Todo cambio siempre
es difícil de asimilar, el ser humano es renuente al cambio por naturaleza. Los
grandes conflictos a lo largo de la historia de la humanidad se produjeron por
cambios que exacerbaron a unos y que defendieron otros, un cambio siempre va de
la mano con nuevas tendencias y quebrar los cánones establecidos siempre es
difícil.
La reina del
Carnaval cajamarquino 2013 ha dejado sentado un precedente muy importante, ha
derribado el mito de que en Cajamarca solo había cuatro o cinco barrios que
eran los que aglutinaban la belleza y que siempre resultaban ganadores en los
concursos de belleza.
Fátima Mercedes Limo
Malaver,
representante del barrio El Estanco, -el cual recibe la denominación de “El
balcón de Cajamarca”, por estar ubicado en la parte alta de la ciudad-
se hizo del reinado sin mayor dificultad, pues su sencillez y belleza la
convirtieron en favorita desde un primer momento.
Por primera vez en la historia del carnaval
cajamarquino, el cetro de Señorita Carnaval recaía sobre el barrio El Estanco,
el cual hace apenas algunos años inició su participación en este certamen de
belleza. De inmediato surgieron los cuestionamientos y críticas, las excusas
para buscar arrebatar el título que había sido ganado en buena lid.
La verdad es que en Cajamarca existen barrios
tradicionales, habitados por familias tradicionales, con historias
tradicionales que de alguna manera se habían conchabado cada fiesta de carnaval
y si bien la ronda giraba, solo giraba entre cuatro o cinco barrios que habían
hecho de la fiesta del carnaval una heredad.
La fiesta del carnaval como todo en el mundo
está sujeta a cambios y asimila y asimilará constantemente nuevos elementos,
nuevos escenarios y nuevas propuestas. Todo cambio siempre será visto con
actitud incómoda por cierto sector de la sociedad, el más conservador, aquel
que hubiera preferido que los reinados sean heredados y transmitidos
generacionalmente.
La actual reina del
carnaval cajamarquino cumple con el perfil necesario para serlo, no solo es una
mujer hermosa físicamente, sino que derrocha hermosura interior y ha demostrado
que la inteligencia y la belleza no siempre están disgustadas ni divorciadas y
que a veces, como en esta ocasión, hacen una maravillosa combinación.
Hace 20 años que
Cajamarca viene creciendo y lo seguirá haciendo, sería absurdo pensar que la
belleza de la mujer cajamarquina está concentrada solo en ciertos barrios y que
son estos barrios los que siempre van a ganar. Como en todo siempre hay una
primera vez, el barrio el Estanco ha obtenido por vez primera su cetro,
seguramente que habrán otras mujeres de ese barrio y de otros barrios jóvenes
que continuarán rompiendo el mito de las familias acomodadas y tradicionales – de
las que no se juntan con la plebe o a quienes ellos consideran así-
La ley infalible de
las democracias siempre va a enfrentarse a mitos que buscan convertir en
dictaduras tradiciones que deben fluir libres como el viento de este mes de
febrero en que Cajamarca ha elegido a una reina con condiciones competitivas en
cualquier terreno – por cierto, que feo resulta escuchar la consabida frasecita, con la
misma vocecita cada año: ¡Cajamarca ya tiene reina…!- Los mitos y las
elites deben romperse en todo sentido y en todos los ámbitos. Del mismo modo
que hoy la mujer más bella de Cajamarca mira desde ese su balcón, desde lo
alto, desde lo más alto de esta ciudad llena de tradición e historia.