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lunes, abril 12, 2010

El mito del martes trece



Mucho se ha comentado sobre lo fatídico que resulta una fecha como el martes trece, desde comienzos de las primeras sociedades gregarias se vio siempre a este día como una fecha de cuidado.

El trece siempre estuvo vinculado a la fatalidad y a la mala suerte, trece fueron los reunidos en la Última Cena, Jesús y sus doce apóstoles, uno de ellos, Jesús, ya condenado a muerte por lo que se le añadió al número un falible fatalismo. Las leyendas nórdicas hablan de 13 espíritus del mal; la venida del Anticristo y la Bestia aparecen en el capítulo 13 del Apocalipsis; en el Tarot, este número hace referencia a la muerte.

La combinación de martes y trece lo hace tétrico y telúrico. El martes siempre estuvo vinculado a la violencia, la sangre la tragedia, el trece cabalísticamente ha sido juzgado como un número de mala suerte.

Hay mucha gente que es trezidavomartiofóbica, o lo que es lo mismo, fóbica a este día, y es que ya lo dicen: martes trece, ni te cases ni te embarques. Pero la superstición no es otra cosa que la mentalización de nuestros mismos deseos, nuestros temores más grandes los hacemos habitantes de nuestras horas de insomnio y los llamamos sin darnos cuenta.

La teoría de la atracción rige infaliblemente, si deseamos salud, felicidad o tranquilidad solo hay que desearla y mentalizarla tenerla en cuenta cada día que amanece cuales son las energías que queremos para nosotros, ningún amuleto puede atraer lo que no deseamos, ningún acto de fe es más grande que nuestros deseos llamando a lo que queremos.

El pensamiento tiene una frecuencia. Cada pensamiento tiene una frecuencia. Podemos medir un pensamiento y por lo tanto si estás pensando ese pensamiento una y otra vez...

Si te estás imaginando en tu mente teniendo ese nuevo auto, teniendo el dinero que necesitas, construyendo esa compañía, encontrando tu alma gemela.



Si te estás imaginando como es eso, estás emitiendo esa frecuencia en una base sólida. Los pensamientos están mandando esa señal imantada que está llevando su paralelo de vuelta a ti. Mírate a ti mismo viviendo en abundancia y eso atraerás. Siempre da resultado, funciona siempre, con cada persona.

La clave para atraer algo que deseas hacia tu experiencia consiste en alcanzar una armonía vibratoria con lo que deseas. La forma más sencilla de alcanzar esa armonía vibratoria es imaginar que ya tienes lo que deseas, fingir que ya forma parte de tu experiencia, hacer que tus pensamientos se deleiten con la experiencia, y a medida que practiques esos pensamientos y empieces a ofrecer sistemáticamente esas vibraciones, facilitarás que lo que deseas pase a formar parte de tu experiencia.

Ahora bien, si prestas atención a lo que sientes, te será fácil averiguar si diriges tu atención a tu deseo o a la ausencia de él. Cuando tus pensamientos coinciden a nivel vibratorio con tu deseo te sientes bien, la gama de tus emociones pasa de la satisfacción a la expectativa, al anhelo, a la alegría. Pero si prestas atención a la falta, o la ausencia, de lo deseado, tu gama de emociones pasa del sentimiento de pesimismo a la preocupación, al desánimo, a la ira, a la inseguridad y a la depresión.

Los días son solo días, las fechas solo eso, la felicidad o la infelicidad está en uno mismo, decide tú que día quieres que sea hoy y lo tendrás, la fatalidad no es otra cosa que un estado de ánimo del que debemos despercudirnos cada día.

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