El 2 de febrero de cada año es el Día Mundial de los Humedales y en él se conmemora la fecha en que se adoptó la Convención sobre los Humedales, el 2 de febrero de 1971. Desde 1997, todos los años organismos oficiales, organizaciones no gubernamentales y grupos de ciudadanos de todos los niveles de la comunidad han aprovechado la oportunidad para realizar actos y actividades encaminados a aumentar la sensibilización del público en general acerca de los valores de los humedales y los beneficios que reportan en general.
Enfrentamos un cambio climático por los desórdenes que hemos causado en la naturaleza. La ambición del ser humano ha generado que el planeta se enferme y los niveles de temperatura se excedan como nunca antes, a tal punto que los cambios en el planeta son evidentes, con ello la desaparición de muchas especies en flora y fauna y el avance imparable de lo urbano hacia el campo matando todo vestigio de naturaleza y de vida.
Cuando hablamos de un humedal nos referimos a aquellas extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros.
Hace más de tres décadas los humedales o zonas consideradas como pantanos o charcos, fueron equivocadamente dragados, para dar paso a nuevas ciudades o construcciones que eliminaban de plano a los humedales por considerarlos áreas inútiles o lugar ideal para el desarrollo de plagas y de transmisores de enfermedades como la malaria y otras. Sin embargo; esta situación ha cambiado, porque nuevos estudios ecológicos nos han permitido revalorar los humedales, por los varios y valiosos servicios ambientales que nos brindan.
En Cajamarca nos hemos acostumbrado a que el agua sea parte de nuestro paisaje, muchas veces nos incomodamos con las lluvias que discurren por las calles y nos dificultan el paso, lluvias que nos mojan y nos fastidian, mientras que en otras partes del mundo miran al cielo y rezan pidiéndole a Dios que ellas caigan sobre la tierra.
El agua es el recurso más preciado sobre la tierra. Nos hemos olvidado de los ritos que antes hacia ella se le hacían. Los antiguos peruanos sabían que el agua era su sustento y su vida, la respetaban y la cuidaban, le daban su amor y hasta hablaban con ella.
El Día Internacional de los Humedales posiblemente pase desapercibido, porque nos formaron así, uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde, de lo vital que el agua resulta en un mundo cada vez más caliente y seco, en un planeta envejecido por la angurria y la ambición de los seres humanos.
Alguna vez la tierra se llamó El Planeta Azul, porque era así como se veía desde el espacio. Hoy el planeta se hace cada vez más gris y cada vez más, descendemos hacia nuestra propia muerte, hacia nuestra extinción definitiva, hacia la nada.
