Juan Jave Huangal es uno de los carnavaleros más prominentes de Cajamarca. Toda una autoridad en la fiesta más importante de los cajamarquinos. Hablar con él es adentrarse en los carnavales de otros tiempos, por su apreciación sobre la fiesta de carnaval en la actualidad resulta inmensurable.
¿Por qué se retiró usted de la comisión del carnaval de la que estuvo formando parte inicialmente este año?
Por la sencilla razón de que después de la juramentación que nos hizo el Sr. Alcalde, el coordinador informó de que él había trabajado desde agosto con todos los presidentes de barrio y que ya tenían todo programado y cuando nosotros quisimos hacer algunas enmiendas nos dijeron que ya todo estaba preparado, entonces nosotros no podíamos estar solamente de pantalla. Eso no nos gustó y al día siguiente presentamos nuestra renuncia. No es dable que nos usen de esa manera, a mí me gusta hacer antes que observar.
¿Qué cambiaría del carnaval tal cual se viene desarrollando?
Trataría de rescatar los juegos que hacíamos nosotros a través de los desafíos. Anteriormente dos grupos, hombres y mujeres acordaban un día para jugar con agua y se cumplía con gusto y alegría, porque el carnaval es alegría, es diversión. Otra de las cosas que rescataría son las comparsas familiares que salían los tres días de carnaval cantando y bailando, pero con orden y respeto, esas son cosas muy interesantes porque el carnaval es una fiesta que incrementa nuestras relaciones humanas.
¿Los cajamarquinos son grandes creadores?
Claro que lo son y lo hacen a través del canto, crean, porque el cajamarquino es artista, prueba de ello son los trajes tan creativos que se hacen para carnaval, los carros alegóricos tan bonitos, la copla que no es una creación de escritorio sino que es una creación del momento, es instantánea eso es lo que tenemos que rescatar y dejar a un lado la agresividad. Ahora hay mucha agresividad en carnaval y a cualquier persona que la encuentran en la calle la ametrallan a globazos. No puede ser.
¿Qué significa el carnaval para usted?
Es la fiesta más grande que tiene Cajamarca. El carnaval es respeto, es una fiesta muy carismática por la simple razón de que todos deben alegrarse. Si somos 200 mil habitantes, los 200 mil deben bailar, cantar y participar del carnaval. Comer las comidas típicas como el sancocha´o y asentarlo con su chicha. Es una fiesta muy popular donde todos borran esa palabra que hoy llaman stress.
¿Qué piensa de las bebidas que se consumen durante el carnaval y que no son necesariamente chicha?
Soy contrario a eso. Pueden usarlas, pero nuestra chicha no debemos dejarla ni por casualidad. Es la bebida que nos representa y que nos une a nuestro pasado y a nuestras raíces, la bebida que nos representa durante estas fiestas. Se pueden consumir otras bebidas pero la chicha es la bebida bandera durante el carnaval.
¿Está de acuerdo con el cierre de la Plaza de Armas durante las noches de carnaval?
Yo estoy de acuerdo. La Plaza de Armas es nuestro centro histórico y hay que saber respetar, hay que tener un poquito más de civismo; allí se han realizado actos históricos que han marcado la historia del Perú y del mundo, allí fue la captura de Atahualpa. De igual manera fue en esa plaza donde Casanova, Egúsquiza y Villanueva pelearon contra Del Campo Montero para que en 1854 nos separemos del departamento de Trujillo y formemos el departamento de Cajamarca. La pileta misma que es un monumento de piedra hermosísimo que nadie lo tiene en el Perú. Nuestras iglesias… y eso no puede acabar convertido en un inmenso baño público como ha pasado en otros años.
¿El corso debe hacerse por la vía como años anteriores o en el Qhapac Ñan?
Yo he ido y he visto el Qhapac Ñan, la pista es muy linda, preciosa, pero no tiene construcciones laterales. Tendrían que hacer graderíos para el público, casi 3 mil metros de graderíos. Se pretende vender en 60 nuevos soles el metro lineal, saque usted su cuenta… No olvidemos que el año pasado se perdieron más de 30 mil soles de los que hasta hoy no se da cuenta… El carnaval es del pueblo y del pueblo es el humilde, el que se disfraza, la gente quiere ver a su hijo, sobrino a su papá disfrazado es mejor hacerlo en el pueblo.
Todos los años surge la polémica por la tarola ¿Es usted un defensor de ese instrumento?
La tarola bien tocada, por un joven que sepa de música es agradable, pero tocada por un joven borrachito que solamente hace ruido yo creo que no. Las tarolas son instrumentos que funcionan muy bien con una banda o con una orquesta, se afiatan muy bien a la música. Pero así como la tocan los muchachos No. Al muchacho qué le importa, con tal de que haga bulla, ruido. Pero sí son jóvenes que saben de música está bien porque lo hacen con cadencia, ritmo y compás.
El tema de las unshas se ha degenerado mucho ¿qué recomendación daría usted a quienes depredan el valle y destruyen el capulí?
Honradamente ya hemos desaparecido a nuestro capulí pensando solamente en las unshas, pero hay otros árboles que sí se pueden usar. O como lo hacen en otros lugares, no lo hacen con árboles, lo hacen con un palo, al palo lo visten y en él cuelgan todas las cosas. Y algo muy importante: la unsha debe ser cortada entre 3 y 5 de la tarde, no a las 4 de la mañana.
¿El ingreso del carnavalón es así como se hacía antes?
No sé qué pasa, qué sucede con esta juventud, eso se ha vuelto un vandalismo. Antes nosotros entrábamos cantando y bailando con cariño acompañando a Momo, el rey de la alegría, de la diversión y la sátira. Hoy en cambio, es la entrada del rey de la agresividad porque todos aprovechan para agredir a los espectadores.
Usted es el promotor de los actuales talleres que funcionan en la Dirección Regional de Cultura, explíquenos esa experiencia.
Yo siempre acompañé al profesor Andrés Zevallos de la Puente desde que ingresó a la entonces Casa de la Cultura y para hacer actividades hicimos los primeros talleres, ahora tenemos talleres de música, danza, dibujo, pintura, arqueología.
“Quiero rogar a los jóvenes que respeten a la gente que no desea jugar con ellos. Mantengamos nuestro título de Capital del Carnaval Peruano”.
“Antes nosotros entrábamos cantando y bailando con cariño acompañando a Momo, el rey de la alegría, de la diversión y la sátira”.
“La copla no es una creación de escritorio sino que es una creación del momento, es instantánea”.