Jorge Pereyra presenta el viernes a las 7:30 en el auditorio del Centro de Información y Cultura de Minera Yanacocha (CIC) su libro de poemas titulado “Valle de Sueños Verdes”, poemario cargado de evocaciones y añoranzas en donde haciendo uso del versolibrismo plasma las más recónditas tristezas del autor así como las interrogantes de una vida que él dimensiona con notables atributos poéticos.
Valle de sueños verdes es un poemario que tiene una fuerte intención telúrica ¿es pluralista en su temática?
Es una poesía evocativa que corresponde a una etapa muy especial de mi vida, cuando vivía en el extranjero había circunstancias en que evocaba con mucha intensidad mis vivencias, mis recuerdos infantiles y juveniles en Cajamarca. Escribir es un acto de recordar para evitar que el tiempo borre aquellos momentos tan entrañables que uno ha vivido en su infancia y en su juventud, así que me propuse rescatar esos recuerdos antes de que el tiempo los borre, así surge este poemario. Desfilan una serie de personajes de Cajamarca, de paisajes de Cajamarca, es un libro de dedicado a Cajamarca y a su gente.
En su poesía hace uso del verso libre ¿Se identifica más con él o es una herramienta solamente?
El verso libre no nos pone una camisa de fuerza, permite que las emociones fluyan con más fuerza, con más naturalidad; de otro modo lo encasillaríamos, saldría un poco mecanicista el verso. A mí me gusta que el verso brote como un manantial, libremente, sin cortapisas. Soy un profundo cultor de la técnica de los surrealistas, de la técnica de la escritura automática, no dejar que nada se interponga, que no exista censura en el momento que empiezan a fluir las imágenes. Ya después habrá tiempo de hacer algunas correcciones; en mi caso es poco lo que corrijo, lo que queda es ese tsunami, ese aluvión de emociones que se descargan.
Luzmán Salas ha sido generoso y sólido en el prólogo del libro ¿Se ha sentido impactado con el elogio?
Entre escritores o poetas no nos reconocemos a nosotros mismos, tiene que venir el crítico para indicarnos hacia dónde vamos y de dónde partimos y qué es lo que estamos haciendo y por qué lo estamos haciendo. Yo considero a Luzmán como uno de los más grandes críticos literarios del Perú, sus análisis son muy profundos, en sus juicios él considera por ejemplo, que mi amor por Cajamarca determina esta vena literaria, esta creación literaria y que aparece como estuviera partido en dos: El amor por la tierra y el amor por las mujeres de Cajamarca, aparte de que desfilan familiares ya fallecidos.
¿Busca que Valle de Sueños sea un poemario existencialista además de evocativo?
Por una cuestión gratificante o digamos que al mismo tiempo también negativo, yo no he tenido la oportunidad todavía de ver fallecer a un familiar directamente, porque siempre estuve en el extranjero, siempre lejos, solo me llegaban las noticias de sus fallecimientos, no sé como hubiera reaccionado ante la muerte de algún familiar cercano. En el libro hay dos o tres poemas que hablan de eso, de cómo la muerte me ha quitado a algunos familiares y yo no estuve presente. “Los que se fueron”… es un poema en donde ellos empiezan a desaparecer poco a poco sin que yo me vaya dando cuenta.
En el poema titulado mi vida menciona: Mi vida/ es un triste adolescente que coloca semillas/ en los bolsillos de los muertos/ Mi vida/ ha sido solo un ensayo/ para aprender a vivir mi muerte. ¿Podríamos hablar de poesía fatalista?
No. Al contrario, cuando digo quiero aprender a vivir mi muerte. Yo creo que la vida es una etapa de preparación para poder afrontar la muerte de la mejor manera, lo que pasa es que muchas veces nos olvidamos de vivir. Vivimos de una manera tan alocada y desordenada y no nos damos cuenta que la vida es un proceso para entender la muerte, para aceptarla y para reconciliarnos con ella; no creo que sea fatalista, por el contrario. La vida y la muerte son como… cuando una serpiente cambia de piel, la muerte es tan natural que no tenemos porque tenerle miedo.
¿Usted cree en una vida posterior a la vida y a la muerte?
Sí. Yo considero que existe lo que llaman los universos paralelos y que los agujeros negros conectan a un universo con otro universo. La vida y la muerte es eso, son dos universos paralelos y precisamente a través de la muerte accedemos a ese otro universo paralelo. Allí volvemos a morir y nuevamente pasamos a otro universo donde volvemos a vivir, morir y pasar a otro universo. Somos viajeros en el tiempo y el espacio de una manera infinita, no creo en una muerte, creo en muchas muertes y en muchas vidas también.
¿Es este su primer poemario, es decir, en esta categoría literaria?
No. He tenido otro poemario “La puerta del Viento” que lo publiqué en el extranjero. Este poemario es el primero dedicado a Cajamarca. Vienen otros más, que ya están publicados y que más adelante se presentarán como “La otra mitad del amor” que es una poesía eminentemente amorosa y erótica. El amor siempre está presente.
¿Cuándo se presenta el libro y en donde?
El libro se presenta este viernes por la noche, a las 7:30 y les pido a todos mis amigos y amigas que me acompañen esa noche porque este libro fue escrito pensando en ellos. Se va a obsequiar un libro a cada uno de los asistentes y se leerá poesía en una suerte de un ritual, una misa poética en donde todos leamos al unísono.
ENTRE COMILLAS
“La muerte es tan natural que no tenemos porque tenerle miedo”
DATOS
· “Valle de sueños Verdes” es el sétimo libro de Jorge Pereyra Terrones y ha sido editado por el Gobierno Regional.
· El libro se presenta el viernes a las 7:30 en el CIC de Yanacocha.