En el clímax del conflicto
por el proyecto minero Conga surgieron muchos episodios dramáticos y otros
melodramáticos y mal montados, con actores y actrices frustrados.
De los dramáticos – que
fueron la mayoría- quizás uno de los más memorables es el de una joven en
la plazuela Bolognesi de Cajamarca, joven
que es atacada por un grupo de DINOES que la golpean brutalmente y la
dejan desmayada en el suelo mientras otros patean las ollas con comida que
servirían para alimentar a los protestantes.
De los melodramáticos,
están los soldados de Ollanta luego de la matanza en Celendín maquillándose con
aceptil rojo y vendándose heridas inexistentes y siendo trasladados en
helicóptero a un hospital, para hacer creer que las muertes que ocasionaron
eran justificadas, que lo hicieron en defensa propia. Una gran farsa. Nosotros
lo sabemos.
Pese a que el hecho ha
quedado registrado en video y que las escenas fueron transmitidas a nivel
nacional, un fiscal ha pedido diez años de cárcel para la víctima, es decir,
para la chica que es golpeada por una decena de policías.
La justicia peruana en su
máximo esplendor – dicen que se encontraron Evo Morales y Ollanta Humala en una reunión
de mandatarios. Evo le presenta a su ministro de Marina de Guerra, Ollanta se
sonríe y le dice: Evo, pero si ustedes no tienen mar, solo tienen el Titicaca y
apenas la mitad. Evo le responde ¿Y cómo Perú tiene un ministro de justicia?-
La mofa es evidente.
La justicia en el Perú no
es algo que destaque ¿Por qué surgieron las rondas campesinas y las urbanas?
¿Por qué las cárceles están hacinadas igual que los juzgados?
Lizeth Vásquez se llama
esta nueva víctima de un hecho absurdo y doloso, por demás vergonzoso. Quienes tenemos cercanía a la provincia de
Celendín, no podemos olvidar las muertes de varios inocentes cuyos deudos
después quedaron en absoluto desamparo – mientras el ministro decía que las huestes
de Ollanta habían disparado con “balitas de goma” cuando en realidad lo
hicieron con fusiles de guerra y hasta desde un helicóptero, un escolar de 15
años que salía de su colegio murió en esa matanza-.
Cada cierto tiempo la
historia escribe nombres, el caso de Lizeth Vásquez va a marcar un precedente
en la historia del repudio y la vergüenza con respecto a la administración de
justicia en el Perú.
Uno no siempre hace lo que
quiere/ pero tiene el derecho de no hacer/ lo que no quiere.
Decía Benedetti… y agregaba: Una cosa es morirse de dolor/ y otra es morirse
de vergüenza.