Un hecho deplorable
se volvió a cometer en una zona que se ha vuelto más peligrosa cada día debido
a la gran cantidad de bares, cantinas y discotecas que se han instalado en las
intersecciones de los jirones José Gálvez y la cuadra uno y dos del jirón
Amalia Puga.
A la reciente
vejación a una joven que trabajaba de mesera en el lugar conocido como “La
Choza” se suma la muerte ocurrida el año pasado en el “Mr. Chop”, lugares que
han seguido y seguirán funcionando bajo la complicidad municipal, y esto hay
que decirlo con claridad porque las quejas de los vecinos son continuas y pese
a los hechos sangrientos y violentos que se registran cada noche, la
municipalidad no ha hecho nada por evitarlo.
Y decimos que
existe complicidad porque existe una cámara de video vigilancia en la zona que
registra todos los hechos que suceden en las afueras de los mencionados locales
que son un promedio de 7 y en donde se expenden bebidas alcohólicas a menores
de edad. No hay una mañana en que las veredas de la zona no amanezcan
ensangrentadas, el lugar ha sido tomado por los bares y cantinas - que
aunque se enojen sus propietarios no dejan de ser antros en donde se expenden
bebidas alcohólicas y generan un ruido insoportable toda la noche además de que
sus ocasionales clientes salen a la vía pública a protagonizar escándalos
superlativos- sin contar las sesiones amatorias que se registran avista y paciencia de los vehículos que por
las madrugadas transitan por la intersección de los jirones Juan Villanueva y
Amalia Puga.
Mientras la
municipalidad no tome el toro por las astas y erradique esa lacra del lugar,
los señores del Serenazgo seguirán en su abnegada labor de atender emergencias
en esa esquina tan tormentosa como es la intersección de José Gálvez y Amalia
Puga –
donde por cierto, hace falta un semáforo, ya que no hay un día en que no se
produzca un accidente de tránsito y registro de ello existe gracias a la cámara
de vídeovigilancia municipal instalada en el lugar-
Habría que
preguntarse ¿por qué la Municipalidad Provincial de Cajamarca es tan permisiva
con estos lugares en los que se producen grescas permanentemente, se oyen
balazos y se dispara en la calle, se cometen crímenes y violaciones? Debe haber
un trasfondo. Son miles de soles los que se mueven diariamente en esos bares,
miles de soles que probablemente no pagan impuestos como es debido pero que sin
embargo parecen financiar la parsimonia con que se juzga un tema que se hace
cada vez más preocupante y en donde los más afectados son los vecinos.
La inseguridad
ciudadana no solo la genera la delincuencia, también la genera la indiferencia
con la que actúan las autoridades, también la avala la apatía de los malos
funcionarios que se hacen de la “vista gorda” – es una palabra que hay que
repetirla tantas veces porque se repite en todos los ámbitos y va de la mano
con la corrupción- Mientras no se acabe con la enfermedad habrá que
seguir tomando medicamentos y gastando inútilmente. La Seguridad Ciudadana no
solo se trata de aliviar actos delincuenciales, sino de exterminarlos de raíz.
Hoy la
Municipalidad Provincial de Cajamarca tiene una oportunidad para resarcir la
indiferencia que ahoga a la juventud cajamarquina y que pone en peligro a un
vecindario que pide paz y calma y que como cualquier vecindario del mundo no
quiere vivir tribulaciones durante las noches.