Las actualización
del diccionario de la Real Academia de la lengua Española (RAE) siempre da de
qué hablar. El día de su publicación hemos conocido nuevas palabras, nos
sorprendemos por las que tomábamos por jerga, reímos de las que suenan vulgares
e, incluso, celebramos las que se actualizan en la historia.
El viernes la RAE
publicó las palabras que ha decidido incluir en ese diccionario que los
hispanohablantes tanto consultamos: www.rae.es es consultada en promedio más de
2 millones de veces diarias. Anglicismos, abreviaturas, inventos de la
heterogénea y dinámica cultura hispanohablante: palabras de todo tipo entraron
el viernes a la bandeja oficial de palabras que el diccionario más usado del
castellano define.
No es cuestión de
todos los años. De hecho, ese día lo hemos vivido cinco veces desde que la RAE
llegó a internet, en 2001. Mientras que en la modificación del 2005 hicieron
9.029 cambios, el viernes solo fueron 1.697. De igual forma, vale la pena que
conozcamos algunos de los más llamativos. Una categoría siempre presente en la
actualización es las nuevas -o viejas pero desestimadas- profesiones que se han
generado a partir de los nuevos desarrollos tecnológicos o culturales.
Al que practica el
deporte del béisbol, ya lo podemos llamar, oficialmente, beisbolero. Y aquel
que está al frente de dos ministerios es un biministro. Ya estamos de acuerdo:
esa persona que escribe y publica en internet "contenidos de su
interés" a diario es un bloguero, y no un bloggero, o un blogger. El
bloguero puede que chatée, porque chatear es, también, una palabra del
diccionario.
El citricultor –que
tal vez necesite la ayuda de un gruista para que le maneje la grúa– es el
hombre o la mujer que se dedica a la citricultura, que es las técnica
agronómica que trata los cítricos.
Los
hispanohablantes hemos adoptado, queriéndolo o no, palabras de la lengua
inglesa. Y la RAE, con el tiempo, las ha ido aceptado como parte del castellano
oficial. La palabra USB ya es parte del idioma español.
El SMS, que es la
abreviación de Short Message Service, es un "servicio de telefonía que
permite enviar y recibir mensajes que se escriben en la pantalla de un teléfono
móvil". Y la USB, que en inglés es Universal Serial Bus, es una "toma
de conexión universal de uso frecuente en las computadoras". Pero el
inglés no es el único idioma que nos ha dado nuevas palabras: sushi, que viene
del japonés, es ahora una palabra en español, y significa "comida típica
japonesa que se hace con pescado crudo y arroz envueltos en hojas de
algas".
Hay palabras que
son producto de procesos culturales en la historia que es necesario definir o
actualizar. La palabra que copó todas las portadas del viernes, de hecho, fue
matrimonio, que por primera vez incluyó en su definición un matiz: "En
determinadas legislaciones, unión de dos personas del mismo sexo, concertada
mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una
comunidad de vida e intereses".
La RAE admitió la
palabra beisbolero. E inculturación es el "proceso de integración de un
individuo o de un grupo, en la cultura y en la sociedad con las que entra en
contacto".
Y por último hay
palabras que no suenan muy comunes. Canalillo es el "comienzo de la
concavidad que separa los pechos de la mujer tal como se muestra desde el
escote". Culamen es un sinónimo de culo, o de las nalgas. Emplatar es
colocar la comida en el plato de cada comensal antes de presentarlo en la mesa.
Es poner en el plato.