Tal parece que no solo la policía del Perú y de manera muy especial la de Cajamarca es incompetente y distraída. Prueba de ello es la reciente captura y encarcelamiento – o enjaulamiento - de un pequeño loro en Colombia acusado de trabajar para una mafia de narcotraficantes y de hacer de “campana” para alertar a los vendedores de estupefacientes.
Varios vendedores de narcóticos y ladrones lograron escabullirse de una operación de la Policía en la ciudad colombiana de Barranquilla debido al llamado de alerta de un loro que fue “arrestado” y entregado para su custodia a una organización protectora de animales.
El caso ocurrió el pasado miércoles en un populoso barrio de Barranquilla al que llegaron cerca de 300 policías para hacer una redada ante constantes denuncias de que en el lugar se ocultaban ladrones y ‘jíbaros’, como llaman en Colombia a los expendedores de narcóticos.
Las autoridades capturaron a cuatro personas y decomisaron 250 armas blancas y un millar de dosis de marihuana. Sin embargo la gran mayoría se dieron a la fuga gracias a la alerta de una extraña voz que gritaba desde una jaula: “Corre, corre que te coge el gato” y el loro fue detenido y llevado a prisión. Pese a su captura el lorito siguió gritando en todo el camino desde la patrulla policial la misma frase y la volvía a repetir con insistencia cuando una avalancha de periodistas entre risas interrogaba al ave ante tan inusual captura.
Luego de una inútil investigación y ante la negativa del loro –como era obvio – de dar una explicación sobre su actuar, el lorito fue declarado inocente y dejado en libertad, pues se comprobó de que se trataba de una inocente mascota que había sido adiestrada para tal fin y que no pertenecía a ningún grupo delictivo, mucho menos a un cártel.
El ave fue devuelta a su propietario, el dueño de un granero en el mercado de Barranquilla, de nombre José Giraldo, quien aseguró que su mascota no trabaja para ninguna mafia. Pero denunció que debido a su injusta detención, el loro se ha negado a comer y que ni siquiera ha picado su comida desde que fue devuelto a su propietario. El loro parece haber enfermado por esa injusticia.
Debe haber sido un espectáculo patético que 300 efectivos policiales se hayan visto burlados por una diminuta ave con un cerebro tan pequeño, ello conllevó al abuso de detenerlo, noticia que de inmediato dio la vuelta al mundo y que fue un boom mediático al que los grupos de protección animal condenaron de todas partes del planeta.
Pero esta historia, suele pasar con frecuencia en todos los países del mundo. En el Perú con incidencia especial, lo que demuestra que los policías de todas partes tienen un breve nivel de preparación y un sucinto historial cognitivo lo que podría explicar los excesos que a diario se cometen en el tema de derechos humanos.
Ahora que en Cajamarca – entre el bullicio y la prohibición de hacer campaña por la cercanía a las elecciones – se ha rubricado la donación de 9 hectáreas para la construcción de la escuela de Sub Oficiales en un cercano distrito, sería bueno sugerir convenios con universidades y evaluar la calidad académica de quienes forman a los futuros policías de Cajamarca, con el fin de evitar hechos bochornosos como el sucedido en Colombia donde un plumífero burló a un batallón de uniformados y evitar así que, cuando la policía se sienta burlada por su falta de planificación o simple sentido común, se tome revancha con inocentes.