Cerca de 25 mil docentes clasificaron en la prueba a la Carrera Pública Magisterial Docente, así lo informó el viceministro de Gestión Pedagógica del Ministerio de Educación, Idel Vexler, quien señaló que los maestros clasificados, quienes postularon dentro de un total de 200 mil docentes, ahora se disputarán 20 mil plazas para incorporarse a la carrera magisterial.
El Estado ha tratado de seleccionar a los mejores docentes, a los que destaquen por sus conocimientos, habilidades y cultura y que, tengan una nota de catorce como mínimo. Para ello ha ensayado ciertas fórmulas que no le han dado resultados, y aunque se santifique y jure a los cuatro vientos que la prueba nunca salió a la venta, todos sabemos que el examen se vendió a diestra y siniestra al mejor postor.
-Cajamarca no fue la excepción, el examen se vendió con desparpajo y los docentes que compraron la prueba pueden dar fe de ello. Las autoridades del sector, como siempre, se volvieron miopes y ciegas por unas horas-.
Ya el viceministro anunció la segunda fase de la evaluación, indicó que la segunda fase consiste en evaluaciones y pruebas de capacidad didáctica, conocimientos de la realidad nacional y regional, méritos profesionales, estudios,(certificados comprados) capacitaciones y años de experiencia docente.
“Esperamos que las instituciones educativas, lideradas por sus directores, desarrollen su trabajo con probidad, transparencia, criterio técnico y respetando la calidad de los profesores para así poder tener también mejores alumnos”, apuntó el iluso Vexler Talledo. Nada más soñador que pensar, que en un país en donde pese a “las extremas medidas de seguridad” la prueba siempre sale horas antes para ser comercializada, se va actuar con probidad y transparencia.
Lo peor de todo este examen que debería escoger a los docentes mejor preparados no es solo el gasto cuantioso que causa al gobierno, sino que nos estamos acostumbrando a la corrupción, al silencio cómplice. Se cuentan por miles los docentes que la semana pasada adquirieron la prueba de manera ilegal y otros que ofrecían varios miles de soles con tal de obtenerla.
Los grupos de los que habla el viceministro estarían conformados de la siguiente manera: El director del centro educativo, un representante elegido por la mitad más uno de los profesores nombrados, así como por el director o subdirector académico, y por dos representantes de los padres de familia. Definitivamente no se garantiza nada en absoluto con esta propuesta poco feliz.
Por su parte el ministro de educación, José Antonio Chang ha manifestado que “La idea es que nuestro magisterio tenga todas sus plazas orgánicas cubiertas con maestros nombrados y que no tengamos que recurrir a los contratos que han generado suspicacias. Vamos a tener en las escuelas públicas el 100 por ciento de los maestros en calidad de nombrados en el 100 por ciento”.
En calidad de nombrados, puede ser, pero no el cien porciento de maestros de calidad, eso significa que seguiremos en el sótano de la educación en nuestro continente, que seguiremos dependiendo de modelos educativos falsos, copias viles de otros que se aplican con éxito en países donde existen educadores competentes, autoridades convenientes y ministros de educación que no son el remedo triste de otros países en donde la educación es tan importante como la misma salud de sus habitantes.
