• 13 de mayo…
Con el nombre de «Los tres misterios de Fátima» se ha denominado a lo largo del tiempo a tres secretos que la Virgen de Fátima habría confiado a tres pastores portugueses en la segunda década del siglo XX.
En octubre de 1917, tres jóvenes pastores portugueses, Lucía Dos Santos y sus primos Jacinta y Francisco Marto, contaron haber presenciado una aparición de la Virgen María. La visión de María es hoy popularmente descrita como “Nuestra Señora de Fátima”.
El 13 de mayo, la Virgen María confió tres secretos - en forma de profecías - a los jóvenes visionarios. Dos de los secretos se revelaron en 1941, en un documento escrito por Lucía para ayudar con la canonización de sus primos, mientras el tercero debía quedarse en secreto, aunque el Obispo de Leiria ordenara a Lucía ponerlo en escrito para presentarlo al Papa. Lucía escogió la fecha de 1960 para revelar el secreto, porque según ella explicó "para entonces será más claramente entendido". El texto del tercer secreto fue liberado por Papa Juan Pablo II, el 26 de junio del 2000.
Mucho se ha especulado al respecto sobre lo anunciado en el Tercer Misterio y siempre ha sido un enigma sin resolver desde hace 93 años que se apareció la virgen a los pastorcillos de Fátima. Benedicto XVI acaba de resucitar el olvidado tercer secreto de Fátima. Aquel misterio que había pareció haber quedado ya resuelto en mayo de 2000 cuando el Papa Juan Pablo II ordenó desvelar el misterio escrito por Lucía. Según el pontífice polaco la tercera profecía era el atentado frustrado de Alí Agca.
Ahora Benedicto XVI anuncia que el tercer misterio de Fátima está relacionado con los casos de pederastia en la Iglesia, así hizo saber en una reciente visita a Portugal, el Papa Benedicto XVI a expresado: “Lo que podemos ver (en el Tercer Secreto) son las predicciones del sufrimiento de la Iglesia”, reiteró además que la crisis de los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes debería hacer que la Iglesia admitiera la “aterradora” verdad, de que su mayor amenaza proviene del pecado dentro de la Iglesia.
-En las visiones del tercer secreto “se habla de la pasión de la Iglesia y se anuncian sufrimientos de la Iglesia. El Señor dijo que la Iglesia sufrirá hasta el fin del mundo y esto lo vemos hoy de modo particular”-, comentó.
Sin embargo resulta paradójico que el máximo representante de la Iglesia Católica argumente que lo sucedido con la Iglesia Católica era algo infalible, escrito con antelación y que además se trataba de un misterio profético divino, casi bíblico.
Es innegable la aparición diaria de sectas gobernadas por farsantes y embusteros, pillos que viven de la fe de los más débiles, de aquellos que forjaron sus ideales en el yunque del miedo y del temor, de la ignorancia y la desidia, eso no es ningún misterio que acabe de descifrarse, pero tampoco lo es la pederastia aplicada como un método religioso a lo largo de varios siglos por clérigos de distintas órdenes. Parece que el Santo Padre no convenció con la revelación del Tercer Misterio.
El gran problema de la Iglesia católica y de las sectas que se encuentran por doquier a la vuelta de la esquina o lanzando alaridos en cada manzana de la ciudad más bien parece ser el temor de que el hombre encuentre a Dios en su corazón, en sí mismo, como una obra imperfecta de su creación, sin más templos que el cuerpo y sin más oraciones que la verdad, ese debe ser un temor mayúsculo, un mundo sin diezmos, sin temores infundados, sin cuestionamientos ni templos barrocos, ni tampoco farsantes patrañeros, lobos vestidos de pastores, acólitos impuros de Wall Street.