Tras de cada campaña existe una relación casi etérea que nadie ve pero que todos sienten. Una red social que maneja los hilos traslúcidos para llegar a una meta. No hay nada nuevo en ello, las raíces son tan añejas como la ambición misma del poder.
La política siempre tuvo entre sus metas conseguir la adhesión de muchas personas a un partido, a mayor masificación más cantidad de electores, lo que permitiría a cualquiera llegar al poder siempre y cuando se canalice ese consolidado humano.
Esas estrategias se usaron siempre y se siguen aplicando como un método para el logro de los objetivos de los diversos partidos. No podemos negar que después del segundo periodo de Fernando Belaunde el Perú entro en una crisis muy severa de políticos, el electorado peruano se dejó llevar por rostros y situaciones coyunturales más que por la trayectoria y el prestigio de los políticos.
EMPEZAR ÚLTIMO Y LLEGAR PRIMERO.
Fue a comienzos de los 90 que el término Out Sider se puso de moda y en donde los aventureros se fueron lanzando a la escena de la política. Desde un nipón que de ser un maestro universitario llegó a ser el presidente del país, hasta vedetes o deportistas, actores, cómicos de televisión, cómicos ambulantes, futbolistas, cantantes folclóricos, todos buscaban una curul aunque no tenían la mínima idea de lo que harían en el Congreso de la República.
UN POCO DE HISTORIA.
Las desatinadas propuestas legislativas no son exclusivas de este Congreso, vienen desde su constitución –dice Javier Alva Orlandini, ex magistrado del Tribunal Constitucional-, pero quizá alcanzaron su máxima expresión cuando la vedette Susy Díaz obtuvo un escaño por el Movimiento de Integración Agraria en las elecciones de 1995. Todavía se cuenta como si se tratara de una leyenda urbana –pero no es más que parte de nuestra triste realidad legislativa– las veces en las que Susy Díaz propuso un proyecto de ley para declarar el día de la suegra y otro para obligar a los propietarios de hostales a entregar preservativos.
Siempre existió un círculo de conexiones invisibles que se daban para ganar popularidad. En los últimos años el Congreso ha parecido más el juego de la escuelita con muchos niños malcriados que una de las instituciones tutelares de la República del Perú.
Pero si bien los políticos de ahora carecen de una casta, en gran forma sucede lo mismo con ese entorno que antes tuvo un común denominador como era la intelectualidad y la trascendencia de políticos que aunque tenían serias divergencias y distintas políticas tenían una representatividad y una lucidez envidiable, este grupo de hombres forjó la Constitución de 1979 pero también significó la última clase política que tuvo el Perú.
En el Congreso también hay tiempo para los disparates legislativos, no es exclusividad de los actuales solamente. Augusto B. Leguía en 1920 dictó un decreto para disponer que la primera ley de su gobierno tendría un número redondo, el 4000, así marcaría lo que él imaginaba y decía que era una nueva época. Leguía emitió la Ley 3084, que ordenaba que la ley siguiente fuera la 4000. Desaparecieron de la historia del Perú 916 números de leyes.
EL CÍRCULO QUE NADIE VE
Hace un par de años el mítico fotógrafo de la revista Caretas Carlos “Chino” Domínguez junto al poeta Reynaldo Naranjo publicaron un libro llamado “El Círculo Invisible” en él se muestran varias fotografías en donde se grafica las relaciones del poder y la literatura, el periodismo y la intelectualidad de la época.
El libro ha sido editado por el Fondo Editorial de la Universidad Alas Peruanas, es un inusual homenaje a "los amigos". Periodistas, bohemios, criollos, poetas, narradores son motivo de recordación a través de sus propios textos y el magistral registro fotográfico de Carlos "chino" Domínguez.
"Se llama circulo invisible, porqué éramos un grupo de amigos que nos frecuentábamos siempre y que a su vez -cada uno- tenía su propio circulo de amigos. Y algunas veces sucedía que nos reuníamos todos los amigos, más sus amigos, y se armaba la gran jarana" ha explicado el talentoso fotógrafo al respecto de su obra.
Domínguez informa que este es el primer libro de muchos otros, pues el circulo "así como invisible era extenso". ¿Y quienes integran este primer círculo? En este primer libro aparecen: Chabuca Granda, Magda Figuerola, César Miró, Manuel Scorza, Guillermo Thorndike, Julio Ramón Ribeyro, Juan Gonzalo Rose, Reynaldo Naranjo, César Calvo y el mismo Carlos "chino" Domínguez.
Los políticos como todos son hombres y mujeres que tienen amigos, que sueñan, que sufren cuando pierden y que descubren en cada campaña una gran vocación de servicio de la que antes nunca se habían percatado. Son aquellos que se hacen amigos de todos y que son el ejemplo vivo de la virtud y la decencia aunque nadie lo crea.
Por eso se hacen muy amigos de gente popular y querida como lo fue Scorza o César Calvo, de Alan García; como lo fue Chabuca de Víctor Raúl o como hoy lo es William Luna, por ejemplo, quien también para variar, es el candidato de un partido con cortas posibilidades pero que no pierde la esperanza; por eso también las voleibolistas y narradores de partidos de futbol, los escritores y poetas, los faranduleros, vedets y hasta meretrices optan por entrar en ese círculo invisible que a todos interesa, ese círculo mágico al que todos quieren pertenecer en algún momento y al que todos usan para conseguir sus más siniestras ambiciones.