Hoy es un día que se ha visto fortalecido en los últimos años con la aparición de nuevos conceptos del feminismo y la ampliación de los derechos de la mujer, nos referimos al Día de la No Violencia Contra la Mujer, que si bien suena a utopía hoy existe una mayor conciencia para denunciar estos hechos que antes permanecían en la clandestinidad, o peor aún, eran avalados minimizando a la mujer a su mínima expresión. (*)
La popular frase andina de “Más me pegas, más te quiero” ha pasado a ser un simbolismo fatuo del machismo envilecido, nadie que se sienta agredido (a) se sentirá amado, esa concepción felizmente ha sido desterrada de los conceptos tradicionales sociales y hoy se habla con mayor fuerza de una igualdad de género. Una equidad justa y necesaria. “Más me pegas, menos te quiero”.
No podemos negar, sin embargo, que gran parte de este fortalecimiento ha sido consolidado por la aparición de ese tercer sexo andrógino, pero ya no extraño, constituido por una comunidad importante de gays y lesbianas que han sentado las bases de sus derechos con dolor y sufrimiento y que hoy en día se desempeñan en distintos campos de la sociedad cada vez con menos tabúes y parámetros.
La violencia a la mujer no debe subyugarse a la que se suscita domésticamente, es decir, a aquella que se denuncia en las comisarías con rasguños, ojos morados y heridas psicológicas; sino que se debe conceptuar como un todo que se ha extendido ampliamente al ámbito laboral. El acoso sexual es una conducta tan repudiable como la primera y es además una de las menos denunciadas por el sometimiento en el que vive la víctima y la dependencia casi capital con respecto a su trabajo.
El Movimiento Manuela Ramos da algunas claves para saber si se es víctima de violencia remitiéndose a la conducta de la pareja a través de un cuestionario simple: 1. Ha expresado celos de amigas/os, compañeras/os de trabajo o familiares. 2. Ha insistido en saber con quién estabas. 3. Te ha hecho escenitas. 4. Te ha amenazado con suicidarse. 5. Te ha hecho sentir miedo de sus reacciones. 6. Te ha agredido físicamente: empujado, cacheteado, rasguñado o golpeado. 7. Ha revisado tus pertenencias: correo, bolsos, billetera. 8. Te ha amenazado con dejarte. 9. Te ha tocado, besado o acariciado sin tu consentimiento. 10. Te ha presionado para tener relaciones sexuales. (Más de una respuesta afirmativa marca una línea de claro peligro de violencia).
El amor entre dos personas debe estar cimentado en el respeto mutuo como base de toda relación, cuando éste se quiebra las fisuras generan un eminente colapso de la relación y suelen aparecer rasgos de fanatismo como primer síntoma de la violencia que se generará como un vendaval inmediato..
El único medio que puede poner freno a la violencia desatada en contra de la mujer es el fortalecimiento de las capacidades culturales, el retraso de la vida sexual (no 12 años como ahora, según cifras estadísticas del Ministerio de la Mujer) y el conocimiento de los derechos que asisten a la mujer para denunciar sin temores ni vergüenzas. El hombre llega hasta donde la mujer lo permite.
Solo en el primer semestre del presente año las cifras ya eran exageradas pudiendo haberse triplicado hasta el momento. 45,700 casos de violencia contra la mujer recibidos entre enero y junio del 2010. Más de 2 mil denuncias por violencia familiar a niñas entre los 11 y 17 años (2,631) han sido recibidas por la Policía Nacional. 1,867 casos de violencia sexual a chicas entre los 14 y 18 años. Más de 6 mil exámenes de integridad sexual (6,228) realizados por el instituto de Medicina Legal a chicas entre los 13 y 23 años. Más de 5 mil reconocimientos de lesiones por violencia familiar (5,164) a chicas entre los 13 y 23 años.
La mujer decide cuando terminar con la violencia de su entorno, mientras calle seguirá permitiendo, una denuncia será siempre el fin de esa violencia casera y puede cortar a tiempo hechos de violencia extrema que pueden llegar hasta la muerte.
*El I Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe dio origen al Día de la No Violencia contra la Mujer. Fue en 1981 en Colombia, donde a petición de las representantes de República Dominicana se eligió el 25 de noviembre como un día de reflexión y lucha contra la violencia contra la mujer.