El polémico y mediático padre Martín Sánchez ha sido expulsado de la
Iglesia Católica, debido a “actos de indisciplina y desobediencia a la
autoridad eclesiástica”, según señala un comunicado del Arzobispado de Lima.
“La Congregación para el Clero ha comunicado al Arzobispo de Lima el
Rescripto de la expulsión del estado clerical, con la dispensa de las
obligaciones derivadas de la ordenación sacerdotal al Sr. Martín Sánchez”,
señala una nota publicada en su web.
La noticia en realidad no sorprendería si no fuera por la abusiva
sanción que Cipriani aplicó recientemente al sacerdote Gastón Garatea, lo que
huele a una perspicacia montada; como si el Jefe de la Iglesia Católica
quisiera “limpiar a la Iglesia Católica” ¿No sería mejor empezar por quien
realmente lo merece?
No pretendo desde este espacio defender la cuestionada conducta del
Padre Martín Sánchez, pero creo que mezclar el accionar del padre Gastón
Garatea con el del sacerdote Martín Sánchez es abismal y no por eso se puede
interpretar que la sanción a Martín Sánchez sea injusta – recordemos que tiene procesos
penales y serias denuncias – pero es evidente que se busca mezclar la
cal y la arena *
Mientras tanto cientos de artistas, intelectuales, catedráticos y
activistas de derechos humanos firmaron un comunicado público de solidaridad
con Garatea para protestar “ante la injusta medida que le ha impuesto el
Arzobispo de Lima”.
Escritores como Alfredo Bryce Echenique y Alonso Cueto, el pintor
Fernando de Szyszlo, el presidente de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), Diego García Sayán, y la alcaldesa de Lima, Susana Villarán,
entre otros, afirmaron en la carta que el religioso es “un ejemplo para jóvenes
y adultos de toda condición social”.
Tras la sanción, el sacerdote está impedido de celebrar misas y escuchar
confesiones. Medios nacionales atribuyen la medida a las críticas que Garatea
lanzó en los últimos meses contra la jerarquía católica peruana, al considerar
que en muchos casos existe más preocupación por temas legales que por los
espirituales.
“Se habla más del canon
(minero) y no tanto del Evangelio”, declaró en abril pasado a la revista
“Caretas”. –refiriéndose al inquisidor Cipriani
–
El religioso también ha apoyado el debate sobre el aborto terapéutico y
se mostró a favor de la unión civil entre parejas homosexuales, aunque sin
llamarla matrimonio. – lo que a Cipriani le debió dar una aguda
soltura estomacal -
“Podemos estar en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo,
pero en una unión civil no hay problema”, dijo.
Gastón garatea integró la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR),
que investigó la guerra interna que afrontó Perú entre 1980 y 2000, y también
fue presidente de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza. En la
actualidad era titular de la iglesia de La Recoleta de Lima y asesor en temas
de responsabilidad social de la Pontificia Universidad Católica del Perú
(PUCP), que mantiene un litigio con el Arzobispado de Lima.
* Dar una de cal y otra de arena: Según el “Diccionario Espasa de dichos
y frases hechas”, Alberto Buitrago Jiménez” la frase significa actuar
alternativamente de forma positiva y negativa. “El quipo no funciona bien. Un
día gana y al siguiente pierde. Está dando una de cal y otra de arena”.
Antiguamente, cuando no existía el cemento, los ladrillos o piedras se fijaban
con mortero, un compuesto que se hacía con una palada de cal -el material caro
y más noble- y otra de arena, lo más abundante y menos importante.