· (si dudas, pregúntale a la nube)
Uno de los poetas más insignes de Cajamarca nació en la provincia de Hualgayoc, se llamó Oscar Imaña Sánchez y estudió en Trujillo en donde fue parte del grupo La Bohemia con César Vallejo, Víctor Raúl Haya De La Torre, Alcides Spelucín, Carlos Manuel Cox, Antenor Orrego, Juan Espejo Asturriaga y otros intelectuales de la época.
–Hace unos meses, la ignorancia del alcalde de Hualgayoc, Ismael Becerra Prado y la incultura del teniente alcalde, Ciriaco Chuquiruna permitieron que la casa de Oscar Imaña ubicada en la Plaza de Armas de Hualgayoc, sea demolida, lo mismo no sucedió en Puno con la Casa de Oquendo de Amat, por que ahí sus autoridades sí leyeron un libro alguna vez –
Oscar Imaña fue un poeta que produjo poesía durante toda su vida y su poesía fue alabada por ese grupo de poetas modernistas de su entorno. La casa de Imaña era de tipo colonial, tenía en su interior, cruzando el zaguán, un patio inmenso rodeado de pilares de madera, con balcones exteriores e interiores en esa casa se inspiró uno de sus poemas más monumentales titulado COMO LA LLUVIA AL ALMA:
Llueve en el patio de mi casa. Llueve./ No sé que hay en la lluvia de tan hondo,/ y no sé qué de lluvia hay en el fondo/ de todo corazón que pasa. Llueve./ Nadie comprende el alma de la nube,/ ni a penetrar su más allá se atreve./ Nadie sabe por qué tan alto sube/ para caer en gotas o en cristales de nieve./ Pienso que el agua que se eleva al cielo/ siente el placer de todo lo que sube;/ si algo muere en el mar, algo nace en de la nube,/ la muerte del rocío no es nada más que un vuelo./ Pero la gota de agua que desciende/ nace también, pero tal vez no sabe/ que ya estuvo en la tierra, ni comprende/ que en las nubes tenía más libertad que el ave./ Llueve en el patio de mi casa. Llueve./ Las gotas de agua ignoran su destino./ Ciegas, como nosotros, olvidan el camino,/ y al remontar no saben que han de caer en breve.
Oscar Imaña fue docente y abogado, ejerció su carrera en Trujillo en Cajamarca, fue juez en la Corte Superior de Justicia de Cajamarca en su vejez habitó una casa en la el jirón Juan Villanueva de esta ciudad, siguió haciendo poesía hasta el fin de sus días. Su obra así como su biblioteca completa literalmente yacen con sus familiares en Lima –Urge hacer los trámites para salvar la obra de Oscar Imaña y difundirla antes de que suceda lo mismo que sucedió con la casa donde nació – El buen Imaña nos muestra a través de su poesía lo que es en realidad una ley universal, las torres más altas caen un día y las farsas más siniestras siempre, tarde o temprano, quedan un día al descubierto. No hay que llegar primero, pero hay que saber llegar. Llegar a la meta cuesta, te cuesta tanto llegar y cuando ya estás en ella mantenerse cuesta mucho más. Y Oscar Imaña lo hizo, de ello da testimonio el mismo Nicanor Parra en algunos escritos publicadas en las primeras décadas de 1900.
Del imperio hualgayoquino formado por los Imaña, Vidalón, Santolalla, Casanova, Bernal, Dallaporta, Batyfora y otros mineros ilustres y sacrificados en Hualgayoc no queda ya nada, el pueblo ha sido tomado por una horda de ilustres analfabetos de otros lugares, los que destruyen el patrimonio de siglos de uno de los pueblos mineros más antiguos de América.
Hoy construyen sus torres de papel por las que trepan y como lo decía el poeta Oscar Imaña: Ciegos, como nosotros, olvidan el camino,/ y al remontar no saben que han de caer en breve.