El sábado muy
temprano nos llegó la infausta noticia. El poeta peruano Antonio Cisneros,
ganador del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2010 y una de los más
importantes voces de habla castellana de los últimos años, murió el sábado en
Lima a los 69 años a consecuencia de un cáncer pulmonar informaron.
Cisneros era
considerado uno de los más importantes poetas de América Latina y su obra había
sido reconocida además con el premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval en
México, el premio Gabriela Mistral de la OEA y el premio Rubén Darío en
Nicaragua, entre otros.
El poemario
"Canto ceremonial contra un oso hormiguero", con el que obtuvo en
1968 el premio Casa de las Américas, lo catapultó al podio latinoamericano de las
letras a partir del cual logró un reconocimiento internacional.
El jurado que lo
eligió en forma unánime para el premio Neruda lo consideró como "un poeta
de notable influencia sobre las generaciones jóvenes del continente" y
"un creador siempre vigente, cuya ironía y brillante inteligencia signan
su obra y le otorgan un carácter muy sensible a la contemporaneidad".
Una de sus hijas
informó que Cisneros murió al amanecer del sábado en la casa donde vivía en
Lima, rodeado por sus tres hijos y su esposa.
El gobierno
mexicano lamentó el sábado por la noche su muerte mediante una comunicado de la
cancillería donde "expresa sus condolencias al pueblo y gobierno de Perú
por el sensible fallecimiento del poeta y escritor".
La primera dama de
Perú, Nadine Heredia, utilizó su cuenta de la red social Twitter para agradecer
"por tanta poesía" a Cisneros y lo evocó citando un verso del poeta:
"En este país un perro negro sobre un gran prado verde es cosa de
maravilla y de rencor".
La noticia de su
muerte dominó las ediciones electrónicas de los diarios el sábado en Perú y los
comentarios en las redes sociales Facebook y Twitter.
En la última
entrevista que concedió el 1 de septiembre a la revista Somos, reveló estar
batallando contra un cáncer que le afectaba el pulmón y dijo: "Lo he
tomado con humor. Sé que estoy enfermo y quiero salir de esta, pero tampoco
puedo pedir un milagro, solo calidad de vida durante un tiempo más".
Cisneros fue
profesor universitario, ejerció el periodismo en medios escritos y
audiovisuales, y en los últimos cinco años dirigió el Centro Cultural Inca
Garcilaso de la cancillería peruana.
El poeta pertenecía
a la llamada Generación del 60 de la literatura peruana y los recitales en los
que participaba convocaban a multitudes de estudiantes y público en general.
Entre sus trabajos
figuran Destierro (1961), David (1962), Comentarios Reales (1964), Agua que no
has de beber (1971), Como higuera en un campo de golf (1972), El libro de Dios
y los húngaros (1978), Las inmensas preguntas celestes (1992), y Un crucero a
las islas Galápagos (2005).
Su último poemario
fue "Diario de un diabético hospitalizado" (2010), donde pasa revista
irónicamente a sus enfermedades.
Cisneros había sido
nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las letras por Francia. Llegó
varias veces a Cajamarca a participar del Festival El Patio Azul, conocerlo,
estrechar su mano y oír su ronca risa entre los arcos del INC fue un deleite
del cual no volveremos a gozar ya nunca más. Toño nos ha dejado y ahora hace
poesía desde otra dimensión, en aquella en donde los dolores físicos no existen
ni tampoco los del alma. Aquella donde las soledades sucumben y soo se llora de
felicidad.