Ayer mostrábamos una foto desconocida del poeta, con un grupo de compañeros de arte de aquella época, resaltaba las figuras de Calvo, los hermanos Corcuera, Razzeto, entre otros destacados poetas. En la foto de hoy, se aprecia a Javier Heraud junto a la poetisa Carmen Luz Bejarano en 1960, ese mismo año el mes de diciembre obtiene, con César Calvo, el Primer Premio en el concurso “El poeta Joven del Perú”, convocado por la revista Cuadernos trimestrales de Poesía, de Trujillo, con el libro: “El Viaje”. Es nombrado profesor de inglés en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe. Tenía 18 años y un ímpetu de libertad que en breve habría de costarle la vida. Aquí la última carta que recibió la madre del poeta:
Nov 62. La Habana. Cuba.
Querida madre:
No sé cuándo podrás leer esta carta. Si la lees quiere decir que algo ha sucedido en la Sierra y que ya no podré saludarte y abrazarte como siempre. ¡si supieras cuánto te amo!, ¡si supieras que ahora que me dispongo a salir de Cuba para entrar en mi patria y abrir un frente guerrillero pienso más que nunca en ti, en mi padre, en mis hermano tan queridos!
Voy a la guerra por la alegría, por mi patria, por el amor que te tengo, por todo en fin. No me guardes rencor si algo me pasa. Yo hubiese querido vivir para agradecerte lo que has hecho por mí, pero no podría vivir sin servir a mi pueblo y a mi patria. Eso tú bien lo sabes, y tú me criaste honrado y justo, amante de la verdad, de la justicia.
Porque sé que mi patria cambiará, sé que tú también te hallarás dichosa y feliz, en compañía de mi padre amado y de mis hermanos. Y que mi vacío se llenará pronto con la alegría y la esperanza de la patria.
Te besa, Tu hijo Javier.
(*) Antes de partir de La Habana, rumbo a Bolivia (frontera con Perú) para conformar la guerrilla, Javier escribió esta carta que dejó encargada a la esposa de un compañero en Cuba. El encargó: si no le ocurría nada, ella debía conservarla; si lo mataban, ella se comprometía a llevarla a Lima y ponerla en las manos de su madre.