Los apresuramientos que se hacen al momento de juzgar una gestión le hacen daño a la ciudad, a la región y al país. Algunos periodistas buscan emboscar a sus entrevistados creyendo que con ello se ganarán el respeto de su público; nada más alejado de la verdad ni más insensato.
Recientemente en un medio de comunicación hablado se entrevistó al flamante gerente de Seguridad Ciudadana, un personaje que todos conocemos por su labor en otro tiempo y que dejó una huella duradera e indeleble por la seguridad que otorgó a todos los cajamarquinos, sin embargo el gerente fue vilipendiado y maltratado por su interlocutor sin razón alguna.
Lo mismo viene sucediendo con flamantes directores de distintos organismos del gobierno regional, con el mismo presidente regional y con el nuevo alcalde. La labor de la prensa es fiscalizar, en eso estamos de acuerdo y es justamente ello uno de los pilares que fundamentan la labor periodística y que le otorgan su razón de ser, sin embargo, cuando la prensa entorpece la acción de las autoridades resulta oprobioso.
Las autoridades fueron elegidas en un sistema democrático en el que participamos todos. No todos estaremos de acuerdo con quienes fueron elegidos, es algo natural, pero es preciso dejarlos empezar a trabajar, aún es muy temprano para juzgar y estamos cayendo en el prejuzgamiento, en la paranoia colectiva de que todo lo que se hará estará mal, de que todo es un embuste y de que tenemos que desenmascarar a quien no tiene una careta.
No por mucho madrugar amanece más temprano, dice un adagio muy añejo. Y así como hay un tiempo para cuestionar, sería prudente dejar que las nuevas gestiones, municipal y la del Gobierno Regional, empiecen a caminar, que den sus primeros pasos y se afiancen; lamentablemente hemos empezado a poner zancadillas y a ver fantasmas donde no los hay.
La prensa acuciosa siempre ha sido buena, la prensa que cuestiona con fundamento y con respeto, pero salir de esos parámetros deja un mal precedente a futuro. La perfección se alcanza con la experiencia, la experiencia se la consigue con la práctica, pero el respeto es algo que se gana. No nos apresuremos a prejuzgar que todo esto acaba de empezar.
