Los “chasquis”, formaron parte del servicio de mensajeros indígenas del antiguo Imperio de los Incas. Es probable que aquella función la heredaran de más antiguas civilizaciones y que ellos las mejoraran.
Estaba formado por un grupo de hombres de entre los 18 y 25 años de edad; capaces de trepar montañas y llegar a páramos helados, gracias a su gran estado físico; que llevaban a cabo su trabajo a través de una red de caminos denominada “Cápac Ñan”. Ese denominado Camino del Inca, llegó a tener; aproximadamente 16,000 kilómetros de longitud; eran rutas casi rectilíneas, con un ancho de entre 5 a 10 metros.
Hoy en día aun quedan vestigios como el tramo que se inicia en el Km. 88 de la vía férrea Cusco-Quillabamba el que en su mayor parte, conserva su empedrado original a lo largo de casi 50 Km., atravesando importantes restos arqueológicos antes de llegar a la gran ciudadela de Machu Picchu.
Dicho tramo, serpentea a través de una geografía accidentada, que exhibe paisajes de gran belleza como imponentes nevados, exuberantes selvas y frondosos bosques. En Cajamarca, gracias a la obras últimamente realizadas por el Instituto Nacional de Cultura se ha puesto en recuperación esta importante red.
Muchos de estos caminos contaban con puentes de distintos tipos: de piedra, colgantes y flotantes, que eran utilizados con fines políticos, militares y administrativos; para cruzar abismos y ríos caudalosos. Cada 2 kilómetros existía una especie de zona de descanso; una cabaña rústica que era denominada "tambo", que inclusive contaba con servicios de hospedaje. En aquellas zonas de reposo, los “mitayos” se ocupaban de servir a los viajeros. En ese lugar, como en una especie de carrera de postas, esperaba otro chasqui, con el cual, el artículo del reparto, continuaba su trayecto hacia su destino final.
Dice la leyenda que el Inca Huayna Capac, penúltimo emperador, era muy amante del pescado y viviendo en los Andes, le llegaba fresco, gracias al gran trabajo de los “chasquis”.
Posiblemente se desconozca el origen del servicio de correos a pie o corredores; pero se sabe que al igual que los Incas, los Aztecas también contaban con mensajeros bien entrenados y disciplinados para cumplir un buen servicio. Los griegos y los romanos, igualmente contaron con un sistema parecido. La historia cuenta que Feidípides, un corredor griego, recorrió los aproximadamente 235 kilómetros que separaban Atenas de Esparta, para pedir ayuda luego de la invasión de los persas. Durante la República en Roma, el emperador Augusto (César Octavio), organizó eficientes servicios de correos.
Según lo encontrado en algunas tumbas egipcias, casi seis siglos antes de Cristo, ya existían los llamados relevos; quienes se encargaban de transportar los papiros en pequeñas embarcaciones que surcaban el río Nilo. Durante el siglo V a.c. Confucio organizó en China una posta real. Los persas, 500 años a.c., durante el reinado de Ciro II El Grande, crearon sus primeros servicios de postas.
El verbo quechua " chasquiy" significa "el que recibe"; “dar o recibir algo”. De allí parece provenir la derivación “chasqui”, tal como la conocemos. A decir del notable historiador Pablo Macera: "El Imperio Incaico fue un imperio de peatones y no un Imperio de Caballeros. Sus caminos no estuvieron hechos para la rueda ni el caballo, sino para el pie del hombre".