Se acerca el 28 de
de julio y los cambios de ministros se hacen cada vez más cercanos, las
especulaciones se tejen con más fuerza y las conversaciones y ofrecimientos se
evidencian ante la cercanía del aniversario patrio, el discurso presidencial y
la reingeniería ministerial, las enmiendas siempre necesarias.
El presidente
regional de Moquegua, Martín Vizcarra, voceado sucesor de Óscar Valdés como
jefe del gabinete, es el nombre que ha sonado más en los últimos días. Finalmente
la altivez y el desatino no le dieron resultados positivos a Óscar Valdés y las
acciones asumidas ante los distintos conflictos le pasan la factura.
Martín Vizcarra
cobró notoriedad luego de que consiguiera un acuerdo con la empresa Anglo
American por el proyecto Quellaveco. Su liderazgo fue clave en este asunto, ya
que obtuvo muchos beneficios para Moquegua. Otro personaje que suena con fuerza
es el presidente regional de San Martín, César Villanueva, Presidente de La Asamblea Nacional de
Gobiernos Regionales (ANGR).
Óscar Valdés confesó
que en caso de ser relevado de su cargo preferiría a cualquiera de los miembros
de su gabinete como su sucesor – aunque en
esta ocasión ya no podrá decidir nada en absoluto - ha agregado que: “Están preparados y conocen la problemática del
país”, sin embargo parece que el presidente Ollanta Humala no está dispuesto a
seguirle la corriente esta vez, aunque también son voceados para reemplazarlo
René Cornejo (de Transportes) y Manuel Pulgar-Vidal (del Ambiente), nada está dicho.
Más de 17
muertos, más de 200 conflictos sociales
en ciernes, el 90% son conflictos mineros, el torpe manejo en los últimos días
al conflicto minero de Conga que a Cajamarca le costaron cinco vidas, entre
ellos un colegial; es la evidencia palpable de que Valdés ha ido de desatino en
desatino, salvado por los llamados “fontaneros”
del conflicto -desde que el padre Garatea con su humor que lo caracteriza
ironizó a su llegada a Cajamarca junto a Miguel Cabrejos: “hemos
venido a arreglar las cañerías” refiriéndose a la deteriorada comunicación
entre el gobierno y los opositores al proyecto minero- con el tema del agua.
Y la verdad es que
tanto Gastón Garatea y Miguel Cabrejos además de fontaneros han hecho de
bomberos, y es que los incendiarios – y
esto hay que decirlo sin tapujos- no solo están del lado de los opositores,
sino que están del lado más recalcitrante de la derecha, sino demos una mirada
a los medios y políticos que le hacían cargamontón a Ollanta en la primera
vuelta, hoy lo apapachan y le dicen “mi presidente”.
Los primeros pasos
se están dando y una purga en fiestas patrias va a oxigenar el gabinete. Otros
ministerios también serán remozados con seguridad; hay disconformidad en
Educación y Salud, pero al final será el presidente -y no mí… - quien dé y rubrique la última palabra.
Las circunstancias
de Quellaveco y Conga son distintas, mientras que el primero es un proyecto de
3,000´000 de dólares, el segundo es de 4,000´000.
El de Quellaveco es solo cuprífero, el de Conga es aurífero y cuprífero.
Quellaveco tratará su propia agua en Cajamarca aun no se llega a un acuerdo.
Escenarios
distintos, actores distintos, ante un conflicto que en apariencia es el mismo,
quizás los nuevos rostros ministeriales que se anunciarán en los próximos días,
sumados a la presencia y don de gentes de Garatea y Cabrejos, hagan que las
dantescas escenas de hace unos días cambien por el bien de todos los peruanos y
se encuentre por fin esa paz y felicidad tanto tiempo anhelada.