Para los griegos el 13 tenía una connotación divina, ya que su
dios Zeus gobernaba sobre otros 12 dioses, sin embargo en la actualidad y en
diversos países de los cinco continentes del mundo se considera a esta fecha
como trágica, infausta y peligrosa.
En algunos países el martes trece es un día de mala suerte, y en Estados
Unidos es el viernes 13. En Perú también se ha satanizado a la fecha, también
al martes y al domingo siete, aunque no existen razones lógicas para ello, la
superstición se ha extendido rápidamente.
Se dice que si trece personas se sientan a comer juntas, una de
ellas morirá antes de que el año acabe, puesto que en la última cena de
Jesucristo, comieron 13, él y los doce apóstoles. También es de mala suerte que
haya 13 personas en una misma habitación, una de ellas, puede tener problemas.
En el tarot el número 13 significa la muerte y en el libro del
Apocalipsis el capítulo trece es el que hace mayor referencia al demonio.
Autoridades de la iglesia católica divulgaron la creencia de que si un mes
tiene un viernes 13 entonces dicho mes debió haber comenzado un domingo por
tanto si el mes en cuestión comienza el día en que Dios descansó luego de la
creación ese mes tiene un día especialmente aterrador al incluir un día en el
que Satanás ande suelto en el mundo terrenal.
Muchas son las teorías sobre el origen de esta temida fecha la
cual incluso ha sido aprovechada por los medios para hacerla rentable. Un
estudio llevado a cabo por el psicólogo norteamericano Richard Wiseman en el
que analizó el comportamiento de personas que estaban convencidas de que la
mala suerte las seguía, en otro estudio similar concluyó que para algunas
personas el martes 13 en verdad puede resultar ser un mal día pero no debido a
una maldición, sino por el hecho de que están predispuestos y sugestionados en
que les va ir mal lo cual altera su capacidad de concentrarse y efectivamente
ese día todo lo emprendido concluye mal.
En realidad se trata de una propensión, una auto – programación.
Las cosas nos salen bien o mal según nosotros las deseemos. Un martes 13 puede
ser un buen día para iniciar un proyecto importante y que concluya con éxito,
pero si nos programamos negativamente, las cosas irán mal.
Somos lo que queremos, recordemos el mensaje del famoso
betseller “El secreto” (Rhonda Byrne) – atraemos lo que deseamos -, el poder de
la atracción rige sobre todo y sobre todas las cosas, sea martes, viernes trece
o domingo siete, todo está en cada uno de nosotros.
Lógicamente existen coincidencias y en esta fecha como en
cualquiera otra del año pueden suceder tragedias que añadan temor a su mala
fama y que nos hagan temerla aun más.
Mucha gente nació un martes 13 y son personas felices; otras en
cambio dicen: martes, no te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes…
solo son dichos populares que nunca podrán tener una demostración científica.
La ruleta de la vida ha querido coincidan en nombre y en número, eso es todo.
Algunos chamanes o personas supersticiosas suelen hacer sus
sortilegios las noches de los martes o viernes y no precisamente tienen que ser
los trece, pero sí lo es, dicen que tiene mayor fuerza su limpia o su hechizo;
por eso si esta noche dese la casa de su vecino llega un aroma a hierbas o
desde el piso inferior de su inquilino le llega el aroma de un incienso de
extraño aroma, es muy probable que se trate de un ser supersticioso que limpia
la energía de su casa o que conjura un hechizo aprovechando la tristemente
célebre fama del martes trece.