“No escondas la cabeza bajo tierra como el avestruz” le dicen
al que rehúye una situación peligrosa o no se enfrenta a un problema.
El avestruz como
mecanismo de defensa o protección coloca la cabeza y el cuello sobre el suelo
para disimular su altura y pasar desapercibida. Pero no introducen la cabeza
bajo tierra para ocultarse en un infantil gesto de “como no te veo no me ves”.
Sin embargo el
ministro de Defensa, Pedro Cateriano, sostuvo que el rebrote y expansión del
terrorismo en el Vraem y en el valle de La Convención se debe “a la política de
avestruz” que aplicaron los gobiernos anteriores.
“A esos exministros
que exigen mi renuncia les preguntaría por qué ellos cuando tuvieron el fajín
del ministerio dejaron avanzar el terrorismo”, expresó a su
llegada al Congreso de la República.
Afirmó que este
gobierno se distingue porque está afrontando la lucha narcoterrorista en la
zona, y debido a esas acciones, son los ataques de los delincuentes en el
Vraem.
Informó además
sobre la asignación de los recursos necesarios para enfrentar el terror,
abriendo nuevas bases militares en el Vraem y dotando de mayor personal y
equipamiento.
Lo dicho por el
ministro son verdades y mentiras empaquetadas en un todo que pretenden
confundir. No podemos negar la deficiente política antisubversiva que está
aplicando el gobierno quien hasta ahora solo manda al VRAEM (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro) a chiquillos
egresados de las escuelas de sub oficiales del país, directamente a la boca del
lobo.
El MOVADEF (Movimiento
por Amnistía y Derechos Fundamentales) ha hecho de las suyas en los
últimos meses, primero pretendiendo legalizar su accionar con una careta
demócrata, engañando a estudiantes universitarios a quienes llevaron a formar
parte de sus huestes como a un rebaño de ovejas.
Por otro lado
grupos recalcitrantes han generado conmoción social desde el sur hasta el norte
y del este al oeste, sin que se actúe con un verdadero sentido sancionador por
parte del Estado. Mientras tanto una camada importante de senderistas de “peso”
serán liberados en los próximos meses, es decir de la alta cúpula. A ello se
suma el accionar de un sector radical del Sutep (Sutep-Conare) que se desplaza
sin miramientos por todas las regiones realizando “campañas de organización”.
El ministro
Cateriano ha criticado a los gobiernos anteriores, es decir ha ido por el
facilismo, y no ha reconocido las debilidades y las falencias de su actual
gestión. Comisarías en ruinas, improvisación en los operativos en donde además
participan novatos sin experiencia. No se cuenta con una logística apropiada ni
tampoco con un sistema de inteligencia que pueda detectar en el VRAEM los
objetivos con claridad y prueba de ello son los resultados del último año. Es
una guerra que estamos perdiendo.
Bien podría
interpretarse que la política del avestruz también la aplica Cateriano y el
mismo Ollanta. No hay peor ciego que el que no quiere ver, el negar que estamos
equivocados, el no aceptar nuestros errores y peor aún, culpar a los demás por
ellos.