Hace mucho que el
centro de la ciudad necesitaba un reordenamiento, no solo por el caos reinante,
sino por la protección que nuestros monumentos históricos como La Catedral, San
Francisco, Complejo Monumental de Belén, Cuarto Del Rescate y el mismo Centro
Histórico merecen.
En países donde se
respeta la identidad y los monumentos, el ingreso de vehículos motorizados al Centro
Histórico está prohibido debido a que la vibración generada por los motores -
además de las sustancias tóxicas desprendidas de ellos-, causan serios
daños a las centenarias obras.
Sin embargo, una
cosa es el reordenamiento en torno al Centro Histórico y otra la tergiversación
con que se ha tomado y manejado el tema de los estacionamientos. Las
excepciones que se han hecho a la regla resultan ofensivas y hacen pensar que
existen intereses soterrados por parte de quienes aplican las normas.
La liberación del
perímetro de la Plaza de Armas de vehículos parece una medida saludable, sin
embargo el restringir ciertas zonas para favorecer a algunas instituciones
privadas no ha sido nada inteligente. Cajamarca está plagada de cajas
municipales, frente a ellas se encuentran hasta más de 20 motocicletas
estacionadas -¿Por qué estos lugares han sido la excepción a la norma?- Los
funcionarios que laboran en la antigua municipalidad, ubicada en el jirón Cruz
de Piedra se han apropiado de casi media cuadra frente a su local institucional
–
es de uso exclusivo de la municipalidad, para velar por ello hay vigilantes que
ponen barreras, cintas, etc.- Una cosa es el Poder Judicial que tiene
toda la facultad que la ley le confiere, lo mismo que el Ministerio Público
para la exclusividad de estacionamientos en áreas no permitidas y otra son los
bancos, cajas municipales, municipios y amigos de los funcionarios municipales
y de algunos policías.
En el colmo de la
desfachatez se ha anunciado el cobro de un nuevo sol por estacionamiento de
bicicletas en el Centro Histórico, una idea descabellada y sin ningún estudio
que ha hecho ver con claridad las serias deficiencias de la Subgerencia de
Vialidad y Transporte Urbano de la Municipalidad Provincial de Cajamarca.
Hay que ser un mago
para lograr estacionar un vehículo a las diez de la mañana en cualquier manzana
del perímetro a la Plaza de Armas – en los jirones que está permitido-
El caos se ha generalizado sin contar la inútil presencia de los efectivos de
la Policía de Tránsito hablando por celular y
contradiciendo al semáforo.
Las cajas municipales, bancos y otras instituciones que invaden cuadras
enteras con sus motocicletas, deberían estar obligadas a hacer el uso de
cocheras o estacionamientos particulares, pero eso de que se busque el lucro
municipal altera los ánimos de cualquier cajamarquino que no ve que eso
revierta en mejora vial alguna.
La opción de los estacionamientos particulares es una alternativa
factible en una ciudad como Cajamarca en donde el número de taxis, mototaxis,
combis, buses y vehículos particulares se ha multiplicado geométricamente.
Sería pertinente que algunas de las autoridades traten de estacionar un
vehículo en varias manzanas a la redonda en torno a la Plaza de Armas – sin
hacer uso de sus permisos municipales ni de sus facultades de autoridades, es
decir como cualquier ciudadano- , definitivamente será una labor
imposible.
El autoritarismo no conduce a nada, lo más sensato es llegar a consensos
y buscar fórmulas que se aplican en otras ciudades que han pasado por el mismo
problema y que han logrado superar esas crisis como las que hoy en día
atraviesa Cajamarca.