Hace unos días, la publicación en este diario de la lista de pagos que hace el Gobierno Regional a algunos hombres de prensa y a empresas del rubro, hizo que más de uno se rasgue las vestiduras, como si esa información fuera de carácter secreto y hubiésemos violado algún código clandestino de una cofradía oculta. Nada más falso, la información se encuentra colgada en el portal web de esa institución y es de acceso público.
Uno de estos personajes en un acto kamikaze, hecho un talibán de la ética llegó iracundo a la oficina de redacción para hacer uso de su derecho a réplica porque se había sentido mortificado con la publicación, sin embargo se exasperó con prontitud y obnubiló, actitud que no estaba dispuesto a cambiar pese a mi pedido de que baje la voz y mi llamado a comportarse como era debido. Ante el rechazo y su terquedad lo invité a retirarse, acto que él aceptó, no sin antes proferir una amenaza.
El personaje entonces, acudió al programa en vivo de un periodista reconocido. Periódico en mano se exaltó, me insultó a sus anchas, difamó, ninguneó y profirió lo que se le vino en gana, bajo la anuencia cómplice del entrevistador, pero lo más importante es que mintió con descaro. En todo momento se refería a mí como “Sabe Dios quien será” “Este desconocido” “Matoncito” “Fulano” y otros adjetivos paralelos.
Pero mintió, porque hace unos meses hablamos por teléfono sobre el tema de la apropiación que la radio para la cual él trabaja hizo de la famosa “Hora seis, el ranking del siglo” propiedad intelectual de mi buen amigo Ricardo Ravines Mondoñedo hasta que le fue arrebatada, tema al que se rehusó a abordar por recelo o temor.
Y mintió conspicuamente porque tengo en el archivo de mi correo varios e-mail que me ha remitido solicitando la promoción de un evento que realizó hace unos días, donde por cierto, emboscó a un grupo de periodistas aunque luego lo desmintió una y otra vez. ¿Puede enviarse correos a un desconocido don nadie?
Hace unos meses, casi un año para ser exactos, me hizo una entrevista que se transmitió a nivel nacional cuando se realizó el VI Festival Internacional de Poesía El Patio Azul, fue en una radio de cobertura nacional cuyo nombre me parece irrelevante mencionar. ¿Se puede entrevistar a un ilustre desconocido? ¿Tan mal andaba su programa que entrevistaba a personajes anónimos?
El tema en realidad no radica en si soy un personaje inédito o no en el periodismo, en si las personas me odian o me aprecian, eso a nadie le importa, y la mente es frágil y hasta el insulso detractor puede haber olvidado que alguna vez hablamos o me envió los correos electrónicos, no me hace un favor recordando u olvidando. El asunto radica en que merezco respeto y las personas que trabajan a mi lado merecen respeto y que los compañeros de otros medios merecen respeto y que todos merecemos respeto y que más allá de nuestras diferencias somos humanos con aciertos y desaciertos, pero también a hacernos respetar. Los cargos pasan, las obras quedan, las gentes se van…
El periodismo requiere de ética, mucha falta le hace al disonante periodismo en nuestra ciudad, falta de un poco de conducta, tampoco hay disposición ni tiempo para abstraerse en inútiles discusiones pero siempre habrá un espacio para hacernos respetar como es debido siendo un personaje ilustre o desconocido o mejor aún, siendo un ilustre desconocido.