Los médicos peruanos amenazan con una huelga nacional indefinida convocada por la Federación Médica Peruana (FMP) a partir del lunes 15 de setiembre, huelga que significaría poner en riesgo la vida de miles de pacientes y literalmente matar a una buena cantidad de peruanos incumpliendo el juramento hipocrático que alguna vez hicieron.
El juramento hipocrático solo tiene ahora un valor histórico, una suerte de discurso de iniciación que se usa antes de ejercer formalmente la profesión de la medicina. Incumplido en su totalidad en un mundo como el nuestro, donde priman los intereses personales, la economía y el facilismo de la indolencia y el ausentismo del dolor hacia los enfermos.
El ministro sostuvo además que esta acción legal también alcanzará a quienes no proporcionen medicamentos a los pacientes con tratamiento especial, como los casos de tuberculosis y VIH/Sida.
Indicó que esta medida se suma a otras previstas para evitar que los pacientes sean desatendidos, como la contratación temporal de médicos y el descuento salarial para aquellos que no acudan a laborar. Los médicos de nuestro país se han quejado por el salario que perciben, por esa cantidad que ellos consideran exigua pese a que encabezan la lista de sueldos en el promedio de la economía de profesionales en el país.
¿Cuántas horas trabaja cada día un médico cabalmente? ¿Cuántas dedica a su preparación y cuántas dedica a trabajos particulares en clínicas y centros de salud particulares? ¿Usa solo sus propios equipos o también hace uso de equipos del Estado para atender a sus pacientes particulares? Existen profesiones que dejan grandes dividendos como las empresas, las inversiones, la minería, el petróleo, si pensaron extorsionar a un país luego de hacerse profesionales debieron pensar en carreras más rentables.
A menudo se afirma que un médico en Norteamérica percibe sueldos fabulosos o que un médico de Brasil o Venezuela recibe un sueldo elevado a otro factore numérico con respecto al de Perú y puede ser cierto, como también es cierto que lamentablemente un médico extranjero recibe una educación de un nivel muy superior al que existe en este país, tampoco en esos países se puede extorsionar con impunidad a un pueblo pobre.
Uno de los fragmentos del Juramento Hipocrático dice “…A cualesquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de todo error voluntario y corrupción…” Definitivamente cuando Hipócrates y después Galeno, fundamentaron el juramento nunca pensaron en la medicina como un negocio lucrativo, ni siquiera un negocio, sino como un servicio a la humanidad, a los enfermos y necesitados.
El ministro de Salud ha conminado a los médicos a no acatar una huelga desde todo punto de vista ilegal y que además es atentatoria contra la salud de millones de peruanos que se encuentran en los hospitales con tratamientos largos y permanentes y los ha llamado a la reflexión. Esperemos que antes que lo económico prime el valor del ser humano y los médicos antes de iniciar la huelga recuerden el juramento hipocrático que alguna vez hicieron con emoción.