El ex presidente Eduardo Frei reconoció -apenas comenzó el recuento- la derrota de la Concertación. Luego de conocidos los resultados oficiales no hubo nada más que hacer por lo que el empresario Sebastián Piñera será el nuevo presidente de Chile.
Por primera vez desde que la dictadura pinochetista dejara el poder, hace dos décadas, Chile no tendrá un presidente de signo socialdemócrata o perteneciente a la Concertación (que unía a socialistas y demócratas cristianos).
Como se recuerda, el triunfo de la deercha en el vecino país es el primero desde 1958 e interrumpe 20 años de gobierno consecutivo de la coalición de centroizquierda que dirige Chile desde 1990, tras el retorno a la democracia luego de la dictadura de Augusto pinochet.
El nuevo presidente de Chile, Sebastián Piñera es dueño de una línea de aviones como es Lan, de un canal de televisión y del club de fútbol, Colo Colo, además de otros negocios que le generan alta rentabilidad. Su fortuna se calcula en mil 200 millones de dólares.
La derecha chilena no tuvo mejor idea que celebrar ese triunfo, por años esperado, cantándole nada menos que a Michelle Bachelet la pegajosa cumbia peruana que está de moda y que se llama “Y hoy te vas”, al más puro estilo peruano, aquel que se las ingenia para alentar o desalentar candidaturas y que usa los más variados recursos para lograr sus objetivos.
El popular tema fue compuesto por el músico peruano Estanis Mogollón y popularizado por el Grupo 5. El éxito se ha hecho popular en el país del sur no precisamente porque el Grupo 5 sea afamado allá, sino porque un intérprete chileno que se hace llamar Américo lo ha puesto de moda y no hay fiesta ni reunión en la que no se la cante y baile con desenfreno.
Ante la noticia muchos perspicaces hablaron de un nuevo intento de apoderarse de uno de los productos peruanos y de registrarlo posteriormente y razón no les falta después de los intentos chilenos de chilenizar el Pisco, el suspiro a la limeña, la lúcuma, la chirimoya, la papa… pocas dudas quedan de esa actitud megalómana de los sureños.
Pero en realidad lo que más debería importar, al margen de esas situaciones anecdóticas como la sucedida recientemente con los seguidores de Piñera, es esperar que los conflictos con Chile se resuelvan con el ingreso del nuevo presidente, que se zanje el problema marítimo, que Chile deje esa actitud paranoica de armarse cada vez más y que las relaciones entre peruanos y chilenos mejoren. Así como admiramos su democracia y ellos una serie de elementos del Perú, sería formidable que esa admiración se materialice más conforme las viejas rencillas se apacigüen y las heridas más antiguas empiecen a cerrar de un modo definitivo.