El reciente nombramiento de la congresista Hilaria Supa como Presidenta de la Comisión de Educación del Congreso de la República ha causado controversia y tiene un matiz polémico.
Las críticas por la designación no se han hecho esperar, apristas y fujimoristas han salido a opinar negativamente sobre el tema, mientras que la bancada nacionalista la defiende con vehemencia y virulencia.
La misma congresista ha expresado que la educación rural en el Perú es excluyente y ha sido olvidada. Y quizás no le falte razón, puesto que los moldes educativos aplicados en las últimas décadas no han tomado en cuenta el ámbito rural para nada y al contrario se han copiado tal cual (copia y pega) los modelos educativos de realidades muy distintas que solo han generado alienación y pérdida de identidad entre los peruanos.
Otro de los argumentos que esgrimen los nacionalistas es que se discrimina a Hilaria Supa por el solo hecho de ser quechuahablante. Nada más falso. La verdad más bien parece ser que la congresista nacionalista no cuenta con una preparación idónea para ostentar un cargo de esa magnitud, pero de inmediato surge una pregunta ¿Cuentan la gran mayoría de los congresistas con un nivel moral competente? ¿Acaso tienen solvencia intelectual para ser congresistas de la República Peruana?
Nos encontramos en un país en donde reina la improvisación. Se busca hacer proselitismo con el nombramiento de Hilaria Supa, quien una vez más representa al tonto útil de una bancada que la utiliza cada vez que quiere llamar la atención – no olvidemos el dichoso cartelito, por demás maleducado e inoportuno en pleno discurso por el aniversario patrio- Si la congresista Hilaria fuera discriminada simplemente hoy no ostentaría el cargo de congresista, menos ingresaría al Congreso ataviada con un traje típico ni chaccharía coca en cada reunión congresal.
Todo este escenario no deja de tener una doble moral. Por un lado la postura que se escandaliza por un nombramiento que sin duda no es el más apropiado – pero si Susy Díaz fue congresista, si un japonés fue presidente del Perú y las dos últimas primeras damas del Perú no nacieron en el Perú ¿Qué puede sorprendernos ya? –. Por otro lado el quedar bien en un momento electoral. Muchos políticos ya se han manifestado con una afabilidad tremenda por el caso de la congresista, así el viceministro de Gestión Pedagógica, Ídel Vexler, defendió la designación de la congresista como Presidenta de la Comisión de Educación de ese poder del Estado. Dijo que “el dominio del idioma quechua frente al español, de Supa Huamán no es un motivo para criticarla”. Vexler Talledo recordó que el Ministerio de Educación promueve la biculturalidad, y en ese sentido podrán trabajar juntos.
Mientras que el Padre Ricardo Morales, presidente del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana, señaló: “Los que hayan propuesto a la señora Supa lo habrán hecho porque consideran que tiene un importante papel en el Congreso (...) sospecho que puede representar la inquietud de un sector desfavorecido, sobre todo en las zonas rurales donde hay enorme abandono”.
Por su parte León Trahtemberg, especialista en educación, expresó: “Prefiero gente honesta, aunque tenga algunas limitaciones en el lenguaje, que gente corrupta que escriba muy bien” Y en realidad ¿quién habla bien en el Perú? En este país maravilloso y de las maravillas donde todo puede suceder, donde todo puede pasar. Quizás Hilaria Supa no sea una doctora en lingüística, pero quizás es más honesta que la fujimorista dormilona del “Habla Culta”.