· De brujos, adivinos hasta frascos con pócimas que curan la impotencia y el cáncer.
Cajamarca es una ciudad que por razones sociológicas y por tradición siempre ha mantenido una vinculación muy estrecha con lo sobrenatural y con la creencia de que las enfermedades se pueden curar con medidas tan equivocadas como recurriendo a los llamados brujos o curanderos, quienes a través de sortilegios y fórmulas espirituales pueden curar los males de los seres humanos.
Es tradicional en Cajamarca hablar de los brujos buenos o curanderos y los brujos que realizan la magia negra, a quienes se les llama también “maleros” de quienes se dice, se graduaron como tales luego de realizar un pacto secreto con Satanás, el ángel maligno que fue desterrado del cielo por Dios.
En Cajamarca existe una gran cantidad de estos embusteros que bajo la falsa publicidad de maestros curanderos estafan a la población no solo con fórmulas falsas para curar sus enfermedades, lo que a la larga resulta letal, pues los incautos pacientes creen que serán sanados y descuidan su enfermedad generando que esta se convierta muchas veces en cáncer o simplemente se alargue innecesariamente al no tener un tratamiento adecuado.
Otro grupo de ellos se dedican a la venta de pócimas curativas para todas las enfermedades, curan la diabetes, la impotencia, el cáncer, males cardiacos, sanguíneos, óseos y todos los males que uno pueda imaginar. Lo curioso es que estos pillos ladinos no solo embaucan a miles de incautos diariamente, sino que se publicitan en distintos medios bajo la anuencia y complicidad de Indecopi y la Municipalidad.
Son reiteradas las denuncias que han hechos varios pobladores denunciando no solo el hecho de ser estafados con la venta de extractos dudosos que no son elaborados bajo ningún reglamento higiénico, menos cuentan con supervisión de DIGEMID o permisos respectivos, sino que hasta se han cometido violaciones sexuales en los seudo consultorios.
Los más afectados con esta horda de charlatanes son como siempre la gente más humilde que ante las limitaciones económicas recurren a estos personajes para ser vejados y engañados de la manera más vil.
Urge que Indecopi tome las medidas necesarias para poner freno a estos lugares muchas, veces clandestinos, en los que se realizan curas milagrosas y baños de florecimiento en evidente desacato a la moral y las buenas costumbres.
La Municipalidad Provincial de Cajamarca también debe intervenir a estos centros que además no cuentan con licencia, que se encuentran diseminados en toda la ciudad y además se publicitan como grandes laboratorios médicos, además del sector salud y la Fiscalía de Prevención del delito.