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miércoles, mayo 25, 2011

Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca


·         Justo homenaje a los hombres que la tejen

Hace 40 años que una de las ideas más evolucionistas se asentó y germinó en Bambamarca, se trataba de la lectura en las zonas rurales, en aquellas zonas olvidadas sistemáticamente, en donde se pensaba que era vano cualquier intento de sembrar libros. En esas tierras solo se había cultivado papas o maíz, ocas u ollucos, cebada o trigo y así había sido por siglos.

Pero como no solo de pan vive el hombre, había otro pan que resultaba peligroso para algunos sectores, algunos que no podían concebir la idea del “indio leyendo” o de un hombre andino reflexionando sobre cosas elementales como la cosmogonía; el de dónde vengo y a dónde voy,  y el aquilatar que la vida estaba hecha de estratos desiguales. Eso era peligroso para algunos, pero no para el R.P. Juan Medcalf Todd.

Para Medcalf el pan de los libros debía ser compartido con todos, con todo ese colectivo que no tenía acceso y que era marginado de un modo prepotente por quienes tenían el poder en las comunidades, o acaso los rezagos del poder; porque es en 1971 que surge este grito, silencioso al comienzo, de las Bibliotecas Rurales. Una red que se extendió lentamente por distintas comunidades, una red que atrapaba en sus hilos libros saberes y que los daba rotativamente a las comunidades.

Bambamarca fue el comienzo de uno de los proyectos de lecturas más importantes de América y que ha crecido en cuarenta años a más de 500 comunidades en 10 de las 13 provincias de Cajamarca. Pero algo más quedaba en esta red, en esos hilos invisibles de conocimientos se atrapaban las tradiciones culturales, el saber del pueblo, el conocimiento heredado por siglos y que pasó generacionalmente de manera hablada.

Así surgieron los primeros textos que luego se multiplicaron y cruzaron entonces las comunidades de casi todas las provincias de Cajamarca. Para ello fue preciso extender el proyecto iniciado por Medcalf y surge la luz, la voz y la acción de Alfredo Mires Ortiz, ese hombre que ha hecho de su vida una entrega a los libros, a rescatar esa esencia pura de lo que no fue colonizado y que sobrevivió al tiempo en el alma de la gente del ande, en sus conversaciones junto al fogón, en las conversaciones de las cosechas y acaso en las noches lúgubres más temibles en donde se habla de los espantos y las almas como algo tan natural.

Hablar de todo el trabajo que realiza La Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca es una labor que demanda varias páginas, que habría que escribirla más que con papel y tinta con los rostros de la gente feliz del campo que ha tenido en estos 40 años acceso a la literatura que por siglos le fue negada, en los rostros y en la alegría de quienes tuvieron la oportunidad de ser autores y escritores a través de sus historias.

La Sub Gerencia de Educación Cultura y Deporte de la Municipalidad Provincial de Cajamarca, Carlos cabrera Miranda y el alcalde Cajamarca, Ramiro Bardales, a través de la Municipalidad Provincial de Cajamarca, rendirán un homenaje a la Red de Bibliotecas Rurales por su 40 aniversario este 27 de mayo que empieza con la inauguración de una muestra Fotográfica y Bibliográfica a las 10:00 am. Denominada “Tierra que cuenta, tierra que lee” en el ex salón Consistorial de la MPC en el Jr. Cruz de Piedra. Y a las 7:00 de la noche del mismo día se hará la ceremonia de reconocimiento.

La justicia tarda pero llega, este homenaje hace justicia a la labor de Alfredo Mires Ortiz y llegará de alguna forma, probablemente a través de una sonrisa, al alma compasiva de Juan Medcalf Todd hasta algún lugar del universo.

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