Oscar Imaña Sánchez nació el 19 de setiembre de 1893 en Hualgayoc, es uno de los más connotados poetas peruanos. Su padre fue un reconocido minero de una vida polémica y llena de historias amorosas. Varias partidas de nacimiento de los hermanos de Oscar están registradas en Hualgayoc, varias partidas con apellidos diversos.
Fue la minería y el ejemplo paterno lo que marcó la vida de Oscar Imaña, su casa, aún sobrevive, está ubicada en la plaza de armas de Hualgayoc a faldas del cerro Jesús (Hualgalloc), aquel que marcara su infancia y al que le dedica varios versos dentro de su extensa producción, extensa pero acallada, acto que el Perú lamenta, pues la grandiosidad de la obra de Imaña hubiera trascendido el limbo de la Gloria como lo hizo César Vallejo, con quien compartió una estrecha amistad en la ciudad de Trujillo.
Imaña emigró a Trujillo para estudiar en una universidad y hacerse docente y abogado, pues la poesía vino con él desde su nacimiento, entre el frío del pueblo minero por el que caminaba en tardes de lluvia mientras pensaba en el poema célebre que más tarde escribiría. Llueve en el patio de mi casa llueve…
El 25 de abril de 1915 los diarios de Trujillo anuncian que los Juegos Florales convocados a concurso por la Universidad de Trujillo habían sido ganados por el joven Oscar Imaña Sánchez con su composición “Canto a la Primavera”, haciéndose acreedor a la “Flor Natural”.
La amistad con Vallejo fue estrecha el fragmento de esta carta que le escribe Vallejo desde la prisión delata ese cariño. Trujillo, 12 de febrero de 1921 Oscar: “Te pongo estas líneas todavía desde la cárcel, que te parece, yo hubiera querido escribirte anunciándote ya mi libertad, pero estos abogados!? Sé que ya estás en Pacasmayo y todavía sé que vas a darte tu salto de un momento a otro por aquí. Ojalá así sea y que me sea dado ir a Salaverry a tenderte mis brazos. Dos fiscales ya han opinado por mi libertad, y sin embargo la corte aún no se pronuncia sobre mi situación.- Ni porque Morales forma parte de la sala.- El tinterillaje es cosa más que endiablada…” “…También escribo de vez en vez, y si viene a mi alma algún aliento dulce, es la luz del recuerdo “¡Oh el recuerdo en la prisión! Cómo le llega y cae en el corazón y aceita con melancolía esta máquina ya tan descompuesta” No sé que harán de mí estas gentes. Ya veremos”. Tu hermano: César.
Oscar Imaña en sus últimos años vivió en Cajamarca, ejerció la jurisprudencia y vivía en la calle Juan Villanueva a solo unos pasos del Ex asilo, por ahí solía deslizarse hasta el jirón Amalia Puga a buscar a un amigo de apellido Barrantes con quien solían beberse unos tragos y recordar los tiempos para siempre idos.