Alberto Fujimori es
el preso más afortunado de este país, qué duda cabe, no solo tiene una prisión
que ya quisiera tener cualquier narcotraficante recluido en cualquier penal
peruano, sino que además quienes entran y salen lo hacen a la hora que quieren
y a su reverendo antojo de ese su dorado presidio.
Mientras todos los
presos del país duermen en tarimas o camarotes, Fujimori duerme en una cama
clínica. Goza de una nutrida biblioteca personal, computadora, área de
recreación, jardín, taller de pintura - incluye profesor de pintura-,
sanitario personal, teléfono, etc. Pero no contento con todo ello busca el
indulto con un grupo de fujimoristas que ven en él la personificación de un
Perú añorado, olvidados de que durante su dictadura la corrupción se elevó en
proporciones geométricas.
Hoy ha lo ha
remecido un caso que si bien no es nuevo, nos refresca la memoria sobre la
podredumbre de esos años, se trata del caso de los diarios chicha: la millonaria campaña de
demolición que solventó el Estado a favor de Fujimori. Para justicia chilena
hay indicios de responsabilidad del exmandatario en desvío ilegal de S/.122
millones para re-reelección
La Corte Suprema de
Chile accedió al pedido de la justicia peruana para que el exjefe del Estado,
Alberto Fujimori, sea juzgado por la entrega ilegal de S/.122 millones del
presupuesto de las instituciones castrenses a diarios que apoyaron su
re-reelección en el 2000.
De ser condenado
Fujimori por el caso de los diarios
chicha, sumaría cinco condenas firmes, pues de los 13 cuadernillos de
extradición, siete fueron aprobados por Chile y se concretaron en cuatro
sentencias:
PAGO DE US$15 MILLONES DE CTS A MONTESINOS. Fujimori pagó una
compensación a su asesor luego de emitirse el “vladivideo”. Delitos: peculado y
falsedad ideológica. Pena: siete años y el pago de S/.3 millones con Carlos
Boloña, Carlos Bergamino y Federico Salas.
BARRIOS ALTOS Y CANTUTA/SÓTANOS SIE. Se condenó a
Fujimori como autor mediato del homicidio agravado de 25 personas. También por el
secuestro de Samuel Dyer y Gustavo Gorriti. Pena: 25 años y el pago de S/.2.971
para cada uno de los deudos y S/.43 mil para los otros.
ALLANAMIENTO. El exmandatario simuló un falso
allanamiento fiscal a la casa de Trinidad Becerra, esposa de Montesinos, para
que se retiren varias maletas que aparentemente contenían videos. Estas fueron
enviadas a Japón. Pena: seis años de prisión y al pago de una reparación de
S/.400.000 por allanamiento y usurpación de funciones.
CORRUPCIÓN. Agrupa tres casos: pagos ilegales a
congresistas tránsfugas, espionaje a políticos y periodistas, compra de la
línea editorial de Cable Canal de Noticias y del diario “Expreso”. Pena: seis
años de prisión por peculado, cohecho e interferencia telefónica. También al
pago de S/.24’060.216 de reparación civil.
Alberto Fujimori
purga prisión, entre otros crímenes, por crímenes de lesa humanidad. Los
estudiantes desaparecidos, los otros miles que quedaron sin nombre y sin tumbas
y aquellos que fueron hechos cenizas en los sótanos del Pentagonito
difícilmente podrán creer que Alberto Kenya Fujimori Fujimori – el
a veces peruano y otra japonés- merezca un indulto HUMANITARIO, aunque
sus sabuesos sigan ladrándole a la luna y buscando mil pretextos para hacernos
creer que fue un hombre bueno que nunca supo lo que pasaba en su gobierno.