El Seguro Integral de Salud, del que tanto alarde hace el gobierno, a través del MINSA se ve oscurecido por su falta de cumplimiento. El caso se agudiza en las zonas alejadas y se ha convertido en pan de cada día en las provincias de la región Cajamarca.
La anarquía imperante en los hospitales de provincias es caótica, las denuncias se suceden diariamente y el incumplimiento y la falta de atención a los escolares es indignante.
El día de ayer en la ciudad de Celendín, un alumno de una Institución Educativa Estatal, sufrió un accidente en mientras jugaba, lo que le costó la mutilación de la uña de uno de sus dedos de la mano derecha así como un profuso sangrado.
El estudiante fue trasladado al Hospital de Celendín entre llantos y gritos de dolor en medio de una evidente hemorragia, sin embargo, pese a que el sangrado era continuo no recibió la atención debida del personal de turno aludiendo que no tenía seguro, que era preciso el trámite burocrático de ley, comprar las medicinas, la gasa, el alcohol y por último que no se trataba de una emergencia.
La indiferencia con la que se atiende a los pacientes en ese nosocomio por parte de algunos galenos y de personal de apoyo es por demás deficiente, sería pertinente que el Director Regional de Salud haga las investigaciones competentes y sancione si es preciso a quienes incumplen con el juramento hipocrático y tratan a los escolares, por el solo hecho de serlo y de ser niños, con plausible desdén y beligerancia.
Dicen que algunos hombres de blanco acostumbrados a tratar diariamente con la muerte se deshumanizan y se vuelven insensibles, felizmente eso no es del todo cierto, pues este niño de once años, quien además trabaja los fines de semana para ayudar a solventar los gastos de su hogar, fue atendido por una enfermera del EsSalud quien en un evidente ejemplo de conocer el significado de una emergencia y con el lado humano que caracteriza a la gente de esa provincia, atendió sin miramientos al escolar que no calmaba su dolor pese a la anestesia que se le colocó.
Dar los nombres de los galenos está demás, pero sí es preciso que el Director de Salud, Fredy Regalado, haciendo uso del buen tino demostrado durante su gestión, haga una investigación sobre el trato que vienen recibiendo algunos pacientes en la ciudad de Celendín y sobre todo si son estos lo que forman parte del sector más vulnerable como son los niños.
El menor hoy se encuentra en un proceso de recuperación y gracias a la enfermera de EsSalud vuelve a creer que el mundo no está lleno de burócratas holgazanes que desvirtúan la noble profesión de los médicos, de aquellos que deberían velar por el bienestar de los desposeídos de salud y afligidos por el dolor, de aquellos quienes han caído en una infausta desgracia y que como nadie de nosotros se encuentra libre en el momento menos esperado.