La agrupación
algovipasa´R presentó su queja formalmente ante el Consejo Nacional de la
Magistratura el día martes en la sesión descentralizada que realizaron altos
funcionarios de ese organismo, sesión en la cual tuvieron una ardua labor
debido a la gran cantidad de quejas que se presentaron contra jueces y fiscales
en distintos procesos del distrito judicial.
Pedro Malca, el
demandante en el caso de algovipasa´R ha decidió dar la cara y se lo ha podido
ver en varios medios de comunicación exponiendo las razones de lo que él considera
una compra legítima y transparente y que habría sido oleada y sacramentada con
el desalojo del último sábado. En uno de los programas ante la pregunta del
periodista, sobre si estaría dispuesto a vender la propiedad si alguna
institución interesada en la cultura se lo propondría, respondió: “Habría
que ver la oferta”.
Sin embargo no pudo
ser más explícito ni objetivo al demostrar su desdén a la cultura cuando uno de
los miembros del Grupo Cultural –a través de una llamada telefónica en vivo- le
exigió que les devuelva las cosas que aun quedaban en la casa y que no se
desalojaron por la ausencia del juez, sin reparos expresó: “Lo que queda en la casa yo
considero que es basura… lo que estos señores están buscando es que alguien les
dé una limosna o les regale una casa para que vayan a hacer sus payasadas”. El
desdén y la mofa en su máxima expresión.
Por el momento la
situación futura del grupo es incierta, más allá de la fortaleza de cada uno de
sus miembros y de la solidaridad mostrada por cientos de grupos de artistas a
nivel del país y de otras partes del mundo, nuevas demandas y contrademandas
aguardan resultados paralelos ante uno de los casos más sonados en Cajamarca y
que ha remecido los cimientos de la cultura.
Mientras tanto
asociaciones culturales como Patio Azul, la Asociación de Poetas y Escritores
de Cajamarca y otros colectivos culturales continúan respaldando a la
agrupación cultural con más vigencia en Cajamarca y la que teatralmente ha
tenido más trascendencia en la historia cultural de esta ciudad. Osho, el
filósofo hindú alguna vez dijo:
“Adán fue el primer
hombre, pero no porque fuese el primero probablemente, antes que él hubo muchos
otros; por tanto, la historia no los puede recordar, no tienen ego, sino
porque fue el primero en decir «no». Y a mi parecer, ¿cómo va a ser Adán el
primer hombre? Seguramente hubo millones de hombres antes que él, pero ninguno
de ellos dijo «no». No podían convertirse en hombres, no podían convertirse en
egos.
Adán dijo «no». Sufrió por decirlo, por supuesto; fue expulsado del
jardín de la felicidad.
Adán es un hombre y todos los hombres son como Adán. La infancia es el Jardín del Edén.
Los niños son tan felices como los animales, tan felices como los hombres
primitivos, tan felices como los árboles. ¿Habéis observado a un niño correr
entre los árboles o en la playa? Todavía no es humano. Sus ojos siguen siendo
transparentes pero es inconsciente. Tendrá que salir del Jardín del Edén. Este
es el significado de la expulsión de Adán del Jardín del Edén, ya no forma
parte de la felicidad inconsciente. Al comer la fruta del árbol de la
sabiduría se ha vuelto consciente. Se ha convertido en un hombre.
No es que Adán fuese expulsado una vez, sino que cada Adán deberá ser
expulsado de nuevo. Cada niño deberá ser expulsado del jardín de los dioses;
forma parte del aprendizaje. Es el dolor del aprendizaje. Hay que perderlo para
volverlo a encontrar, para encontrarlo conscientemente. Esta es la carga del
hombre y su destino, su tormento y su libertad, el problema y a la vez la
grandeza del hombre”.
Igual, cada artista tendrá que ser expulsado una y otra vez, aun de la
misma calle, como Adán, cosas que
quienes no saben el significado de la cultura no van a entender jamás, una lisura bien puesta no es
incultura. Toda causa tiene un efecto y toda maldad una repercusión infinita en
el universo.