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jueves, octubre 28, 2010

Mensaje en una botella lanzada al mar…


·         Hoy he visto tu rostro después de tantos años y me he puesto a llorar

Hijo, después de siete años de buscarte, hoy por fin tuve noticias tuyas, hoy después de tantos años pude ver tu rostro graficado en un papel, en él está tu nombre y una dirección que seguramente es falsa, lo sé perfectamente porque quienes nos separan no van a desistir en su lucha como tampoco nosotros de la nuestra.

Después de siete años de ausencia las cosas se ven más claras, después de tantos días de buscarte y de llorar a solas en la soledad de los días más tristes. Hemos sobrevivido a esta batalla pero tenemos que seguir sobreviviendo, tenemos que aguardar que pasen los días y puedas volar.

Desde ese 21 de noviembre del 2003 en que me mintieron para arrancarte de mí no he dejado de buscarte, por eso al ver tu rostro de nuevo ha venido el llanto a buscarme, otra vez ese nudo en la garganta y esas irremediables ganas de ser un pájaro y llegar hasta ti, de ser el viento y atravesar las distancias hasta encontrarte.

Tenemos que seguir vivos para reencontrarnos un día Jaime Javier, esta es solo una lección de vida, ellos un día se darán cuenta de su error, entonces nosotros ya no podremos hacer nada, el tiempo ha de juzgarlos, el tiempo que un día nos dará la razón y entonces nuestras lágrimas solo serán de alegría.

Sé que a tus once años todo esto es difícil, es difícil para mí no tener un número al cual llamarte, una dirección a  donde escribirte, una foto tuya y de tus días, un abrazo tuyo cuando lo necesito y uno mío cuando lo necesites, es difícil no poder leerte las historias que escribo para ti diariamente.

Hoy he visto tu rostro y el llanto nubló mis ojos. Cada día que te pienso se abre otra vez la herida y las calles son caminos que no pueden perder mi tristeza. Estas líneas que hoy te escribo son el mensaje metido en una botella lanzada al mar de los días esperando que llegue a la orilla de tu prisión, a la playa de tu infelicidad. A veces me canso y las fuerzas se van, entonces me escondo y caigo en abandono, pero luego comprendo que tenemos que vivir para que todo este sufrimiento valga la pena, el tiempo va a pasar indefiniblemente, eso ellos no lo pueden evitar.

Tengo tus cosas guardadas en mi corazón, tus juguetes, tu ropa, las líneas que tus manos dibujaron antes de tu secuestro y tu voz grabada cantando nuestra canción feliz, la que cantábamos cuando vivíamos juntos.

Si tienes que llorar llora, si tienes que pelear por algo justo pelea, los hombres de verdad son los que lloran y pelean por sus ideas, defiende lo que piensas con vehemencia… Tengo tantas cosas que decirte.

Si navegas en la red podemos encontrar algún camino para encontrarnos. Yo te pienso a diario, a veces en mis sueños nos encontramos pero el sueño siempre termina y yo estoy solo, sin tu risa ni tu voz, aquella que con ternura me decía que un día iríamos a vivir a una estrella con Harry el periquito que murió y con tu perro hace años también ausente, se quedó dormido y ya no despertó, ellos se cansaron de buscarte pero yo no.

Tal vez cuando nos reencontremos ya no estemos todos, quizás el tiempo haya cambiado nuestra piel para entonces. La vida es muy cambiante por eso es importante seguir viviendo aunque a veces el llanto no nos deje ver más que nuestra angustia…

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