Parece que acabó por fin la polémica sobre las famosas piezas que la Universidad norteamericana mantenía en su poder por casi una centuria. Han pasado casi cien años para poder recuperar todas esas joyas valiosas que alguna vez permanecieron enterradas en una de las ciudadelas incas más importantes del mundo.
Las piezas fueron llevadas a Yale por Hiram Bingham entre 1912 y 1916 con fines de investigación, con permiso de las autoridades peruanas de entonces. Sin embargo, pasados los años, la universidad no las devolvió.
El viernes por la noche Alan García Pérez, presidente peruano, anunció que Yale devolvería todas las piezas incas que tanto dieron que hablar en los últimos meses y que ocasionaron hasta un pedido expreso al mismo presidente norteamericano Barack Obama.
Las piezas en cuestión tuvieron casi un siglo para ser estudiadas, a decir verdad, hace décadas que yacían en un sótano de la universidad y que otras tantas fueron saqueadas, la relación completa de las piezas que Bingham se llevó nunca se sabrá en su totalidad y ya es tarde para ponerse a pensar en ello.
Lo importante es que ya la universidad ha mostrado su disposición de devolver al Perú lo que le pertenece, de retribuir ese gesto amistoso y timorato que el Ministerio de Hacienda alguna vez tuvo con la universidad norteamericana y que le ha costado más de un dolor de cabeza a la diplomacia peruana.
El patrimonio del Perú, sobretodo el cultural, lastimosamente ha sido saqueado sistemáticamente por décadas, desde los célebres Huaco-retratos hasta los valiosos tejidos Paracas, sin contar los utensilios de oro y plata de milenarias culturas, cada día se fugan del país no solo piezas de arte precolombino, sino también colonial como cuadros de la Escuela Cuzqueña hasta valiosos documentos originales.
Los pocos museos que en el Perú existen no cumplen con las expectativas ni los estándares mundiales. Quizás si las piezas incas no hubieran estado en Yale hasta hoy no quedaría ni una sola; los peruanos no hemos sabido aquilatar los tesoros fabulosos que tenemos y hemos hecho del saqueo y la profanación de tumbas una manera de vida tan natural que ya ni siquiera nos sorprende.
Ojalá que luego de inventariarlas se las instale en un lugar apropiado a cargo de profesionales de nivel que puedan velar por tan importante patrimonio, que se les de el sitial que se merece y que todos los peruanos podamos acceder a ese encuentro con el pasado milenario de los incas.
Que no suceda lo que sucedió con las momias que la señora Eliane Karp decidió negociar “por razones de estudio” con otros países, que no suceda lo que sucede diariamente en los aeropuertos en donde se incauta el 10% de bienes culturales en claro latrocinio al Estado Peruano y a los peruanos.
En concreto, serán repatriados al Cusco más de 46 mil objetos y fragmentos, de los cuales alrededor de 360 son ‘museables’, es decir, se encuentran en buen estado.
El jefe de Estado también explicó que las piezas ‘museables’ comenzarán a entregarse los primeros meses de 2011, después de ser inventariadas por Yale. La intención de ambas partes es que los fragmentos lleguen al país en marzo, antes del 24 de junio de 2011, fecha de la conmemoración del centésimo aniversario del descubrimiento científico de Machu Picchu.
