En el Perú es muy
difícil encontrar una raza definida, todos estamos mezclados de alguna u otra
manera. Hay castas y mezclas muy disímiles, unas destacan en una zona o
predominan, pero la gran mayoría asentada en Lima, la ciudad horrible de 9
millones de habitantes se ha convertido en un foco de una nueva raza que de
alguna manera y que con el transcurrir del tiempo empieza a uniformarse.
Sucede lo mismo en
la política, los políticos son variados, unos más altos que otros, otros más
bajos, unos cetrinos, otros achinados, morenos… pero todos con serias falencias
de raza en sus conceptos y se convierten entonces en discriminadores y de cierta
manera en agresores los unos de los otros.
Ollanta hace poco
ha vuelto a referirse a Alan García como el representante del Estado gordo y
obeso –valga la redundancia- Toledo en su momento también choleaba a Toledo y a
Ollanta Humala y el padre de los Humala lo hacía con todos los que no eran
cobrizos. Un chino cholea a un andino, un andino a un costeño y este a su vez
un selvático… Somos un conjunto de castas nada uniforme que busca destacar en
cualquier parte a como dé lugar.
Las redes sociales
han puesto en boga una vez más que los peruanos somos malos competidores entre
nosotros. Hace poco el cantante nacional Jean Paul Strauss hizo unos
comentarios por demás desafortunado al referirse al éxito del video en You Tube
que está de moda Agüita de Coco dijo en declaración a “Ojo”: “Ese tipo de
videos provocan sentarse a escribir tonterías, me parece gracioso que una cosa
tan mal hecha pueda tener ese éxito. Lo que ocurre es que el movimiento charapa
causa gracia a todo el mundo y más si ven a una mujer shipiba bailando”.
Luego, añadió: “Yo
soy un pata desinhibido y si salgo calato te apuesto que tendré 50 millones de
visitas. Pero ¿Por qué llegar a eso? Por ejemplo, la Tigresa del Oriente canta
horrible y la gente la escucha. Claro, ahora en otros países pensaran que el
peruano es indígena, no nos muestra en nuestra manera seria. Al extranjero no
solo le llama la atención lo gracioso, sino la buena música”. Absolutamente
desubicado.
El exembajador
ecuatoriano Rodrigo Frío, hace poco cuando tuvo una trifulca con dos ciudadanas
peruanas en Lima, una de ellas señaló que “el señor empezó a decir ‘así son los
peruanos, ignorantes; por eso este país no avanza, está lleno de indígenas’”.
Un viejo adagio
popular dice que de inga y de mandinga todos tenemos algo y ha quedado
demostrado que los peruanos no nos aceptamos entre nosotros. Buscamos los
puntos flacos para atarnos mutuamente y desacreditarnos, sucede lo mismo en un
colegio que en el Congreso y lo peor es que no aprendemos.