Un nuevo hecho ha remecido la alicaída imagen de los funcionarios municipales que vuelven a ser el centro de la noticia por sus oscuros antecedentes laborales. Una vez más los pasillos de la Municipalidad de Cajamarca se ven ensombrecidos por la presencia de funcionarios con un historial poco favorable.
A solo unos días del escándalo que protagonizó el ex asesor de la municipalidad, el ex fiscal Domingo Contreras, quien tuvo que renunciar al municipio por el bochornoso hecho en el que se vio envuelto; un nuevo suceso pone en tela de juicio la calidad ética y moral de los funcionarios de la gestión de Ramiro Bardales Vigo.
Un cuestionado personaje que en el mes de enero del presente año fue declarado reo contumaz por el Juzgado Penal Unipersonal Supraprovincial de Otuzco, Julcán y Santiago de Chuco en el proceso seguido por el juez Santos Teófilo Cruz Ponce por el delito de Omisión de Actos Funcionales en agravio de la Municipalidad Provincial de Santiago de Chuco, está una vez más en el ojo de la tormenta.
Lo curioso y complicado en todo este embrollo es que Rafael Martín Salvador Luis, quien es el actual Jefe de la Unidad de Logística y Servicios Generales de la Municipalidad Provincial de Cajamarca fue contratado el 31 de marzo de este año en un área que conocía bien, pues fue miembro del Comité Especial responsable de conducir el Proceso de Selección y Adquisiciones de la Municipalidad de Santiago de Chuco, de donde no salió muy bien parado según el expediente Nº 208-10-AC-STGO.
Cuando Ramiro Bardales postuló a la alcaldía se anunciaron vientos de cambio en una gestión que prometía transparencia y claridad en todos los actos que el municipio realizaría, sin embargo, en solo unos meses el personal que circunda al alcalde de Cajamarca se ha esmerado – y lo ha logrado con creces- en deslucir la gestión de Bardales Vigo, de ensuciarla y de hacer jirones la impecable moral de un alcalde que convirtió a su distrito de Matara en uno de los ejemplos del norte peruano.
Probablemente el alcalde de Cajamarca desconoce el oscuro historial de muchos de sus funcionarios, pero sus asesores tienen la obligación moral de conocer los antecedentes de cada personaje que interviene en la gestión y aquellos con un historial oscuro simplemente no pueden ser parte de ese equipo que tiene las riendas de la ciudad.
Resulta inaudita la contratación de personal de otras regiones con procesos penales pendientes, con sanciones ejecutadas o con problemas con la justicia. Es hora de que el alcalde Ramiro Bardales Vigo demuestre esa formación castrense que tiene y que aplique sanciones a los responsables de contrataciones fraudulentas que han ensuciado su imagen.
Un personaje que ha sido cuestionado por el Poder Judicial y que ha sido sancionado no puede hacerse cargo de la despensa del municipio. Las adquisiciones municipales son un tema delicado porque no se compran minucias, hablamos de miles de soles que pertenecen a los ciudadanos, a los cajamarquinos y al Estado. Por eso, señor alcalde, no se puede poner al gato de despensero.
Y como decía esa vieja canción de amor… Un botón basta de muestra. Y los demás, a la camisa.