Sicarios (1),
asesinos a sueldo, se encuentran en las calles de Cajamarca y asesinan por
encargo a quienes son sus objetivos. Someten a sus víctimas a un reglaje –
seguimiento permanente para conocer todos sus movimientos, horarios y lugares
que frecuencia sus hábitos y costumbres – luego cometen el crimen sin
miramientos.
Mo podemos negar
que Cajamarca se ha convertido en una ciudad en donde los sicarios actúan y
hasta el momento han ido ganando la batalla, pues los recientes crímenes
producidos en nuestra ciudad así lo indican. Recordemos sino el crimen del
empresario pesquero que fue ejecutado a balazos del 21 de agosto en la
intersección de los jirones San Sebastián y Av. Perú, barrio Casurco. Elmer
Ausberto Díaz Cabellos tenía 38 años y era el principal abastecedor de
productos hidrobiológicos a las principales cevicherías de Cajamarca, el crimen
sigue irresuelto.
El 28 de octubre cinco
personas fueron victimadas a tiros en el interior de un local nocturno clandestino,
ubicado en la avenida Vía de Evitamiento Sur N° 1796, en donde murió la
conocida como “Tania” quien regentaba un burdel, el crimen también fue cometido
por un grupo de sicarios que llegaron hasta el lugar en motocicletas y un
vehículo negro de donde descendieron y ejecutaron a las víctimas.
El crimen producido
la madrugada de ayer en donde acabaron con la vida de Juan Carlos Ruiz Mendoza de 35 años, quien murió de un
balazo en la cabeza, en el terminal pesquero de la Av. Independencia, nuevamente
conmociona a Cajamarca y nos hace ver la terrible inseguridad en la que vivimos
todos los cajamarquinos. Cualquiera de nosotros puede ser una víctima en
cualquier momento y los intentos que hace la policía por develar esta ola de
criemos han quedado frustrados, si bien el crimen de ayer podría tener
vinculación con el del empresario pesquero en el mes de agosto, solo queda en
el mero ámbito especulativo.
Hasta el momento
todas las acciones de seguridad en Cajamarca han crecido en cierta forma con
las cámaras de vídeovigilancia, participación activa de las rondas urbanas y el
incremento de efectivos policiales y la activa participación del Serenazgo, sin
embargo, seamos sinceros, el sicariato se ha enquistado en Cajamarca y prueba
de ello son las larga lista de personas que han sido ejecutadas a sangre fría.
Cajamarca se ha
tornado en una ciudad peligrosa en la que no es nada recomendable seguir
rutinas para movilizarse a los trabajos o en donde simplemente hay que tomar
precauciones permanentes. Vivimos en una ciudad que cada día se tiñe de sangre
y en donde a diario se registra un crimen en promedio.
La acción de
Seguridad Ciudadana es tarea de todos, eso se ha repetido una y otra vez en
campañas locales como nacionales, depende de cada uno de nosotros el reportar
hechos sospechosos a la Policía Nacional del Perú o al mucho más efectivo
Serenazgo, cualquier presencia extraña vigilando una zona debe ser reportada
inmediatamente, quizás una acción oportuna podría salvar una vida o la nuestra
misma.
(1) Un sicario o
asesino a sueldo es una persona que mata por encargo a cambio de un precio. Es
una figura conocida por el derecho romano que reguló especialmente su condena
penal, por la particular crueldad con que se conducían estos asesinos, mediante
la lex Cornelia de sicariis et veneficis (ley Cornelia sobre apuñaladores y
envenenadores) del año 81 antes de nuestra era.
Su nombre proviene
de la sica, puñal o daga pequeña, fácilmente ocultable en los pliegues de la
toga o bajo la capa. Literalmente sicarius significa “hombre-daga”.
Su actividad estuvo
vinculada en principio a la política, actuando en las asambleas populares,
particularmente durante el peregrinaje al templo, cuando apuñalaban a sus
enemigos (contrarios políticos de sus amos o simpatizantes -cliente- de ellos)
lamentándose ostensiblemente después del hecho para escapar de la detención.