Todos los derechos menos la paternidad.
Tomás Angulo Mendoza es psicólogo clínico y especialista en terapia familiar. Ayuda a resolver conflictos de pareja y familiares y de hecho en muchos casos ha logrado evitar las secuelas que deja el rompimiento de un hogar. Pero por increíble que parezca, Mendoza no ha podido resolver aún su propio caso y no porque él no pueda, sino porque un juez, desde hace tres años, no establece aún un régimen de visitas para que pueda ver a sus dos hijos sin que su ex esposa se oponga.
Y casos como el de Mendoza, hay miles en el país. “A pesar de ser psicólogo clínico y saber de estas cosas, no pude resistir la pena y el dolor que me causó esta decisión de separarme de mis hijos. Ya me imagino cómo deben sufrir los padres que no están preparados para ello”, dice Mendoza.
Cuenta que un día decidió escribir un artículo en un diario de la capital narrando estos hechos y dando sus puntos de vista sobre el tema. Al día siguiente llegaron a su correo electrónico 15 mensajes de igual número de personas que le contaban su caso muy similar.
Al segundo artículo, los correos se triplicaron e incluso una persona llegó hasta su casa a contarle entre lágrimas su drama. Fue así que el 12 de noviembre del 2002 decidieron unirse para ver la manera de ayudarse mutuamente y reclamar ante la justicia el derecho de ver, criar y educar también a sus retoños. Reunidos en su casa acordaron formar la Asociación Peruana de Familias Separadas “Papás para siempre”. www.papasparasiempreperu.org Ahora cuentan con ocho mil miembros en todo el país. Desde esa fecha, ciento de padres varones se han unido a la causa de Tomás Mendoza y sus colegas de “sacrificio”. Cuentan con un equipo de abogados especializados en derecho de familia y psicólogos terapeutas que dan ayuda gratuita a los que los necesitan.
“Aquí vienen muchos padres llorando a contarnos su drama, que no pueden ver a sus hijos o que su ex pareja o ex esposa los ha ‘raptado’ para que no vuelva a saber más de ellos como una venganza por la separación o divorcio”, señala Mendoza, quien es presidente de “Papás para Siempre”.
Para darnos una idea de lo terrible que es este drama, el año pasado la asociación recibió 5 431 denuncias de padres varones que se ven impedidos de convivir con sus hijos y que no ejercen sus derechos a las “visitas”.Nadie dice que haya también padres abusivos o malos que quizá no merezcan tener o criar a sus hijos, y por ello en la asociación, el que llega pidiendo ayuda es sometido a una exhaustiva evaluación psicológica y se investiga a fondo su caso para determinar cuáles fueron los motivos por los que se separó o divorció y por qué la ex cónyuge no deja que vea al hijo o los que tuviera.“De hecho, jamás aceptamos padre alguno que no cumpla con pasar una pensión alimenticia a sus hijos, porque no se trata sólo de reclamar verlos, sino también de ser responsables tanto en la crianza y educación de los menores”, señala Mendoza.
“El sexo débil en el derecho familiar no es la mujer, sino el hombre, porque en el Poder Judicial existen muchos prejuicios entre los jueces y juezas que dicen que los hijos son de la mujer y que las mujeres sí saben criarlos y los hombres no. La ley no lo dice, pero ellos tienen ese criterio”.