosas inservibles del ayer al doblar alguna esquina. Si dejásemos de echar de menos nuestra propia historia con sus recuerdos de amargura. La vida sería distinta, llegada cierta edad podríamos retomar con bríos los viejos caminos y volar, volar alto, hasta donde nadie pueda imitar nuestro vuelo.

La lección de vida del águila es algo sorprendente, imitemos a ella que detiene un tiempo su vida para continuar después de una pausa con nuevos horizonte y renovada de energía y sabiduría.

martes, noviembre 07, 2006

En busca del camioncito perdido




Hace unos días se llevó a cabo en nuestra ciudad de Cajamarca el V Festival Internacional de poesía”El Patio Azul”, la euforia colectiva que nos embargó a los que tenemos vínculos estrechos con el oficio de escribir fue indescriptible. Varios poetas de América venían en blanca bandada a reunirse en Cajamarca en un festival de cuatro días. Para aquellos días, habíamos arreglado el camión de madera de mi hijo Jaime Javier, hijo al que por azahares del destino y por ignorancias familiares no veo hace tres años ni sé tampoco de él, hoy debe tener siete años. El camioncito era su juguete de madera en los días en que vivíamos rodeados de felicidad y amenos juegos. El camión fue pintado de azul, como el patio de la casa en que jugábamos a escondernos.

Durante el festival fue el ornamento perfecto en los paseos poéticos y recitales callejeros. Se paseó en la plaza, estuvo en el patio principal del INC, en el teatro, subió al Cumbe y descendió en las noches su cansancio exhausto.

El camioncito estuvo acompañando en todo el recorrido al camión mayor, aquel que transportó a los poetas varias mañanas de silencio y risa, de tristeza y canto. Este al igual que los sapos o los primates, subido en el lomo del camión mayor paseaba entretenido y seguro.

Pero como las cosas hermosas siempre llegan a su fin, el festival se terminó entre aplausos, abrazos y promesas. Y el camioncito, juguete inseparable de mi hijo en algún momento quedó confundido y nadie ha podido hallarlo, nadie ha podido dar una pista de su último paradero. Tal cual sucedió con el dueño del juguete, es decir de mi hijo.

El carrito guarda en su memoria infinitas horas de risa y de alegría, es un juguete azul cuyo significado que podría ser irrelevante para muchos no lo es para mí. Hay una necesidad urgente de ubicar el paradero, de abrazarlo y recuperarlo. No me resigno a perder ambas miradas, la de las blancas chapitas del camión y la de los ojos negros de mi hijo. Los juguetes llevan el alma las historias inventadas que los niños les contaron, encierran la alegría y la risa de sus felices pilotos, de sus caminos imaginarios.

Las últimas informaciones del día de la clausura del festival, que se llevó a cabo en el cerro Cumbe Mayo, apuntan a que una persona desconocida se estaba fotografiando con el juguete de cuatro ruedas. Si aquella persona ha guardado el carro de madera, le agradeceré remitirlo al INC o a la oficina de Antares, Artes y letras, o escribir un mail a elpatioazul@gmail.com o a jaimeja1@hotmail.com El camión es de madera, mide aproximadamente un metro de largo, color azul y lleva en la parte frontal una inscripción que dice “El Patio Azul”. Se dará una gratificación a quien lo haya guardado y la poesía, mi hijo y yo les estaremos eternamente agradecidos.

Balcon Interior

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