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lunes, noviembre 26, 2012

Lo que hiciste con la izquierda no puedes borrar con la derecha



Durante la conferencia de prensa del VI Gabinete Binacional Perú-Ecuador, realizado en Cuenca, Rafael Correa fue consultado por la situación de la prensa opositora en su país, que es reiteradamente atacada y ha llegado hasta a denuncias contra medios.

-Cada vez que me hacen esa pregunta en Europa les digo que allá jamás permitirían publicar la cochinada que publica la prensa aquí (en Ecuador). En el caso peruano no sé si puedo decir lo mismo-, dijo Correa.

Ollanta Humala ni corto ni perezoso de inmediato dijo -(En Perú) son iguales-, dijo, para luego reírse junto a Correa, quien agregó que los periodistas tienen toda la libertad de prensa, pero también deben “asumir su responsabilidad” sobre lo que informan.

La arremetida contra la prensa de dos presidentes latinoamericanos es la prueba fehaciente de que aun no hemos perdido ese afán tirano tan marcado en la historia Latinoamérica en donde la prensa tantas veces fue vejada y hasta prostituida como en el caso de la dictadura Fujimontecinista.

La declaraciones de Rafael Correa contra los medios de prensa de su país no son novedad, su postura dictatorial con respecto a lo que él considera excesos de la prensa lo han hecho ganarse la antipatía de los medios de prensa ecuatorianos a los que ha censurado más de una vez.

El guión se ha repetido en varias provincias de Ecuador. Un fiscal, un jefe de policía y un funcionario de la Superintendencia de Telecomunicaciones, acompañados de un buen número de efectivos policiales, acuden a estaciones de radio y televisión del país para clausurarlas y confiscar sus equipos. Decenas de medios han sido cerrados con argumentos legales y técnicos.

El europeizado Correa olvida que esas actitudes en medios como El País de España se lo ha cuestionado duramente por esas formas dictatoriales, mientras las autoridades quieren reducir las frecuencias

de los medios privados en Ecuador, se busca expandir las estatales para levantar la imagen de un gastado Rafael Correa.

Sin embargo no podemos negar que Ollanta Humala ha intentado más de una vez amordazar a la prensa peruana también con una serie de argucias y en muchas ocasiones se ha dirigido a esta con adjetivos duros y hasta insultantes. Si la prensa publica cochinadas es porque describe la sociedad plagada de políticos inmundos cuya labor magistral es hacer “cochinadas”, la prensa informa, transmite, difunde. Son los políticos los que hacen la noticia en la mayor parte de un noticiero, diario o programa televisivo.

Los sucesos trágicos no son ajenos  a la información que el público debe conocer, nadie quiere ni desea que haya tragedias, sin embargo suceden y son fuente de noticia y eso para nada puede llamarse una cochinada. Pablo Neruda decía que los diarios escriben la tragedia del día siguiente y es verdad, no siempre las noticias son buenas, hay algunas que son malas, pero todas las vinculadas a los políticos son muy malas.

Probablemente a Ollanta le incomoden que la prensa tenga además una función archivística que le pueda hacer recordar su pasado, lo que dijo y que después desdijo, lo que hizo con la izquierda y trató de borra con la derecha, como su famosa pregunta ¿Quieren agua o quieren oro? Los archivos y el papel de la prensa siempre van a ser una piedra en el zapato para los políticos aunque estos llamen cochinada sin darse cuenta que los únicos generadores de “cochinaditas” son ellos mismos.

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