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martes, enero 03, 2012

La vida te da sorpresas



A tres años de prisión suspendida y a un pago de reparación civil a favor del Estado de cien mil nuevos soles fue condenado el fujimorista Carlos Raffo por haber recibido dinero de Vladimiro Montesinos Torres en la repartija que hicieron los fujimoristas en la década del 90. Afable pena para un hombre que estaba al tanto de las tratadas de Fujimori y Montesinos y que ha sido varias veces denunciado por el mismo Montesinos.

Mientras los fujimoristas le inventan enfermedades terminales a su líder buscando su indulto, la suerte no le ha sido muy favorable al famoso “oso panda” quien ha tenido que afrontar un proceso que sospechosamente ha tenido una pena muy benigna con el otrora todopoderoso Raffo.

Tanto Raffo como el fiscal supremo Wilfredo Evangelista presentaron un recurso de nulidad al término de la lectura de sentencia en la Base Naval del Callao, pues este último solicitó cinco años de prisión para el exlegislador. Ambos recursos serán elevados a la  Corte Suprema, que deberá emitir un veredicto al respecto.

El Procurador Anticorrupción Julio Arbizú se pronunció sobre la sentencia "Raffo ha sido condenado por corrupto", escribió en su cuenta oficial de Twitter."Sin embargo, la pena es leve y la reparación civil exigua. Impugnaremos" el tío Carlos y el tío Vladi, como le solían llamar los hijos de Fujimori a los hoy sentenciados, parece que han roto la química que antes los unía cuando buscaban la reelección de su líder. 
La justicia tarda pero llega, aunque cojeando, pero llega y el largo brazo de la ley esta vez alcanzó a uno de los apéndices del fujimorismo quien además fue uno de los más conspicuos defensores del hoy reo por crímenes de Lesa Humanidad, Alberto Kenya Fujimori, el hombre que era peruano o japonés según la situación que enfrentaba; un camaleón de la política que dejó al Perú en bancarrota cuando con su cúpula mafiosa se robaron miles de millones de dólares del Perú.
Hoy Fujimori, desde prisión y con más de 400 visitas en tres meses, privilegio que no se le concede a ningún preso en ningún país, ha armado una estrategia buscando su indulto por sus crímenes, sin embargo parece que algo falló pues se descubrió que la enfermedad que tenía no era un cáncer terminal sino una simple depresión que la padece cualquier ser humano que se ve privado de su libertad.
La condena a Carlos Raffo genera polémica por lo benigna que resulta si tenemos en cuenta que fue uno de los peces gordos de la mafia creada por Fujimori y Montesinos, quien lo ha acusado directamente de recibir dinero para la campaña de la re re elección en el año 2000. Lío de repartija entre dos examigos que hoy parece han dejado de serlo para convertirse en solo conocidos que seguramente lamentan y reniegan del día que los caminos de sus vidas se cruzaron por primera vez.


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