Víctor Santolalla Portal, uno de los cajamarquinos más notables en el rubro de la minería, falleció el día viernes 8 de enero en la ciudad de Lima.
Santolalla Portal, hijo de Eloy Santolalla Bernal dedicó su vida a la minería en varios predios de la provincia de Hualgayoc, su vida estuvo marcada por ingeniosas metodologías que aplicó en el proceso de extracción minera. Fue el pionero en la extracción de minerales a través de tajo abierto en la provincia de Cajamarca y sus logros en la minería fueron reconocidos por muchos hombres del rubro a nivel nacional. Uno de los tajos auríferos más importantes de la región, ubicado en el distrito de Hualgayoc lleva, no su nombre, pero sí hace una referencia a su personalidad, el tajo “El zorro” fue bautizado como una velada mención a su sabiduría y su inteligencia.
Fue querido por sus amigos, empresarios que supieron reconocer en él al hombre noble y trabajador, solidario con los demás y con una sencillez que lo caracterizó siempre, pese a que el auge de sus empresas, mientras él las manejó, fue innegable.
Los comuneros y profesionales que trabajaron con él han reconocido las dotes de líder que tuvo para conducir sus proyectos, al igual que su padre, nunca escatimó esfuerzos ni trabajo, no dudó en abrir caminos nuevos para transportar tecnología de punta lo que le permitió ser siempre un minero destacado aún cuando las crisis más austeras y los intereses políticos más viles golpearon a la minería con intereses soterrados.
Sus labores mineras se extendieron por otros puntos del Perú donde sentó cátedra del manejo de las habilidades aplicadas en la minería. Fundó varias empresas dedicadas a ello y labores a fines y fue uno de los gestores del desarrollo de la provincia de Hualgayoc en las décadas del 70, 80 y 90. Con su muerte se cierra un ciclo de varias generaciones dedicadas a la minería desde los albores del siglo XVII. Los Santolalla Iglesias, Los Santolalla Bernal, fueron predecesores de su linaje y en los anales mineros de la colonia y la república se habla de sus logros y el desarrollo que alcanzaron cuando aún las carreteras eran una utopía irrealizable y no existía más que jalca dura y gélida entre sus sueños y sus realidades
Una calle en Hualgayoc lleva su nombre como símbolo de gratitud a uno de los más representativos mineros de los últimos tiempos. Sus restos fueron sepultados en la ciudad de Lima.
Es necesario hacer una reflexión, no para decir lo que toda la gente sabe, que fue un hombre bueno y que luchó como pocos para lograr alcanzar sus sueños, sino que existe una deuda de gratitud con un personaje tan ilustre, que me place haberlo conocido, haberlo escuchado y haber mirado alguna vez de cerca sus logros y sus frustraciones.
La vida siempre es corta para hombres como Víctor Santolalla, el tiempo siempre insuficiente, la muerte solo el comienzo de la eternidad a la leyenda. Don Víctor Santolalla, descanse en paz.
