La reciente denuncia que hiciera la Fiscal de Celendín María Fernández Sivori a través de nuestro medio, ha hecho que un sector de las autoridades de Celendín se sienta incómodo ante la gravedad de la denuncia formulada.
Panorama Cajamarquino, cuenta con distribuidoras en toda la región, por ende en cada una de las provincias, todos los días el área de distribución desde tempranas horas de la madrugada está enviando los diarios a cada una de ellas, sin embargo, nuestra edición correspondiente al día 18 de noviembre remitida a la provincia de Celendín, desapareció misteriosamente antes de llegar a su destino.
Las autoridades que se jactan de ser probas y honestas a veces actúan de un modo sospechoso y bandolero. Probablemente se haya evitado que la provincia de Celendín se entere de esa denuncia al efectuar ese suspicaz escamoteo de la edición destinada para allí, sin embargo eso no resuelve el problema.
Seguramente el transportista, hoy por hoy desaparecido, pese a que contamos con el registro de su unidad, aparecerá en unos días con alguna historia fantástica y quienes perpetraron la canallada se han de sentir felices de tan infames actitudes, sin embargo no se puede tapar el sol con un dedo ni manipular la información cuando esta es objetiva.
Las autoridades deberían encaminar mejor esa vivacidad en trabajar por hacer de cada provincia un pueblo progresista y no emular a las artimañas soterradas y viles que dejó la década del fujimorato. El ingenio cuando es bien aplicado puede ser beneficioso, más cuando se es una autoridad.
Quien o quienes manipulan de un modo tan grotesco la opinión de un pueblo, desdice de su identidad no amerita ser una autoridad y merece el oprobio de un pueblo. Todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, pero a veces las huellas que dejan recuerdan a viejos ardides usados en otras batallas ya conocidas.
La edición del día 18 se encuentra colgada en la red en la página de Panorama Cajamarquino, esa edición virtual no viaja en transporte público, lo que la hace segura y no manipulable.
Mientras tanto en algún lugar de esa provincia un paquete yace extraviado con tres centenas de diarios o quizás ya estén incinerados en la hoguera de la mentira y de la manipulación perversa y tirana.
Panorama Cajamarquino, cuenta con distribuidoras en toda la región, por ende en cada una de las provincias, todos los días el área de distribución desde tempranas horas de la madrugada está enviando los diarios a cada una de ellas, sin embargo, nuestra edición correspondiente al día 18 de noviembre remitida a la provincia de Celendín, desapareció misteriosamente antes de llegar a su destino.
Las autoridades que se jactan de ser probas y honestas a veces actúan de un modo sospechoso y bandolero. Probablemente se haya evitado que la provincia de Celendín se entere de esa denuncia al efectuar ese suspicaz escamoteo de la edición destinada para allí, sin embargo eso no resuelve el problema.
Seguramente el transportista, hoy por hoy desaparecido, pese a que contamos con el registro de su unidad, aparecerá en unos días con alguna historia fantástica y quienes perpetraron la canallada se han de sentir felices de tan infames actitudes, sin embargo no se puede tapar el sol con un dedo ni manipular la información cuando esta es objetiva.
Las autoridades deberían encaminar mejor esa vivacidad en trabajar por hacer de cada provincia un pueblo progresista y no emular a las artimañas soterradas y viles que dejó la década del fujimorato. El ingenio cuando es bien aplicado puede ser beneficioso, más cuando se es una autoridad.
Quien o quienes manipulan de un modo tan grotesco la opinión de un pueblo, desdice de su identidad no amerita ser una autoridad y merece el oprobio de un pueblo. Todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, pero a veces las huellas que dejan recuerdan a viejos ardides usados en otras batallas ya conocidas.
La edición del día 18 se encuentra colgada en la red en la página de Panorama Cajamarquino, esa edición virtual no viaja en transporte público, lo que la hace segura y no manipulable.
Mientras tanto en algún lugar de esa provincia un paquete yace extraviado con tres centenas de diarios o quizás ya estén incinerados en la hoguera de la mentira y de la manipulación perversa y tirana.