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jueves, setiembre 13, 2012

Las razones de la tristeza



La tristeza es un sentimiento, una de las muchas emociones humanas normales, o estados de ánimo que tenemos todos. La tristeza es la emoción que sentimos cuando hemos perdido algo importante en nuestra vida, cuando nos ha decepcionado algo o cuando ha ocurrido alguna desgracia que nos afecta a nosotros o a otra persona. Cuando nos sentimos solos, a menudo nos sentimos tristes.

Cuando uno está triste, es fácil que el mundo parezca oscuro e inhóspito, y que no haya nada que nos haga ilusionar. Es posible que el dolor que sentimos en nuestro interior no permita que aflore el buen humor habitual.

Cuando se está triste, es posible que tengamos ganas de llorar, y a veces resultará difícil contener las lágrimas. Pero probablemente el hecho de llorar nos ayudará a sentirnos mejor.

A veces, cuando uno está triste, sólo quiere que lo dejen solo durante un tiempo. O puede preferir que otra persona le consuele o se limite a hacerle compañía mientras él se va reponiendo de la tristeza. Hablar sobre lo que nos ha puesto tristes suele ayudar a mitigar este sentimiento.

Estar triste de vez en cuando es algo completamente normal. Tal vez no hayamos logrado algo que deseábamos con todas nuestras fuerzas. Tal vez echamos de menos a alguien. Hay muchos motivos por los que una persona puede sentirse triste.

La mayoría de las veces, la tristeza se debe a una pérdida o separación, a un cambio difícil, a que hay algo que nos ha decepcionado o a problemas de relación.

La pérdida y la separación son la causa más habitual de tristeza. Es muy triste perder a alguien o algo que teníamos en gran estima. Hay muchos tipos de pérdidas. La muerte de un familiar o amigo puede sumir a una persona en una tristeza que puede durarle semanas o meses. El tipo de tristeza que uno experimenta a raíz de la pérdida de un ser querido tiene un nombre concreto: duelo.

Otros tipos de pérdidas o separaciones de personas que son importantes en nuestra vida también  pueden provocarnos tristeza. A veces, es muy difícil pensar con claridad porque no podemos quitarnos la pérdida de la cabeza. Generalmente, la intensidad de la tristeza provocada por la pérdida se atenúa con el paso del tiempo, aunque en las pérdidas muy importantes es posible que siempre quede algo de tristeza.

Los cambios que nos obligan a alejarnos de algo (o alguien) querido, tener que separarse de viejos amigos, también pueden hacernos sentir triste.

Las relaciones suelen aportar alegría y diversión la mayor parte del tiempo. Pero la tensión y los conflictos en las relaciones importantes, o la ruptura de una relación también pueden ser motivo de tristeza.

La gente suele experimentar tristeza cuando tiene algún problema con sus seres queridos. A veces, la tristeza se mezcla con otros sentimientos. Cuando uno está triste, también puede sentir enfado o culpa. Es posible que tienda a buscar culpables, intentando echar la culpa de lo ocurrido a otras personas o a sí mismo. Siempre habrá razones para la tristeza, para sentirnos tristes y sentir que el mundo se nos vino encima. La tristeza es tan frecuente como los días, la lluvia y las ausencias, siempre está por todas partes aunque no queramos.

Tomado del libro: “Cartas para Azul” de Jaime Abanto Padilla.

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