Uno de los juegos de mesa más universales ha cumplido 75 años el fin de semana, se trata del afamado “Monopoly” en ingles, o Monopolio en Español.
El clásico juego es como el nombre mismo lo sugiere. El objetivo del juego es hacer un monopolio de oferta, poseyendo todas las propiedades inmuebles que aparecen en el juego. Los jugadores mueven sus respectivas fichas por turnos en sentido horario alrededor de un tablero, basándose en la puntuación que indican los dados y caen en propiedades que pueden comprar de un banco imaginario, o dejar que el banco las subaste en caso de no ser compradas. Si las propiedades en las que caen ya tienen dueños, los dueños pueden cobrar alquileres o quien caiga podrá comprárselas, es cuestión de ponerse de acuerdo, como en todo.
Es un juego real que enseña como se mueven los negocios en la vida, el banco imaginario puede dejar a los jugadores en la ruina absoluta y quienes no tienen tino para hacer sus transacciones pueden acabar muy mal como sucede de modo idéntico en la vida real.
Las versiones de tableros y de nombres de las calles y avenidas varían según el país, cada pasís le asigna costos más o menos altos a los lugares más exclusivos de cada nación. En Perú, por ejemplo, hace años salió una versión en donde figuraban El Paseo de la República, La Colmena, Javier Prado, Paseo Colón además de los ferrocarriles…
Según la interpretación de la enciclopedia virtual Wikipedia: “El juego de Monopoly dramatiza al mundo capitalista y sus atractivos de acumulación de riqueza, competitividad y selección de los mejores para obtener los lugares de privilegio en la sociedad. Para acumular riqueza es necesario competir y ganarle a los demás, aunque esta ganancia genere pobreza o riesgo de vida en los otros que son considerados “contrincantes”. En el espacio lúdico desarrollamos nuestra participación en la expresión dramática de nuestra posibilidad de asumir riesgos para ganar aunque sea a costa de la dominación y sometimiento de los demás”.
Como fuera, se han vendido más de 275 millones de juegos en todo el mundo y está disponible en 111 países y en 43 idiomas. Cada país ha hecho sus versiones propias con elementos autóctonos, los peruanos no escapamos a ello, el mes pasado se presentó la peruanísima versión de Monopolio en la que figura Machu Picchu y las Líneas de Nazca como los destinos más costosos de los 22 que presenta. Los jugadores también pueden ser dueños de Sipán, Caral, lago Titicaca, Yanahuara y otros – Baños del Inca se encuentra en un honroso 9º puesto entre los 22 lugares-
Casitas verdes, hoteles rojos, fichas y dados además de billetes de distintas denominaciones, títulos de propiedad, más tarjetas y un tablero son todo lo que contiene el juego, además de mucha imaginación.
Solo se necesita un poco de tiempo, un poco de ganas, una familia o un grupo de amigos en torno al tablero y empezar a lanzar los dados que la vida no solo es un carnaval, sino que también es un monopolio en el que se gana o se pierde como en todo en este mundo.
