Según una
información publicada en el diario El País de España la historia del símbolo de
la arroba en Internet tiene toda una travesía en el tiempo.
Las direcciones de
email y los usuarios de Twitter no tendrían sentido sin la @, siendo este un
símbolo fundamental para la comunicación electrónica. Los italianos lo llaman
el “caracol”, mientras que para los holandeses es la “cola de mono”. Sin
embargo, vale la pena preguntarse desde cuándo se usa y cómo así se originó.
ORIGEN MISTERIOSO. Su
génesis todavía es algo incierto. De acuerdo al Instituto Smithsonian, Una
teoría sostiene que los monjes medievales, en busca de atajos mientras copiaban
manuscritos, convirtieron la palabra latina “ad”, que significa a o hacia, en
una “a” con el extremo de la “d” como si fuera una cola.
Otra sostiene que
provendría de la palabra francesa “à”, y que se escribía, para lograr mayor
eficiencia, sin alzar la punta del lápiz y de un solo trazo. También se dice
que proviene de la abreviación de “each at”, tratando de enfrascar la “a” en
una “e”.
Como fuese, su
primer uso documentado se remonta a 1536, cuando Francesco Lapi, un mercader
florentino, usó el @ para referirese a unidades de vino llamadas ánforas.
Tiempo después, el símbolo asumió un papel histórico en el comercio. Se
utilizaba para señalar el costo de unidad”, por ejemplo: “12 productos @ $1”,
de allí su vital importancia para esta industria.
DIRECCIONES
ELECTRÓNICAS. A pesar de ello, el futuro próximo no le fue tan amigable, sino
hasta 1971, cuando el científico Ray Tomlinson se vio frente a una encrucijada:
cómo conectar a las personas de una computadora a otra. Ya que no estaban
conectadas, el gobierno de los Estados Unidos contrató a una empresa para
desarrollar la tecnología apropiada, que en sus inicios fue Arpanet, precursora
del Internet.
Tomlinson debía
encontrar un símbolo que separe el nombre individual del de la computadora.
Éste debía ser uno poco usado, para no causar confusión entre los programas y sistemas
operativos de las computadoras.
Entonces, los ojos
de Tomlinson se posaron en la arroba (@). “Estaba buscando un símbolo que no
hubiera sido muy usado”, señaló en declaraciones para Smithsonian. “Y no había
muchas opciones, un signo de exclamación, punto o coma. Podría haber usado el
signo de igual (=), pero no habría tenido mucho sentido”.
Tomlinson, señaló
que no recuerda lo que escribió en el primer email que mandó probando la
utilidad del @. Sin embargo, ese fue el primer paso para convertir un símbolo
que se había vuelto casi obsoleto, a un ícono de la revolución de la conexión
entre humanos.